Los radares siguen recaudando
Los radares en España siguen recaudando más y más. Concretamente, en 2024 la DGT presentó un total de 3.440.655 denuncias por exceso de velocidad, un cuatro por ciento más respecto a 2023, unos datos trabajados por la organización de defensa de los conductores Automovilistas Europeos Asociados.
Hay una realidad: debemos respetar los límites de velocidad, pero... la utilidad de los radares... ¿cuál es? En teoría, deben estar por nuestra seguridad. Esa es la teoría, pero la realidad en muchos casos es diferente. La mayor parte de accidentes en España se producen en carreteas secundarias donde, además, la velocidad es un peligro real debido al peor estado del firme, la menor anchura de las vías y el menor número de protecciones. Todo ello, sumado a la menor visibilidad y a las mayores posibilidades de encontrarnos con otros elementos que pueden suponer un peligro como animales que se nos crucen, ciclistas, vehículos de trabajos del campo... pues la gran mayoría de radares están situados en las autovías.
Y es que, ¿cuántas veces nos hemos topado con un radar móvil en una zona recta y de bajada en una autovía? Existen los controles de velocidad instalados en puntos peligrosos muy bien puestos, sí, pero también existen muchos cuyo máximo fin es recaudatorio.
Insisto, respetar los límites de velocidad debe ser primordial, pero también debe haber un control sobre las zonas en las que se instalan los radares.
Concretamente, en la provincia de Valencia, el radar que más multas puso fue el situado en la A-3, dirección Valencia, justo antes de llegar a Siete Aguas, con 15.236 denuncias. Con unas mil 'pilladas' más se coronó el radar de la N-340 al pasar Oropesa como el radar con más denuncias de la Comunitat Valenciana.