
Secciones
Servicios
Destacamos
Mario Lahoz
Valencia
Jueves, 5 de junio 2025, 01:07
La imagen de un coche con los retrovisores cubiertos, a pesar de lo curiosa que es, tiene detrás una reacción bastante lógica. Se trata de una estrategia para evitar una reacción instintiva de los pájaros, especialmente durante la temporada de apareamiento, que se vuelven muy territoriales.
Las aves, al ver su reflejo en los laterales, lo interpretan como la presencia de otro pájaro invadiendo su territorio. En un intento por defenderlo, lo atacan con picotazos y aleteos, lo que puede provocar un daño.
Además del daño físico que pueden causar al espejo, el excremento de los pájaros pueden provocar, a la larga, daños en la carrocería. Contienen ácidos que afectan al barniz del coche. Incluso, si se dejan mucho tiempo, pueden dañar la capa de pintura.
Una técnica casera pero eficaz para evitar estos ataques es cubrir los espejos laterales con bolsas de plástico o fundas específicas. Al eliminar el reflejo, el pájaro ya no capta una amenaza y pierde su interés.
Para mayor efectividad se recomienda colocar las bolsas justo después de aparcar el coche, asegurándolas con un nudo, pinza o cinta para que no se la lleve el viento.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.