5 cosas que el frío puede estropear en tu coche

Llegan las heladas y hay miles de conductores que no tienen otra opción que aparcar el coche en la calle. Frío, lluvia, nieve, viento... Las inclemencias del tiempo hacen mella en nuestros vehículos y son muchos los elementos del coche que acaban perjudicados debido a las bajas temperaturas.

Y es que, cuando los termómetros marcan menos de 0 grados, todo se resiente: las gomas, los frenos, la batería. Estas son las partes del vehículo que más sufren con las heladas:

Es una de las grandes damnificadas. Cuando llega el frío, la batería cede parte de su capacidad y pierde potencia, lo que puede dificultar el arranque. Cuando el termómetro marca menos de 10 grados, su potencia baja a la mitad. Por ello, es conveniente que a partir de los tres años de uso se le haga una revisión en el taller.

Puede que una mañana, al subir al coche, encuentre una fina capa de escarcha en el limpiaparabrisas, que se habrá quedado pegado al cristal. Sobre todo en temperaturas inferiores a cero grados. Es recomendable usar una rasqueta y algún producto anticongelante para limpiar el parabrisas y, en todo caso, no activar el sistema hasta que la escarcha y las placas de hielo hayan desaparecido por completo.

Además, tenga claro que el contenido del depósito del limpiaparabrisas se congela a 0ºC si es agua o a desde -5ºC si se trata de líquido específico, mezclado o no con agua.

Los neumáticos suelen perder presión cuando hace frío, por lo que no hay que descuidar su cuidado, sobre todo en invierno, para evitar posibles accidentes.

Revise la presión de forma periódica e intenta no someterlos a desgastes innecesarios.

Las bajas temperaturas pasan factura a todo, incluso a las gomas de los coches. Es por ello por lo que puede ser que una mañana, al abrir la puerta del vehículo note que los sellos han perdido elasticidad. Otras piezas de goma que 'sufren' el desgaste son burletes, molduras, correas, manguitos del motor... Bombines y cerraduras también pueden congelarse.

Siempre conviene revisar los frenos de nuestro vehículo, pero en invierno y en condiciones adversas más todavía. La mala climatología puede llevar aparejada una mayor distancia de frenado, por lo que este sistema debe estar en perfectas condiciones.