La DGT advierte de que conducir por estas carreteras no oficiales puede suponer hasta 30.000 euros de multa
El incumplimiento de esta normativa acarrea sanciones muy elevadas
Mario Lahoz
Valencia
Lunes, 21 de julio 2025, 23:38
Las pistas forestales y los caminos rurales no son carreteras oficiales y, por lo tanto, no forman parte de la red de carreteras del Estado. Cuando llega el buen tiempo, estas zonas tienen más tráfico de lo habitual. Eso sí, la DGT advierte que hay que tener en cuenta la normativa.
En algunos casos puede ser muy estricta y conllevar multas de miles de euros. La circulación por ellas se regula a través de la Ley de Montes, que entró en vigor en el año 2015.
Este conjunto de normas prohíbe la circulación de motocicletas, vehículos todoterreno y cualquier otro vehículo motorizado fuera de los casos previstos: uso agrícola, aprovechamiento de los predios o vigilancia, entre otros.
En el resto de los supuestos será necesario contar con una autorización expresa. Cuando así sea, los vehículos deberán circular por las rodadas ya existentes y sin superar el máximo establecido de 20 km/h. Son varias las sanciones que pueden recibir los conductores cuando no respeten la normativa.
Sanciones
La primera de ellas, por el aparcamiento. Son muchos quienes estacionan en el arcén, en las propias pistas forestales, en las vías pecuarias o en las barreras de acceso. Solo pueden hacerlo en los lugares autorizados para no perjudicar el medioambiente y no impedir la entrada de vehículos de emergencias.
Aparcar dentro de la parte transitable del arcén está castigado con una multa de 80 euros, pero hacerlo en los caminos forestales puede salir más caro, hasta 600 euros. No respetar la velocidad máxima es una infracción leve y, por tanto, supone 60 euros de sanción.
Entre las infracciones graves o muy graves aparece la circulación por fuera de las pistas y caminos, así como los cortafuegos. Si las autoridades lo consideran un delito ecológico, la multa puede ser de hasta 30.000 euros, más la inmovilización del vehículo por parte de los agentes forestales y medioambientales.