Dénia impone el teletrabajo a una parte de los funcionarios al empeorar la crisis sanitaria

Más vale prevenir que curar. Así lo entienden en el Ayuntamiento de Dénia donde, vista la complicada situación sanitaria, han decidido enviar a una parte de la plantilla de funcionarios, principalmente a los que realizan tareas administrativas, a teletrabajar desde sus casas.

Uno de los factores que ha hecho que el ejecutivo tome esta decisión es el número considerable de trabajadores que viven en municipios de la Safor como Oliva o Gandia, donde el panorama sanitario tampoco es nada halagüeño. De hecho, la primera de las localidades se encuentra desde ayer en confinamiento perimetral. Y aunque el desplazamiento al trabajo con permiso explícito es factible, en Dénia han preferido optar por dejar en casa a la mayoría del personal administrativo, «tan solo están los indispensables, la atención directa sigue realizándose sin problemas», matizó ayer el concejal de Hacienda y Servicios Económicos, Paco Roselló.

De hecho, en la Policía Local, Protección Civil, residencia de ancianos, brigadas externas, Bienestar Social y Oficina Xaloc, Cementerio y Mercado Municipal, siguen en sus puestos de trabajo al ser obvio que no pueden cumplir sus funciones desde casa.

Según el edil, hasta esta última decisión, cada uno de los departamentos del consistorio se había dividido en dos turnos, «una semana teletrabajaba uno y a la siguiente el otro grupo. Pero al incrementarse los casos, se ha decidido que la presencia sea la mínima», por lo que el ejecutivo decidió a finales de año decretar esta medida, que estaría en vigor hasta el 11 de enero, aunque las circunstancias han obligado a prorrogarla una semana más, hasta el día 18.

Respecto al número de funcionarios que está teletrabajando, Roselló no pudo precisar porque, «cada departamento tiene unas condiciones, por lo que la toma de decisiones a este respecto ha sido diferente en cada uno de ellos». El concejal de Servicios Económicos aseguró que el teletrabajo no está impidiendo el normal desarrollo del trabajo del Ayuntamiento, aunque como reconoció « fue un total desastre durante el confinamiento en marzo, porque no se contaba con los medios suficientes», reconoció Roselló. No obstante, en esta ocasión, apuntó el edil, si se cuentan con los medios necesarios porque «tras estos meses ya se ha adecuado todo para que los trabajadores puedan desempeñar sus funciones desde casas».

A este respecto, el edil dejó una puerta abierta para mantener el teletrabajo ya que, «es una reivindicación de los trabajadores. Está pendiente de redactar un plan de reglamento de teletrabajo y se hará nada más podamos».

El teletrabajo se implantó en muchos ayuntamientos en marzo y algunos han optado por mantenerlo por el momento. Así sucede en Calp, donde muchos de los funcionarios siguen realizando las tareas desde casa. Según indican desde el Consistorio, «los jefes de departamento son los que valoraron si se podía volver a la »forma presencial«.

En el Ayuntamiento de Gandia, desde octubre los departamentos están divididos en dos grupos burbuja y alternan una semana de trabajo presencial con otra desde casa, un sistema que le va bien y que no paraliza el funcionamiento municipal. En el de Oliva teletrabajan las áreas que pueden hacerlo y el resto funcionan por turnos para minimizar los efectos de la Covid. En Tavernes de la Valldigna también siguen esta fórmula.

En Xàtiva se acaba de prorrogar la opción de teletrabajo para los trabajadores hasta el 31 de enero. Al ser una opción individual no saben cuánto personal se ha acogido. Cuando se decretó el estado de alarma se concedió, además de los que tenían riesgo sanitario, a los que tenían hijos o personas mayores que cuidar ante el cierre de colegios y centros de días.

En Cullera desde el principio de la pandemia está teletrabajando el 50% de la plantilla y en Alzira también teletrabajan por turnos desde el inicio.