«En Benidorm no somos tan drásticos como en Madrid, València o Barcelona»

Benidorm ha dado inicio a primera hora de la mañana de este lunes a las obras de creación de una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en la avenida Armada Española, unos trabajos que tienen un plazo de ejecución previsto de dos meses y que supondrán una inversión de 1,2 millones de euros para «ganar espacio para el peatón y ser más consecuentes con la protección del medio ambiente», tal y como ha explicado el concejal de Movilidad, José Ramón González de Zárate.

Se trata, en cualquier caso, de una nueva obra que afecta a un importante vial de la capital turística de la Comunitat Valenciana y que se va a desarrollar de manera paralela a la que desde hace cerca de un mes se está desarrollando en la avenida de Beniardá, principal entrada de la ciudad, por lo que una de las mayores preocupaciones en esta primera jornada se centraba en la afectación que pudieran tener los trabajos sobre el tráfico.

En ese sentido, González de Zárate ha subrayado que “por el momento, todo está perfectamente señalizado y en lo que a la primera mañana de trabajos se refiere, todo está transcurriendo perfectamente”.

Algo en lo que, ha explicado el edil en conversación con LAS PROVINCIAS, tienen gran parte de culpa “los proyectos de apertura de vías ya ejecutados en Poniente, donde hay que recordar que a principios de verano abrimos todas las vías que unen Armada Española con Vicente Pérez Devesa”. Todo ello, ha hecho que “ahora mismo podamos cortar, como hemos hecho hoy, desde la avenida de Xixo hasta la rotonda de la avenida Villajoyosa y los vecinos no tienen ningún problema”.

No son pocos los ciudadanos que miran con recelo las sucesivas creaciones de Zonas de Bajas Emisiones en Benidorm, sobre todo, porque no terminan de comprender el alcance real de las nuevas restricciones que ello conlleva.

En ese sentido, José Ramón González de Zárate ha lanzado un mensaje tranquilizador asegurando que “van a poder seguir entrando los mismos vehículos que hasta ahora, porque ya era una zona restringida sólo a autorizados”.

En ese sentido, ha reafirmado que en Benidorm “no somos tan drásticos como otros municipios que están en boca de todos: Madrid, València, Barcelona… que ya sólo dejan entrar a los coches con etiqueta eco y no se lo permite a los diésel o gasolina. Nosotros permitimos su entrada, pero reducimos el número de autorizados”.

En ese mismo sentido, y preguntado sobre si esa misma máxima será aplicable a la inminente creación de la ZBE que afectará a la zona más céntrica del casco urbano, González de Zárate ha explicado que “Europa ha marcado el año 2023 para que esto sea una realidad en todas las ciudades de más de 50.000 habitantes del continente. Es Europa la que va a eliminar los coches de combustión y nosotros, en Benidorm, no queremos ser tan restrictivos ni tan rápidos porque creo que es algo que afecta a pocos coches y esos se irán actualizando poco a poco”.

Además, el edil de Movilidad recordó que las que se están abordando en estos últimos años no son las primeras grandes intervenciones que, en términos de tráfico, ha realizado Benidorm. “Quiero recordar que en 1993 el paseo de Levante todavía tenía dos zonas de aparcamiento y un carril central de circulación. ¿Ha pasado algo por no tener ese vial para los coches? Pues ahora ocurre lo mismo en Poniente”, ha afirmado.

Así mismo, González de Zárate se ha remitido a los datos para defender que la afectación real de estas medidas es mucho menor de lo que podría parecer en un primer momento ya que “cuando en 2016 se realizó el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) de Benidorm, con 25.000 entrevistas, ya había un 73% de movilidad peatonal. Es decir, ya había más gente andando que en coche y eso lo tenemos que poner encima de la mesa”.

El edil de Movilidad ha explicado, además, que el desarrollo de las obras de soterramiento de la avenida Beniardá continua a buen ritmo “ganando tiempo y adelantando plazos” para que el final de las mismas llegue antes de iniciar el próximo verano.

González de Zárate, eso sí, ha puntualizado que esto no significa que el plazo previsto de diez meses vaya a verse drásticamente reducido, pero sí da “juego” para que si se producen imprevistos durante el desarrollo de los trabajos, estos queden absorbidos por el tiempo que se está ganando ahora.

Además de los trabajos propios en la avenida Beniardá, también se están ejecutando otros que están a punto de finalizar y que contribuyen a mejorar el tráfico rodado en la ciudad, modificado desde mediados de septiembre a causa del inicio del soterramiento de la avenida.

Así, en la rotonda del Salto del Agua los operarios ya están rematando los últimos trabajos “con la colocación del bordillo, aceras y el muro de contención para darle a la rotonda un aspecto definitivo y sin señales de obra” ha dicho González de Zárate. También se ultima el carril directo que da acceso a la avenida Comunidad Europea desde el Paseo de Els Tolls.

Por otra parte, el concejal se ha referido al corte del tránsito peatonal en el paso a nivel de la avenida Beniardá, que se ha efectuado para mejorar la seguridad de las personas. “Se ha cortado por seguridad ferroviaria y es fundamental porque no puede ser que hace unos días, con motivo del mercadillo, hubo que poner varias personas de seguridad porque cruzaron la vía más de un millar de personas. Tenemos la obligación de hacerlo”, ha asegurado.

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