Vecinos de Les Deveses piden que se hagan ya los espigones y se deje para después la arena

Giménez insistió en que llevan muchos años esperando y necesitan una solución urgente. «Aquí estamos con el agua al cuello y la situación empeora con cada temporal», recalcó. En este momento hay puntos en los que la playa mide un metro y medio y cuando hay oleaje esa distancia se reduce.

Cuando hay temporal el nivel del mar sube y las olas baten con fuerza contra los muros que protegen a las viviendas. Los que se levantaron de nuevo el pasado año tras los destrozos de 'Gloria' y del resto de azotes climáticos podrán aguantar. Los viejos, en cambio, «se caerán si no se hace algo pronto«, declaró Giménez.

La aprobación del ministerio es un avance, pero pequeño porque todavía falta algo vital. La arena para la regeneración.

El presidente subrayó que están «ilusionados pero expectantes». Su temor se centra en que se retrase más la ejecución de la recuperación de la playa, ya que la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del proyecto de extracción de árido en un yacimiento marino junto a Cullera ya caducado.

En su opinión, resulta inaudito que se haya permitido retrasar tanto la aprobación de la DIA de la regeneración que la relativa a la arena expirara. «¿No hay nadie en el ministerio que compruebe esas cosas?», se preguntó.

Ahora las dudas se centran en cómo se va a resolver ese nuevo contratiempo. Según señaló, no saben si es necesario que empiece de nuevo el proceso ambiental de análisis del proyecto de extracciones o si existe algún procedimiento abreviado o de urgencia para evitar dilaciones.

En ese sentido, Juanjo Giménez hizo hincapié en que no se puede permitir que la nueva DIA de la arena «tarde los dos años que ha necesitado la del proyecto de regeneración o más, porque eso podría suponer que para entonces haya caducado también el de Les Deveses». Algo que a su juicio sería imperdonable.

La forma de acabar con las demoras pasaría, según el presidente de la asociación, por permitir que se pueda empezar parte del proyecto. En concreto, la creación de los dos nuevos espigones y la ampliación del existente. «De esa manera podríamos protegernos y, al mismo tiempo, se frenaría la marcha de arena«. Como sabe que eso será muy complicado de conseguir, también pidió que se tramite de urgencia.

En ese sentido, Giménez reiteró que los vecinos están cansados de tanto esperar tantos años. El primer proyecto de regeneración se remonta a 1995. «Debía terminar en 2004 pero se dejó inacabado», relató.

Fue en 2015 cuando comenzó el nuevo proyecto para una actuación presupuestada en cerca de 14,4 millones. Y la declaración de impacto ha tardado dos años y con condicionantes.