Borrar
Urgente Bertín Osborne y Taburete, entre los artistas de los Conciertos de Viveros 2024
Sergio Ballesteros: «No he lesionado a nadie en 400 partidos»

Sergio Ballesteros: «No he lesionado a nadie en 400 partidos»

El exfutbolista repasa los claroscuros de su carrera y critica la sofisticación del fútbol moderno: «Se está perdiendo la esencia con tanto parón y tanta tecnología»

cayetano ros

Jueves, 19 de diciembre 2019, 23:59

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Sergio Ballesteros (Burjassot, 44 años) nadó contracorriente y luchó contra muchos prejuicios: parecía lento y era rápido; lo dieron por torpe y es listo; le culparon de amañar un partido y ha salido absuelto. Jugó en Europa en cuatro equipos distintos: Tenerife, Rayo, Villarreal y Levante. Y estudió Ingeniería Industrial, pero ahora se dedica a la ganadería.

-Se retiró hace seis años. ¿Por qué se aleja del fútbol?

-Ahora tengo una empresa de agricultura y de ganadería (de pollos), un poco de todo. Es un negocio familiar.

-¿Echa de menos jugar?

-Lo echas de menos, pero el tiempo pasa, lo ves, te gusta, recuerdas, pero tu cuerpo dice 'basta'. Hacemos muchos partidos benéficos con los veteranos del Levante UD.

-¿Está en forma?

-Lo justo. Cojo peso porque tengo tendencia a coger peso, pero intento no pasarme.

-¿En su familia jugaba alguien al fútbol?

-No. Mi madre era planchadora y mi padre trabajaba en una fábrica de chapados de madera. Empecé a jugar en el colegio público San Juan de Ribera, y de allí al Burjassot CF, a los 11 años. Éramos todos amigos, una época bonita. Hicieron unas pruebas en el Levante UD para juveniles, fui y me cogieron. Tenía 18 años. Jugaba de mediocentro o de central, siempre por el medio y defensivo.

-¿Cómo recuerda aquel Levante de Juande Ramos de 1994?

-El año de los récords, 13 victorias consecutivas, campeones de Liga, espectacular, mi primer año en la primera plantilla, pero no subimos porque teníamos que ganarle al Écija y empatamos. En el penúltimo partido íbamos ganando 2-0 al Écija, que marcó Paco López, pero en la segunda parte nos metieron 4 y fue un desastre.

-¿Cómo era Paco López?

-Yo era un crío y me trató muy bien. El típico veterano que es el primero en tender la mano. Lo que está haciendo en el Levante es un éxito total.

-¿Y Juande?

-Juande ya se veía que iba a ser grande. Mensaje muy directo al vestuario, muy motivador.

-¿Cómo es que Jupp Heynckes se fijó en usted para el Tenerife?

-Coincidió una Copa del Rey Levante-Tenerife y ellos, para preparar el partido, mandaron ojeadores. Alguien hizo algún comentario en favor mío. Y, a la vuelta, Heynckes dio el 'ok' para el fichaje. Estuve allí cuatro años y medio. Al principio fue muy bien y después hubo algún problema para dejarme salir. Heynckes era muy exigente y metódico. El primer año entramos en Europa y en el segundo llegamos a semifinales de la UEFA, nos eliminó el Schalke. Entonces Juande Ramos me llamó para ir al Rayo.

-A propósito del Rayo, ¿qué piensa del partido suspendido por llamar nazi desde la grada a Zozulya?

-Debería haber unas normas para todos, un protocolo. Y cumplirlo. A mí me han insultado mucho. Durante dos o tres años tuvimos un pique con Urzaiz y en San Mamés tenían un poquito de mala hostia, pero normal, porque tampoco era yo un santo.

-Usted que viene del barro, ¿el fútbol se ha sofisticado demasiado?

-Hay muchas cosas que ya no me gustan: ni tanto parón, ni tantos penaltis, ni miedo a saltar de cabeza, ni miedo a entradas... entiendo que todo evoluciona, pero se está perdiendo un poco la esencia con tanto parón. Cualquiera mano es penalti y hay que verla desde 200.000 cámaras. También te digo que si esta tecnología hubiera funcionado en los últimos 30 años, el Madrid y el Barça no habrían ganado tantas Ligas. O no por tanta diferencia. A los equipos grandes les ha perjudicado más que al resto. Pero a mí no me gusta tanta tecnología en el fútbol.

-Decía que no ha sido un santo, pero ¿ha sido un jugador duro?

-Por la corpulencia y por la posición, siempre ha habido choque y roce, cosa normal en el fútbol. Pero yo he acabado muchos años con cinco o seis tarjetas amarillas y ninguna expulsión en 36 partidos. Se han pasado conmigo: no se corresponde la fama de duro con las tarjetas.

-¿Se arrepiente de alguna entrada?

-Puedo decir que no he lesionado nunca a nadie ni he hecho ninguna entrada para romper a nadie, ni fortuitamente. Y son casi 400 partidos en Liga. Nunca he lesionado a nadie, cosa de la que estoy orgulloso.

-Tampoco era malo técnicamente.

-Hombre, no era un virtuoso, pero trataba de sacar el balón con criterio, despejar el balón orientado hacia donde quieres tiene su arte también.

-¿El jugador más difícil de marcar?

-He jugado muchas épocas, pero Messi es el más difícil y el más completo que he visto. Y luego es un chico que acaba el partido y puedes hablar tranquilamente con él. Es el mejor de la historia.

-¿Por qué le quita importancia a su legendaria carrera ganada a Cristiano Ronaldo?

-Porque me he considerado siempre un jugador rápido y no era tanta sorpresa como se hacía ver. Hacerlo contra él y en un partido televisado y que se le dieran mucha repercusión... bueno ahí ha quedado y está bien.

-¿Les enseña esa carrera a sus hijos (tiene tres hijas de 21 años, 19 y 17, y un hijo de 8)?

-No, supongo que lo habrán visto en algún sitio, pero en mi casa no lo ponemos.

-¿Se puede saber ya qué pasó en aquella pelea con los jugadores del Madrid de Mourinho en los vestuarios del Ciutat (enero de 2011)?

-No, no se puede, mejor que no.

-¿Cómo le fue con Cúper en el Mallorca?

-Muy bien al principio, pero al final se pasó de rosca.

-¿En qué sentido?

-Demasiado exigente porque no era una plantilla diseñada para grandes cosas sino para mantener la categoría. Él acabó frustrado y nosotros también.

-¿Su mejor marcaje?

-Jugadores que venían muy en racha, como Catanha, yo en el Rayo y él en el Celta. Acababa de debutar con la selección y no hizo nada.

-¿El mejor gol?

-De cabeza, a Casillas en el Bernabéu, con el Villarreal. Perdimos 2-1.

-¿Con qué entrenador se queda?

-Heynckes, por llevarme al Tenerife, y Juande, por las dos etapas, con el Levante y en el Rayo.

-¿Y por qué le apartaron en el Mallorca?

-El final con Manzano no fue agradable por un tema personal y él decidió que no iba jugar más. Era 2008 y me vine al Levante. Tenía 33 años.

-Le quedaba por vivir lo mejor.

-No me lo esperaba, porque vengo a un equipo de Segunda recién salido del concurso de acreedores. Se hizo un grupo espectacular el primer año. Se mejoró en el segundo. Fue un ascenso precioso, con Luis García, sobre todo por el tipo de jugador que nos habíamos juntado (con problemas, con lesiones). Éramos una piña.

-Con un estilo algo primitivo...

-Replegábamos bastante, defendíamos muy bien, pero después Caicedo, Kone y Martins, en diferentes épocas, nos daban mucho en el contragolpe. Pero teníamos muy buen centro del campo con Barkero, Juanlu y Waldo, que acabaron con cerca de 8 goles cada uno. Había partidos con goleadas y el equipo atacaba muy bien.

-¿Fue el equipo en el que más disfrutó?

-Sí, por ser un club pequeño, donde se vive más, por ser un grupo veterano y porque conseguimos cosas importantes.

-¿Nunca se sintió una estrella?

-Nunca, esto del fútbol tiene muchos altibajos. Lo que más me ha costado en mi carrera es mantener un equilibrio emocional: no hundirte cuando te va todo mal, y agarrarte cuando te vuelven a dar oportunidad; y no crecerte cuando te va todo bien, porque fallarás más. En todos los clubes ha habido de todo: bueno-malo, bueno-malo, excepto en el Rayo, que fue una temporada espectacular. Nunca me sentí especial por jugar al fútbol: pasaba vacaciones con mi familia en un pueblo de Murcia, Cañada de la Cruz, con mis primos ganaderos, como uno más,

-¿La presión a la que está sometido un futbolista le cambia el carácter?

-Cuando hablo del esfuerzo para mantener ese equilibrio es por eso, por la presión, para lo bueno y para lo malo. Puede cambiarte tu personalidad y equivocarte más. Es un esfuerzo mental.

-¿Qué pasó en el Levante-Zaragoza de 2011 (investigado por corrupción deportiva)?

-Lo que ha dicho el juez, que ha visto todo detenidamente. Poner de acuerdo a tantas personas (en negar la venta del partido), que no hubiera apuestas... no es creíble (la acusación de amaño del encuentro).

-Entonces, ¿fue un invento de Tebas?

-Tengo mi teoría, bastante equilibrada, pero no la voy a decir.

-¿Y por qué Tebas le apuntaba a usted?

-Porque yo tenía 37 años, él me habría visto jugar 17 años y era conocido. Ya está.

-¿Nunca se dejó ganar?

-No, nunca.

-¿Ganó mucho dinero en su carrera?

-No, no, depende de qué tipo de vida quieras llevar: gastarme dinero en un coche, no (tengo el mismo nueve años); que mis hijos tengan una buena educación, sí. Soy una hormiguita.

-Pocos saben que usted fue campeón de Europa sub 21 en 1998.

-Sí, con Salgado, Guti, Benjamín, en Rumanía, e Iñaki Sáez en el banquillo. Ahí me rompí la cadera en la semifinal contra Noruega y estuve siete meses parado. Raúl vino al principio, pero el mejor del campeonato fue Valerón.

-Cuenta la leyenda que usted convenció a Juan Ignacio Martínez (JIM) de seguir jugando a la contra en vez de al toque.

-¿Quién te lo ha contado? Cuando JIM vino, llevaba idea muy clara del Cartagena, hicimos la pretemporada al estilo que él quería, pero éramos un equipo de mitad de campo para atrás muy mayor: Juanfran, Javi Venta, yo... Munúa de portero. Hacíamos una media de 34 años, una barbaridad. Empatamos los dos primeros partidos de Liga con el estilo anterior, y le ganamos 1-0 al Madrid con todos metidos atrás. El equipo estaba mucho más cómodo, y él vio que lo podía adaptar a lo que buscaba.

-¿Cómo fue jugar en Europa con el Levante?

-La afición no lo va a olvidar nunca, y fue una pena porque podíamos haber llegado más lejos. Pero entre que Martins parecía que se iba y el miedo que había de no poner todos los huevos allí para no sufrir en la Liga, quizá no se apostó demasiado. Pero fue un éxito.

-¿Qué piensa de que el presidente, Quico Catalán, se haya doblado el sueldo?

-Cuando alguien genera todo lo que está generando Quico a través de su gestión, me parece correcto.

-¿Y de que el Levante sea patrocinado por una casa de apuestas?

-Esto es como lo de antes; pongamos una normativa para todos. Es cierto que hay muchos jóvenes con problemas de ludopatía, es un problema social.

-¿Quiere volver al fútbol?

-Sí, me gustaría, pero ahora no es una prioridad. La cantera me gusta mucho. La educación de los niños, la enseñanza. Me gusta mucho el fútbol.

-¿Qué pagó de IRPF?

-Mil y algo euros.

-¿Qué equipo actual le llama la atención?

-Me siguen gustando los equipos tipo Getafe, me molan, contundentes, juegan duro, fuerte, les dejas medio pie y te liquidan. He participado mucho en equipos de esos y me siento identificado. Muchos equipos quieren ser mini-Barças y en las escuelas enseñan eso. Todos esos equipos duros, de presionar no muy lejos de tu área y con buen contragolpe, me gustan.

-¿Comparte pues las críticas a Paco López por arriesgar demasiado?

-Lo de Paco es una evolución del fútbol porque son jugadores muy completos, con muy buen trato de balón. Paco no se conforma nunca con los empates. Todos piensan: 'un empatito en tal sitio está bien'. Pero él, no, quiere ir a ganar. Los jugadores que tiene son de ataque y para tener el balón, lo lógico es jugar cerca del área rival.

-¿Por qué antepuso el apellido de la madre, Ballesteros, al del padre, Martínez?

-Porque el representante en aquel momento pensó que era mejor. Yo aquí, en el Levante, era Sergio. Y cambió cuando me fui a Tenerife.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios