Jason da brillo al sufrimiento del Levante

La Segunda División es esto. Consiste en ser prácticos, saber sufrir, aprovechar una ocasión y volverse a casa con los tres puntos. Y el Levante lo ha aprendido nada más iniciar la temporada. Ha caído de pie en la categoría. Ayer en Los Pajaritos el conjunto granota sacó el decálogo de cómo hay que jugar para ascender y lo trasladó al césped. La solidez defensiva y el oportunismo de Jason dieron los primeros tres puntos para arrancar la Liga.

Fue un encuentro sin ritmo, con constantes interrupciones, pocos disparos a puerta en el que el Levante supo adaptarse. Muñiz tenía claro su equipo de confianza, con un centro del campo potente y trabajador para controlar el partido, aunque por lo trabajado durante la semana, introdujo la novedad de Martins en la derecha. Precisamente el brasileño fue el único granota que disparó a puerta en toda la primera parte, con un zurdazo que se marchó cerca del poste.

Porque el Levante comenzó teniendo el control del balón, pero con un ritmo excesivamente lento, pausado, el que marcaba Verza, que se turnaba con Natxo Insa para iniciar cada jugada. Al conjunto granota le faltaba imaginación, algo de chispa en el campo contrario, donde tenían más tiempo la pelota pero sin ser decisivos. Entre Insa y Espinosa se hincharon a recuperar balones, pero no se le lograba sacar partido a esta circunstancia.

El equipo lo intentaba casi siempre por la izquierda, con las incorporaciones de Toño y la lucha constante de Morales, en su faceta de estrella del equipo, pero que no se mostraba acertado. Los de Muñiz no encontraban la forma de conectar su centro del campo con la delantera. Martins se perdía en la banda derecha y al bajar a defender, mientras que Roger apenas recibía algún balón en condiciones cerca del área. El brasileño, además, se hinchó de balón en un flojo remate, cuando debió haber optado por un pase a Morales, desmarcado en la izquierda.

El encuentro era flojo, con muchos parones, y el árbitro tampoco ayudaba, señalando faltas constantes y cargando de tarjetas a los granotas, que se marcharon al descanso con cuatro amonestados. Tampoco el Numancia se encontraba cómodo, y empezó a aproximarse tímidamente al área de Remiro a partir de los veinte minutos. Pero entre Chema y Postigo formaban un muro insalvable para el conjunto soriano. Únicamente creaban algo de nerviosismo con los goles francos de Julio Álvarez, que nunca encontraban rematador. 37 minutos les costó a los sorianos disparar a puerta, por mediación de Eneko Capilla, que atrapó Remiro.

Muñiz quiso mejorar la creación de juego y la profundidad del equipo tras el descanso y dio entrada a Campaña por Verza, que además tenía una amarilla, igual que Martins, que dejó su sitio en la banda derecha a Jason, un extremo puro, con el que se buscaba más verticalidad. Y con los cambios el equipo mejoró mucho. El técnico acertó de pleno.

El Levante estaba ordenado pero le faltaba ponerle una marcha más al partido, lo que estuvo a punto de hacer el Numancia con un remate de cabeza picado de Julio Álvarez, solo en el área, que paró Remiro, en la acción más clara del partido. Los granotas habían visto de cerca el peligro y necesitaban despertar.

Y ocurrió. Cuando peor lo estaban pasando los de Muñiz, llegó el gol. Campaña dio un buen balón a Espinosa, que desde la frontal del área vio venir a Jason, que de primeras conectó un derechazo cruzado junto al palo, en una de sus primeras acciones del encuentro.

Todo se ponía de cara, pero la felicidad duró un minuto, ya que Toño se equivocó con una fuerte e innecesaria entrada por detrás y vio la segunda amarilla. El equipo se quedaba con diez con media hora por delante, tocaba sufrir. Muñiz agotó los cambios al retirar a Espinosa por el lateral Abraham para mantener la defensa. Había que conservar la victoria como fuera. El equipo estaba con las pilas justitas, pero no quedaba más remedio que aguantar con uno menos y sin cambios el empuje del Numancia. Ahí se vio el gran orden defensivo azulgrana, un equipo al que ya se nota trabajado por Muñiz. La defensa se mostraba expeditiva y eficaz, y cuando hacía falta, aparecía Remiro para dar seguridad. Buen partido del portero.

Pero cuando los granotas más estaban sufriendo, el Numancia enloqueció. Primero igualó las fuerzas con la expulsión de Medina por una dura entrada a Morales, e instantes después, de nuevo roja directa a Pedraza, que sólo llevaba 30 segundos en el campo, y casi le rompe el tobillo a Campaña. Superioridad numérica del Levante en los instantes finales, donde Morales estuvo a punto de marcar. El primer paso para el regreso a Primera ya está dado, pero el camino va a ser largo.