La policía regula la euforia
Algunos aficionados ofrecieron dinero por un puesto mejor en la cola de recogida de billetes y los antidisturbios calmaron los ánimos
Alberto Martínez de la Calle
Martes, 19 de abril 2016, 21:56
La fiebre granota se disparó ayer en el Ciutat de València. A dos días del decisivo partido del Levante en Granada, las taquillas de Orriols se convirtieron en una caldera. El club sufraga tanto el desplazamiento de la afición como las entradas para Los Cármenes. Y la respuesta superó todas las expectativas. Una avalancha. Los seguidores que encabezaban la interminable cola plantaron sus sillas a las siete de la mañana. Las plazas disponibles no iban a resultar suficientes para satisfacer la extraordinaria demanda, así que algunos recurrieron a la picaresca con la intención de no quedarse sin sitio. Las artimañas encendieron los ánimos, dando lugar a un incidente que requirió la intervención de la Policía Nacional. La situación no pasó a mayores y pudo ser encauzada. La entidad de Orriols se puso en marcha para que se respetara el orden de llegada e incluso consiguió 222 localidades más de las previstas. Así, de cara a la trascendental visita al conjunto nazarí, los de Rubi notarán el calor de 578 hinchas. Una movilización con aroma a auténtica final.
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El partido tendrá lugar mañana a las nueve de la noche en Granada, a 500 kilómetros de Valencia. Pero ni el incómodo horario tratándose de un día laborable ni la distancia aplacan el ímpetu granota. Más de medio millar de aficionados arroparán al Levante. Cuesta recordar un desplazamiento de tal envergadura.
David Hernández y Ana Ruiz fueron las primeras personas en llegar ayer a las taquillas del Ciutat de València. «Estamos aquí desde las siete de la mañana. No hemos venido antes porque nos hemos dormido. Sabíamos que, siendo gratis, vendría mucha gente», explicaron mientras esperaban que se abriera la ventanilla. Justo detrás de ellos, José Luis Piris y Jesús Rubio, dos abonados que acudieron a las 7:45 horas. Estaban entusiasmados. «Es el viaje más importante de la temporada. Si ganas, te salvas. Para ser entre semana, va a ser un desplazamiento masivo», comentaron.
A las 11, cuando todavía faltaba una hora para que las taquillas subieran la persiana, la cola ya rodeaba buena parte del estadio. En ese momento, el Levante sólo tenía disponibles 356 localidades de la grada visitante de Los Cármenes. El único criterio en el reparto era el orden de llegada, por lo que los últimos en aparecer albergaban escasas esperanzas de ocupar una plaza.
Conforme se acercaba el mediodía, iban aumentando los nervios. Había una disconformidad extendida por la falta de preferencia para los socios y peñistas. Además, algunos aficionados trataron de adelantar posiciones en la cola y otros entregaban la fotocopia de su DNI a personas mejor colocadas para que obtuvieran también su billete.
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Y es que no había límite de entradas por persona siempre que se presentara el carnet de identidad de sus destinatarios. Tanto los tickets del autobús como las localidades del estadio son nominativos.
La tensión se desató cuando determinados aficionados ofrecieron dinero a otros más adelantados a cambio de extraer las entradas con sus carnets de identidad. Así, pretendían asegurarse un sitio en el viaje. Los que estaban alrededor se indignaron y se produjo un acalorado enfrentamiento. Agentes de la Policía Local se percataron de la agresividad de la discusión y solicitaron la presencia de antidisturbios. Al mismo tiempo, empleados del Levante decidieron paralizar el reparto de los billetes, pese a que ya se había entregado cerca de 170.
Los trabajadores del Levante optaron por confeccionar un listado con los aficionados en cola para aplicar rigurosamente el orden de llegada. Además, los directivos contactaron con el Granada y lograron 100 localidades más de la grada visitante, completando así este sector del estadio. La entidad de Orriols también puso a disposición de los seguidores granotas 122 entradas de intercambio de cortesía entre clubes.
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En total, habrá 578 levantinistas en Los Cármenes. Así, el Levante logra atender la demanda de todos los seguidores que acudieron a Orriols antes de las 15 horas. Ayer por la tarde, el club comenzó a contactar con las personas registradas en la lista para que pasaran por taquillas.
La Delegación de Peñas asume que hay ciertos aspectos a mejorar en la organización y toma nota de cara a próximos desplazamientos. «Queríamos que el viaje tuviera el mayor éxito posible. Se ha desbordado la previsión y no ha habido tiempo para fijar plazos. Nunca había pasado esto. Para el futuro, en viajes muy masivos, se deberá tener en cuenta un periodo preferencial para socios y peñistas y poner una limitación en cuanto a las entradas que puede obtener cada persona. Nos gustaría que se repitiera esta iniciativa para la visita al Rayo y corregir algunos puntos», dice Gabriel Salinas, presidente de la asociación.
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