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Catalán, junto a Orban, Traver, Verza y Casadesús, ayer en Buñol.
Fútbol | levante ud

Una terapia para la permanencia

El presidente y Miguel Ángel Ruiz acuden a la ciudad deportiva en un encuentro distendido pero que se pretende sea clave antes del derbi

José Molins

Miércoles, 9 de marzo 2016, 23:16

En un momento decisivo de la temporada, a las puertas de un derbi que va a marcar si el Levante puede luchar por la permanencia, la plantilla granota quiso cerrar filas y mostrarse unida con una comida que sirvió como terapia de grupo para concienciarse de que están capacitados de lograr el objetivo. El presidente, Quico Catalán, y el consejero Miguel Ángel Ruiz apoyaron a los jugadores y el cuerpo técnico granotas para transmitir ese mensaje de unidad, de compromiso ante la historia del club y la afición en un momento tan decisivo y la necesidad de darlo todo en estas diez jornadas que quedan de Liga.

La comida se celebró en la propia ciudad deportiva de Buñol después del entrenamiento, algo que suele ser habitual cada cierto tiempo sólo entre los jugadores, pero no con la presencia de directivos, como ocurrió ayer, y que además en esta ocasión cobró tintes más especiales, precisamente por la delicada situación del equipo, que se juega su futuro el domingo, lo que motivó la presencia de Catalán en el ágape con la plantilla.

Tras el empate logrado en San Sebastián la pasada jornada, el equipo ha recortado un punto a la zona de la permanencia y la propia plantilla considera que Anoeta puede haber supuesto un punto de inflexión para cambiar la dinámica en este final de temporada y conseguir resultados positivos. Ayer, pese a ser colistas, el buen ánimo durante la comida superó a la tristeza que hasta ahora había en el vestuario por la situación, aunque todos mantienen la preocupación por sacar al equipo del descenso, empezando por el derbi ante el Valencia el domingo.

El fisioterapeuta Martín Badano fue el encargado de realizar el asado argentino que degustaron los jugadores, el cuerpo técnico y los directivos en la ciudad deportiva, en una reunión que se espera que sea clave para reflotar al equipo. En el Levante son habituales en las últimas temporadas estas terapias de grupo para fomentar la unidad entre la plantilla en momentos complicados de cada campaña, como es el caso, y siempre han dado resultado, por lo que de nuevo en esta ocasión se ha apelado a este tipo de iniciativas para fomentar de manera informal, con una reunión distendida, ese cambio en la moral y confianza del equipo.

El conjunto azulgrana está obligado a una reacción en la recta final de la campaña, ya que se encuentra a cinco puntos de la permanencia y debe sumar un mínimo de cinco victorias (las mismas que lleva ahora) para alcanzar números que puedan darle la salvación. Con gestos como el de esta reunión el cuerpo técnico y la directiva esperan que el equipo traslade ese mensaje de unidad y compromiso al césped para empezar a sumar puntos.

Hubo varios ausentes en el ágape, en concreto dos pesos pesados del equipo como José Luis Morales y David Navarro, además de Nabil Ghilas, con gastroenteritis e Iván López, que ayer por la tarde fue operado del menisco y en breve iniciará el periodo de recuperación, que le mantendrá de baja en torno a un mes y medio. Se une a la de Toño, que estará tres semanas fuera por un esguince. La buena noticia es que ayer se incorporó al grupo Pedro López, recuperado ya de su lesión que le mantenía apartado desde el 25 de enero, y que todo apunta a que será titular contra el Valencia, ya que las bajas afectan a Rubi en ambos laterales para el derbi.

Desde todos los ámbitos se tiene claro que el derbi es un duelo decisivo, aunque la Delegación de peñas del Levante no está preparando ninguna iniciativa especial de cara al encuentro, ya sea un tifo en la grada o un recibimiento al autobús de los jugadores. Muchos aficionados están dolidos y decepcionados por la reprobable actitud de los futbolistas en muchos encuentros, especialmente por el comportamiento que mostraron al no ir a saludarlos en Ipurua y en El Madrigal, pese a haber hecho el desplazamiento, y por ese motivo hay pocas ganas, dada la situación del equipo, de llevar a cabo algún acto multitudinario antes del partido.

Por su parte, aunque en el vestuario granota se prefiere pensar en cada encuentro, ese 'partido a partido' tan de moda, sí se tiene claro que se la van a jugar contra rivales directos y de la zona baja de la tabla, ya que el calendario les va a enfrentar contra los tres equipos que le preceden en la clasificación, el Sporting (4 de abril), Granada (20 de abril) y Rayo Vallecano (15 de mayo). De hecho, de los diez partidos que quedan, sólo el Athletic y el Atlético no están entre los diez últimos de la tabla, como sí ocurre en el resto de casos, lo que sin duda se presenta como un calendario favorable para los azulgranas en este tramo decisivo de la competición.

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