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Rubén García posa para LAS PROVINCIAS junto a uno de los campos de la ciudad deportiva de Buñol.

«Ojalá pueda seguir aquí muchos años, ya sea en Primera o en Segunda. Voy a cumplir con el Levante»

«Te intentas exigir más y te pasa factura. En ningún momento he perdido la cabeza. Haya jugado o no, he estado implicado», cuenta el futbolista del Levante Rubén García

Alberto Martínez de la Calle

Viernes, 3 de abril 2015, 09:02

Con sólo 21 años, Rubén García ya ha conocido las diferentes caras del fútbol. Su exquisita zurda deslumbró al Levante en 2012. Ahora trata de superar el frenazo que se ha producido en su progresión. El futbolista de Xàtiva está convencido de que, a base de entrega, su talento volverá a relucir.

-¿Las dos semanas de parón liguero se están haciendo largas después del tropiezo contra el Celta?

-Tenemos que darle la vuelta durante estas dos semanas. Es importante para coger un ritmo y un nivel físico de cara a final de temporada.

-¿En qué insiste Lucas Alcaraz para mejorar la imagen?

-Todos estamos de acuerdo en que, conforme se había puesto el partido contra el Celta, un punto era bueno. El Celta juega bien y te pone las cosas difíciles. Ese puntito habría sido importante porque, en nuestra situación, cualquier punto nos puede dar la salvación. No puede volver a pasar. Ahora viene un partido importante contra el Almería. Alcaraz nos transmite tranquilidad. Nos dice que afrontemos el encuentro con la máxima responsabilidad pero convencidos de que podemos ganar.

-Se ha perdido la clave de la salvación en cursos anteriores, que fue blindar la portería. ¿Es fundamental encajar menos goles?

-Eso lo sabemos todos. La clave de los anteriores años ha sido dejar la portería a cero y convertir en gol las pocas ocasiones que hemos tenido. Este año hay problemas por las dos partes, porque recibimos bastantes goles y nos está costando marcar.

-¿En Almería sólo valen los tres puntos teniendo en cuenta el calendario que se avecina, con partidos ante el Sevilla y el Valencia?

-En principio vamos allí a ganar. Es un rival directo y queremos ganar. Si no podemos, buscaremos el empate. Sabemos que luego vienen dos partidos muy complicados.

-Se reencontrará con Juan Ignacio Martínez, actual técnico del Almería. Él propició su debut en Primera. ¿Mantienen contacto?

-Contacto no, pero sí que lo admiro y lo sigo. Me alegro de que vuelva a la Liga. Encontrarme con él siempre es un gusto para mí. Le daré un abrazo y charlaremos un rato.

-¿Es el entrenador más especial que ha tenido?

-Es el más importante. Lo que más recuerda un jugador es su debut. Con él, todo fue bien. Desde el principio me ayudó y me animó. Estuvo encima de mi en todo momento. Le estaré agradecido toda mi vida.

-¿Con JIM en el Levante se vio al mejor Rubén hasta la fecha?

-Más que con él, con la situación que hubo. Fue un año en que todos dimos la mejor versión de nuestras carreras. Todo salía bien, todo iba rodado, el grupo era excepcional, en Liga y Europa League estábamos bien posicionados... Había una concordia entre ese año, el míster, mi debut y mis buenas sensaciones.

-Este curso no ha sido un fijo para Mendilibar ni para Alcaraz. ¿Esperaba gozar de más protagonismo?

-Todo futbolista quiere jugar, ser importante y aportar goles y trabajo. Desde el principio empecé con mal pie, sin jugar, pero seguía trabajando y entrenando fuerte. Hasta que me llegó el momento. Lo aproveché y luego tuve la oportunidad de seguir jugando como titular. Hubo un cambio de entrenador y afortunadamente continué participando. Después, hay modificaciones. También es bueno que haya esa rivalidad entre compañeros porque saca el máximo de cada uno.

-En pretemporada dijo que ya no era un niño y que debía asumir más responsabilidad. ¿Ese propósito ha supuesto una losa para usted?

-Se me ha pedido más responsabilidad porque venía de dos años jugando casi todo. Inconscientemente, te intentas exigir más y a veces te pasa factura. Trato de abstraerme de todo eso. En ningún momento de la temporada he perdido la cabeza. Desde el principio, haya jugado o no, he entrenado al máximo y he estado implicado en el equipo.

-El pasado curso los problemas físicos le impidieron tener la continuidad deseada. Y este curso ha perdido la condición de indiscutible. ¿Tales contratiempos le hacen madurar a marchas forzadas?

-He estado dos años jugando casi todos los minutos. Hasta hace poco siempre he sido titular. Entonces sí que es complicado cuando no juegas, no participas e incluso te quedas fuera de alguna convocatoria. Son momentos que te hacen pensar y madurar. Pero en ningún momento puse mala cara. Siempre he estado esforzándome y ayudando a mis compañeros.

-¿Con el talento que posee, ocupar un segundo plano se debe a un factor físico o psicológico?

-Cuando no participas, te entran dudas en la cabeza. Pero en ningún momento he dudado de mi capacidad, mi físico o mi calidad. Siempre he confiado en mis posibilidad de seguir participando y aportando cosas al equipo. Nunca me ha faltado el trabajo. No pienso que tenga que darle más vueltas a si es algo físico o mental. Son momentos complicados cuando no juegas, pero ahí debes tener la cabeza fría para esforzarte más aún.

-Mendilibar le dio algún toque de atención públicamente. Dijo que no le bastaba con los destellos de Rubén y pedía más constancia. Sin embargo, al final se ganó al vasco.

-Con Mendi fue más extraño (ríe). Tenía una relación súper buena con él. Le admiro mucho como persona y es un entrenador espectacular. Son momentos que me afectaron porque es algo que no esperas de un entrenador. Entonces lo hablé con él. Lo único que él quería era tenerme activo y motivado. En ningún momento quería machacarme públicamente. Cuando empecé a jugar, él me animaba y me seguía metiendo caña. También me ayudó, me hizo madurar y me activó.

-¿Lucas Alcaraz también le exige algo en concreto?

-Lucas me transmite que confía en mí. Lo noto. Me siento a gusto, me siento bien. Ya sea participando o no, estoy muy contento con él. Se ha portado muy bien conmigo. Todos no podemos jugar. Hay que esperar la oportunidad. Cuando la he tenido, la he aprovechado. Contra el Celta, di el máximo de mí.

-En la temporada 2012-13, la de su debut, se erigió en uno de los futbolistas con más proyección de España. ¿Se va a terminar viendo a ese Rubén que se intuyó?

-Sólo espero que se vea el trabajo que yo siempre he aportado. Más que destacar de mí la calidad o esos destellos, lo que siempre ha estado es el trabajo y el esfuerzo. Mientras siga viéndose ese sacrifico en el campo, lo demás irá saliendo. Y esperemos que sea pronto.

-Tiene contrato con el Levante hasta 2018. ¿Qué se plantea en su carrera a corto plazo?

-A corto plazo lo más importante es salvarnos. Eso nos daría otro año en Primera. De los años que llevamos en la máxima categoría, este es el más importante por todo lo que ha pasado, como el cambio de entrenador. Está siendo complicado.

-Su contrato tiene validez tanto en Primera como en Segunda. ¿En caso de descenso, sería difícil retener a jugadores como usted?

-Ojalá no pase, pero para mí y para todos sería bueno seguir. Sería un paso para volver a Primera. Manteniendo la mayoría de los jugadores, sería una oportunidad muy buena para regresar a Primera.

-¿Entonces por su cabeza no pasa marcharse si se desciende?

-No. Ojalá pueda seguir aquí muchos años, ya sea en Primera o en Segunda. Esperemos que en Primera. Yo tengo contrato hasta 2018 y voy a cumplir con el Levante.

-Es uno de los referentes del levantinismo. ¿Sin Rodas y con Juanfran en el tramo final de su carrera, se convertirá el próximo año en uno de los capitanes?

-Para un jugador como yo, que vengo de la cantera, sería algo bueno. Sales de la cantera, estás donde tú quieres, en casa, te cuidan, te aprecian, te animan... Sería muy bueno para mí porque el sentimiento lo llevo por dentro. Ojalá pueda ser así.

-En Villarreal tuvo la oportunidad de ponerse el brazalete, pero se lo colocó Víctor Casadesús. ¿Por qué?

-Víctor lleva muchos años en Primera, tiene mucha más experiencia y lo más normal era que lo tuviese él. Yo llevo más años en el Levante, pero por su experiencia y su forma de ser fue merecido. Si volviese a pasar, lo llevaría él.

-Esta semana han empezado en el juzgado las declaraciones por el presunto amaño en el Levante-Zaragoza de 2011. ¿Ese asunto afecta al vestuario?

-Yo no noto que se hable del tema. Si hubiese pasado algo, creo que lo hablarían y estarían preocupados. Estamos tranquilos todos los jugadores, tanto los implicados como los no implicados.

-También hay sospechas sobre los partidos contra el Deportivo y el Celta de la campaña 2012-13. Usted sí participó en esos encuentros. ¿Cómo se sintió?

-En esos partidos no tuve la sensación de que pasara algo. Vi un partido normal. Son partidos en que no notamos nada. Estoy tranquilo en ese sentido y pondría la mano en el fuego por mis compañeros.

-El director deportivo del Levante, Manolo Salvador, ha dejado la puerta abierta a irse si se baja. ¿Qué le parecería?

-No hay duda del buen trabajo que ha hecho. Si a alguien no se le puede decir nada es a Manolo. Su trabajo es de admirar. Él o el club deciden y ahí no puedo entrar. Pero a mi me gustaría que continuara.

-Con 15 años, salió del Valencia y se incorporó a la cantera granota. ¿Quién le atrajo al Levante?

-Un entrenador de mi pueblo, Carlos Geraldo, me dijo que diera al paso para ir al Levante. Yo estaba en el Valencia. Ese técnico estaba en el Levante y el año siguiente iba a llevar el cadete, que era mi categoría.

-Y cambió de aires tras un año muy complicada con Mauricio Pellegrino, quien entrenaba al cadete B del Valencia. ¿Qué ocurrió?

-Ese año fue bastante difícil para mí. Mi situación era un poco loca. No estudiaba, no hacía caso a mis padres, estuve mucho tiempo lesionado... No puedo decir nada malo del Valencia ni de Pellegrino. Ese año, si hubo algún culpable, fui yo. Lo tengo clarísimo.

-¿Fue una época rebelde?

-Estaba descentrado. El Levante me ayudó a centrarme porque me dio esa segunda oportunidad y empecé a recapacitar.

-Es un icono para los canteranos del Levante. ¿Satisfecho de que Camarasa, Iván y Morales hayan seguidos sus pasos?

-Me siento orgulloso de tenerlos conmigo porque siempre es bueno que haya gente de la cantera, que siente el club. Hasta ahora éramos pocos, pero cada vez somos más. Como bien dijo Mendilibar en su día, hay un buen ramillete de jugadores. Estamos demostrando que la cantera tiene proyección.

-¿Qué hace fuera del campo?

-Estar con mis amigos, la bici, la montaña...

-¿Un promesa si el equipo consigue la permanencia?

-Me rapo, pero al número dos.

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