El Levante ralentiza la renovación de jugadores ante la situación del equipo

Las urgencias sobre el césped han dejado en punto muerto la planificación deportiva a largo plazo. Ante la peligrosa situación en la tabla y el trastorno sufrido por el cambio en el banquillo, el Levante ha relegado a un segundo plano la renovación de jugadores. Es el caso principalmente de Héctor Rodas, ya que en verano hubo unas conversaciones alentadoras. David Barral, por su parte, todavía desconoce las intenciones de los dirigentes respecto a su futuro. Otro asunto pendiente consiste en sentarse con Pape Diop. Los tres jugadores viven su última temporada de contrato en Orriols. Dentro de dos meses, adquirirán plena libertad para firmar con cualquier otro club.

A principios de verano, el Levante y Rodas mantuvieron un primer contacto en el que evidenciaron la mutua predisposición a llegar a un acuerdo de renovación. Se emplazaron a septiembre u octubre para dar un impulso definitivo a las negociaciones, pero a día de hoy no se ha retomado el diálogo. La preocupación por la dinámica del equipo, que marcha colista, absorbe la atención de los dirigentes. Además, tras la destitución de Mendilibar y la llegada de Alcaraz, la entidad trabaja con tal de reforzar el equipo en el mercado invernal.

Barral, mientras tanto, permanece a la espera de que el Levante le transmite sus planes. El gaditano, cuya prioridad pasa por seguir como azulgrana, no está acostumbrado a tener un destino incierto. También expira el contrato de Diop. El senegalés, tras dos veranos luchando sin éxito por hacer las maletas hacia el Olympiacos, se encuentra ante la posibilidad de cambiar libremente de aires. Sin embargo, la cúpula granota planeaba reunirse a principio de este curso con el mediocentro africano con tal de agotar la bala de la renovación, presumiblemente incluyendo una significativa rebaja de la cláusula de rescisión. El encuentro todavía no se ha producido.

Sobre la revelación en lo que va de Liga, José Luis Morales, el Levante dispone de plazo hasta el 31 de mayo para ampliar dos temporadas el vínculo. Juanfran, recién recuperado de los problemas en el tendón rotuliano, se toma con calma su porvenir. Con 38 años, se basará en su estado físico y anímico. Por lo que respecta a Ivanschitz, Vyntra y El Adoua, su compromiso con el club se prolonga una campaña de forma automática si cumplen los objetivos individuales y colectivos. Uno de los jugadores que se marchó el pasado verano, Nong, acaba de fichar por el Foolad Khuzestan de Irán.

Los futbolistas hacen piña para superar el bache deportivo. Ayer, por ejemplo, comieron juntos Juanfran, Rubén, Casadesús y Barral en un restaurante próximo a la ciudad deportiva. Iván y Toño, ya recuperados de sus lesiones al igual que Navarro, apadrinaron la nueva planta materno-infantil del Hospital de Manises.

Iván comentó el cambio táctico que implica la llegada de Alcaraz: «Más o menos las señas del Levante de toda la vida. Ser fuertes atrás y en el balón parado. Creo que estas señas son las que nos van a dar puntos, que es lo que necesitamos». El equipo asimila la filosofía del andaluz. «La idea de Mendilibar era muy buena, pero aquí se venía jugando de una manera muchos año y mandan los resultados», concluyó Toño.