Mariño: «El objetivo del Levante no puede ser otro que estar entre los dos primeros»
«Fue una pena haberme ido con un descenso. Desde la llegada de Rubi nos cambió el chip. Fue bastante injusto bajar ese año», afirma el exgranota, actual portero del Sporting
Varios recuerdos se removerán hoy en la cabeza de Diego Mariño. El gallego, de 32 años, defiende desde 2016 la portería del Sporting de Gijón, rival del Levante esta noche. El arquero regresa al Ciutat, un estadio que no pisa desde que hizo las maletas. Vistió la camiseta azulgrana durante dos temporadas irregulares que desembocaron en el descenso del equipo. Pese a que los resultados deportivos no fueron los esperados, el vigués recuerda con sumo cariño su etapa en Orriols.
–¿Un partido especial?
–Es un partido especial, que me hace mucha ilusión. Tenía muchas ganas de jugar ahí este año. Es verdad que no queda mucha gente de cuando estaba yo. Están Pedro López, el presidente y el consejo... Pepelu y Cárdenas entrenaban con nosotros de vez en cuando. Es un sitio donde fui muy feliz, donde estuve muy a gusto y donde me trataron de forma espectacular. Tengo muchas ganas de volver y poder jugar en el Ciutat otra vez.
–Lástima que el reencuentro sea en Segunda.
–Sí, eso es lo peor de todo. Me hubiese encantado que nos hubiésemos vuelto a ver las caras en Primera División. Es una pena, pero ojalá se pueda repetir en Primera más pronto que tarde.
–Ambos equipos están igualados a puntos. ¿Cómo afronta la cita?
–Nosotros no somos claros candidatos. Nosotros somos un equipo que por historia y por la masa que tenemos detrás siempre tenemos que estar ahí y lucharlo. El candidato claro a subir este año es el Levante por presupuesto, por plantilla, porque es un recién descendido... Pero sobre todo me quedo con los jugadores que tiene. Nosotros vamos allí a seguir la línea que tuvimos los dos últimos partidos, en los que hemos dado un paso adelante. Intentaremos ir sin ningún miedo, sin ningún tipo de presión. No tenemos nada que perder allí.
–Se ha convertido en el líder del vestuario del Sporting.
–Después de tantos años en el Sporting, igual sí que me toca a mí y a otros compañeros ese rol. El capitán está sobre todo para tirar de la gente, ayudar, arrimar el hombro y dar ejemplo. Creo que eso es lo que intento hacer. Aporto mi experiencia. Trato de dar ejemplo en el campo, en los entrenamientos y estar siempre para ayudar a todos mis compañeros. Me gusta. Creo que aquí la gente confía bastante en mí.
–¿En qué han cambiado el Mariño del Levante y el de ahora?
–No han cambiado muchas cosas más que la edad y la experiencia que te va dando el jugar cada fin de semana. Pero sigo siendo el mismo, sigo haciendo las mismas cosas, sigo teniendo el mismo hambre que cuando estaba allí. Evidentemente, con los años vas mejorando muchas cosas y pienso que tampoco ha cambiado mucho más que eso.
–El Levante descendió en 2016 y usted se marchó al Sporting. Un año después, bajó con el conjunto gijonés, que todavía no ha logrado volver a Primera. Un ejemplo de la gran dificultad que entraña la Segunda División.
–La Segunda es muy igualada, muy larga y muy complicada. Pero el Levante para mí es uno de los tres claros favoritos a subir por presupuesto, por plantilla y porque viene de Primera, pero sobre todo por la plantilla. Los presupuestos en Segunda marcan mucho. La Segunda es una locura, pero siempre los equipos recién descendidos están arriba y pelean por subir. El objetivo del Levante no puede ser otro que estar entre los dos primeros y lo veo como un claro candidato a ascender. No sé si lo conseguirá o no, pero si tengo que apostar ahora por alguien el Levante va a ser uno de ellos seguro.
–¿Cómo recuerda su paso por el Levante? Fueron dos temporadas muy diferentes.
–Sí, muy diferentes. En lo personal, los dos años estuve muy a gusto y disfruté mucho, la gente me trató de forma increíble, hice muy buenos amigos. En los futbolístico el primer año sí que fue un poco irregular, con muchos altibajos. El segundo año estuve mucho mejor, fui mucho más regular, tuve bastantes partidos muy buenos. Lo colectivo justo ese año no acompañó como sí había acompañado el año anterior. Mejoré bastante pero en lo colectivo no pudimos conseguir la salvación. Tuvimos bastante mala suerte, teníamos todo en contra, siempre nos salía todo al revés. Hicimos muchos más méritos para salvarnos, pero el fútbol es así. Fue una pena haberme ido con un descenso.
–Fue un descenso muy doloroso porque el equipo dos temporadas antes estaba en Europa.
–Ese año empezamos mal y desde la llegada de Rubi mejoramos bastante. Hicimos muy buenos partidos y el fútbol fue muy injusto con nosotros. Me acuerdo del partido contra el Sporting en casa, contra el Atlético... Fue un año en que, viéndolo desde fuera, el equipo parece sentenciado porque da igual lo que haga porque siempre le pasa algo. Teníamos muy buen equipo. No estuvimos tan mala como para merecernos haber descendido.
–¿Falló el grupo?
–Creo que no. Desde la llegada de Rubi nos cambió un poco el chip y mejoramos bastante. Tuvimos momentos muy buenos a los que les sacamos poco rédito y eso nos fue mermando un poco. Hubo partidos que tenías para ganar y al final empatas o pierdes sin merecerlo. Eso nos fue haciendo pequeños y al final no nos dio. Pero hicimos muchas más cosas bien que mal. Fue bastante injusto que bajásemos ese año.
–¿Cómo fue ocupar la portería después de Keylor Navas?
–Fue algo que me marcó para mal con la gente. Fue un hándicap muy grande que tuve. Se fue Keylor Navas al Madrid. Fue una locura. Ha habido pocas actuaciones de un portero como las de Keylor Navas con el Levante esa temporada. Entonces el aficionado pensaba que el que llegase iba a ser otra vez Keylor Navas. Y Keylor Navas hay uno y lo que hizo creo que no se va a volver a repetir o va a ser difícil volver a verlo en un equipo que no sea de los grandes. Por eso el Madrid pagó diez millones por él. No se ha vuelto a ver que se paguen esas cantidades por un portero de un equipo de los no grandes. Eso me marcó mucho porque siempre había comparaciones. Y las comparaciones de Diego Mariño o cualquier con Keylor Navas va a salir mal parado. Me perjudicó mucho. Siempre se iba a la comparativa en todo momento y nunca se llegó a olvidar a Keylor Navas. Por una parte lo entiendo pero a mí me perjudicó un poco.
–Acaba contrato en 2023. ¿Qué planea?
–Disfrutar, aprovechar el momento en que estamos, disfrutar jugando y ya se verá. No he hablado con el club, estoy muy feliz y me encantaría poder seguir aquí. Pero bueno, ya habrá momentos de pensar en eso. Es muy pronto todavía para pensar en esas cosas.
