El Levante se nubla en Vallecas

Once del técnico granota: Oier; Coke, Postigo, Pier, Toño; Morales, Rochina, Campaña, Bardhi; Roger y Borja Mayoral.

Once del entrenador del Rayo, Míchel: Dimitrievski; Advíncula, Amat, Velázquez, Abdoulaye, Álex Moreno; Santi, Imbula; Álvaro, Embarba y Raúl de Tomás.

Sigue el partido minuto a minuto en lasprovincias.es.

2018 ha dejado un nombre propio en el Levante. Un nuevo líder. Paco López. Aterrizó en el banquillo del primer equipo el 4 de marzo con el reto de enderezar el rumbo de una plantilla desnortada. Y tanto que lo consiguió. El entrenador valenciano, a través de un discurso directo y una filosofía futbolística valiente, conectó inmediatamente con el vestuario y la grada. Cambió el espíritu de un conjunto granota que no se pone límites en la presente temporada. Hoy, en caso de victoria, los azulgrana despedirán el año a sólo un punto de distancia de los puestos de Europa League, aunque el objetivo prioritario pasa por la permanencia. Precisamente, esta tarde visitan a un Rayo en apuros. El de Silla tratará de dar un golpe de autoridad en Vallecas.

Los números del Levante desde la llegada de Paco López resultan incontestables. Entre la pasada campaña y la actual, el preparador valenciano acumula 27 partidos dirigiendo el primer equipo granota. Un período durante el que ha sumado ni más ni menos que 47 puntos. Es decir, una media de 1,74 por encuentro. Números de Champions League.

Paco López ha vivido un debut soñado en Primera División. El de Silla, forjado en los banquillos de Segunda B, alcanzó como jugador la categoría de plata. Ahora, a sus 51 años, saborea el mejor momento de su carrera deportiva. El técnico, con contrato en el Levante hasta 2020 en caso de permanencia, ha cautivado con su personalidad. Está exprimiendo a futbolistas como Campaña, Bardhi, Roger o Morales, quienes acaparan el protagonismo sobre el césped. Ambicioso a la hora de plantear los encuentros, ha guiado al equipo hasta la victoria frente a los dos transatlánticos: Real Madrid y Barcelona. La semana pasada, el conjunto catalán se redimió imponiéndose por 0-5 en Orriols. Eso sí, el de Silla apuesta por la prudencia cuando toca hablar sobre Europa. Sin renunciar a nada, se centra en alcanzar los 42 puntos que, presumiblemente, garantizarán la salvación.

El Levante, si supera esta tarde al Rayo, celebrará la Navidad con 25 puntos en el bolsillo. A sólo uno del Betis, que delimita la zona europea al ocupar la sexta plaza. Los granotas caminan con paso firme hacia la permanencia, aunque arrastran tres jornadas sin ganar a domicilio. Su último triunfo fuera de casa tuvo lugar, precisamente, en el Santiago Bernabéu el 20 de octubre. Desde entonces, sólo conocen el empate. Han firmado las tablas con el Villarreal (1-1), el Huesca (2-2) y el Eibar (4-4).

Hoy, el Levante espera reencontrarse con la victoria lejos del Ciutat de València. El equipo azulgrana tiene una asignatura pendiente: frenar la sangría de goles en contra. En Vallecas, curiosamente, se medirán el segundo y el tercer equipo que más tantos han encajado en lo que va de Liga. Los granotas han recibido 30, mientras que el cuadro madrileño lleva 31. Ambos están superados por el colista de Primera, un Huesca que ha sufrido 32.

Paco López quiere un equipo atrevido y descarado. Una mentalidad que se refleja en los marcadores, ya que el Levante se alza como el cuarto conjunto más goleador de la máxima categoría. Suma 27 dianas a favor, sólo por detrás del Barcelona, el Sevilla y el Celta. El técnico valenciano posee una clara vocación ofensiva. Su centro del campo, con un trivote formado por Campaña, Bardhi y Rochina, es toda una declaración de intenciones.

Paco López no podrá contar en Vallecas con uno de sus bastiones desde que cambió el sistema e introdujo el 3-5-2. Jason causa baja por sanción y Coke, formado en el Rayo, ocupará el carril derecho. También cumplirá un partido de suspensión Cabaco, quien será relevado por Chema. El de Silla tampoco dispondrá de los lesionados Luna, Pedro López, Doukouré y Samu García. Estos dos últimos jugadores, salvo sorpresa, abandonarán el club durante el mercado de invierno.

Mientras tanto, Paco López vuelve a echar mano de Vukcevic y Dwamena. El mediocentro montenegrino y el delantero ghanés, los dos futbolistas más caros de la historia del Levante, regresan a la convocatoria después de quedarse fuera ante el Barça.

El Rayo, por su parte, encara el encuentro con la necesidad de ganar para calmar los ánimos. El cuadro vallecano, penúltimo en la clasificación con sólo 10 puntos, genera muchas dudas y se presenta como el segundo peor equipo como local. Además, el futuro de Míchel en el banquillo es una incógnita si hoy no consigue el triunfo. El partido está subrayado en rojo. El entrenador madrileño recupera esta tarde a dos jugadores importantes como Óscar Trejo y Raúl De Tomás.

El año habría sido perfecto de haber ajustado el entramado defensivo. El Levante llega a final de 2018 con un estilo de juego atrevido y vistoso pero con el debe de protege mejor su área.

El conjunto de

Para entonces, el Levante podría haber ido ganando de haber acertado

Sería injusto cargar toda la responsabilidad a la banda derecha. El centro del campo tampoco funcionó. Paco López cambió el sistema, devolviendo a Morales a la banda y alineando arriba a Roger y

El sevillano no tuvo su mejor partido, aunque siempre pidió el balón y trató de conducir o asociarse. Cuando Campaña acertaba, el Levante daba sensación de poder crear peligro. Si erraba en el pase o en el avance con balón, el Rayo trataba de lanzar la contra con velocidad. Bardhi, sencillamente, no apareció. El macedonio estuvo desdibujado y sería sustituido en la segunda parte y ni siquiera ofreció algún destello en las acciones de estrategia.

El Levante fue mejorando conforme avanzó el partido e incluso pudo irse al descanso con el 1-1, en un disparo que obtuvo la respuesta de Dimitrievski. Los granotas salieron mejor en la segunda parte. Rochina fue de menos a mucho más, Campaña siguió en su nivel discreto -pero con eso ya aporta un plus al ataque- y Morales no dejó de intentarlo en todo el partido.

El Comandante es imprevisible y de sus apariciones vive (o sobrevive) muchas veces este Levante. Una gran acción suya por banda que concluyó con un pase atrás en el área trazó el empate. El remate de Rochina con la zurda fue sencillamente delicioso, a donde no podía llegar de ningún modo Dimitrievski.

El partido estaba para ganarlo. El Levante había salido al ataque y el Rayo se había metido demasiado atrás. Los de Míchel se lanzaron de nuevo a por la victoria, pero los granotas también recularon. Quizás para pagar a los madrileños con su propia moneda y buscar espacios por donde aniquilar a un equipo sumamente necesitado.

Pero salió mal. El Levante volvió a perder el control del juego y el Rayo empezó a merodear el área de Oier. Raúl de Tomás acabaría acertando en la portería del vasco para delirio de Vallecas. Quedaba tiempo, pero el tanto fue un mazazo.

El Rayo, además, empezó a practicar el juego subterráneo del equipo necesitado que amarra los puntos como sea. Conforme se acercó el final, Dimitrievski retrasaba más los saques y los balones llovían a pares. Antes, Coke marcó pero en fuera de juego en el que seguro que no fue el regreso a casa que deseaba. Esa fue la mejor ocasión. Desde entonces, los granotas trataron de encerrar a su rival, pero no hubo oportunidades claras. Las ideas acabaron de nublarse, como la tarde. El parón va a venir bien para reflexionar sobre las carencias que impiden estar mucho más arriba en la Liga.