Vaivén de confianza en medio de la locura

La SD Eibar recibe al Levante UD en el partido correspondiente a la jornada 15, a las 12 horas en Ipurua.

Once inicial de Paco López: Oier, Chema, Róber Pier, Cabaco, Toño, Bardhi, Campaña, Rochina, Jason, Morales y Roger.

Alineación del técnico local, José Luis Mendilibar: Riesgo, Rubén Peña, Oliveira, Ramis, Cote, Orellana, Escalante, Pape Diop, Cucurella, Sergi Enrich y Charles.

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La inevitable costumbre de cualquier levantinista cada vez que mira la clasificación de la Liga es comprobar cuál es la distancia con el descenso. Y luego ya mira hacia arriba, como si se tratara de un sueño prohibido y utópico. Pero la realidad ahora dice otra cosa. El equipo ha pasado la semana en zona europea y tiene la ocasión de oro de dar un golpe de autoridad este mediodía en Eibar.

Los diez puntos de colchón sobre el peligro y el buen momento que atraviesa el conjunto valenciano invitan a que por primera vez en la historia se pueda conquistar Ipurua, donde los granotas no han ganado ni en Primera ni en Segunda. Con un triunfo el Levante seguirá una jornada más en puestos europeos, superaría al Alavés, lo que le permitirá aproximarse incluso a la zona Champions.

Pero la extrema igualdad que hay en esta inusual Liga no sólo permite esa burbuja continental, y también tiene su parte negativa. Un tropiezo puede hacer que el equipo caiga varias posiciones en la tabla, hasta la zona media, lejos del glamour de estar codo a codo con el Real Madrid. Aun así, el descenso seguirá a diez puntos, al menos hasta mañana.

La brillante actuación del pasado lunes en el Ciutat, especialmente en la segunda parte, cuando se arrolló al Athletic, cargó de energía positiva a los granotas. «Fue una victoria muy positiva y nos ayuda a ganar confianza», comentó ayer Paco López. Con ese nivel de juego y el liderazgo que ejerce Campaña, normal que nadie se atreva a ponerle techo a este Levante.

El entrenador repetirá el mismo once que goleó a los bilbaínos, para tumbar a sus vecinos guipuzcoanos. El último encuentro fuera de casa dejó mal sabor de boca en Huesca, pero ahí las ausencias del sevillano, Morales y Rochina condicionaron el duelo. Hoy con los tres dando alas al Levante, las cosas deben ser bien diferentes.

Se van a medir frente a frente dos equipos cuyo momento álgido de la temporada ha sido darle un revolcón al Real Madrid. Lo hicieron los granotas en el Bernabéu y el Eibar en su último partido en casa (3-0). A esa tarde de euforia se acogen los locales, que pretenden seguir los pasos del Levante, en ese plan de alejarse del descenso y mantener el sueño europeo. Aunque la irregularidad marca a los de Mendilibar, capaces de caer ante Rayo y Sporting en la Copa después de esa victoria ante los madridistas.

Pese al cambio de sistema el jueves ante el Lugo, el técnico mantendrá el 3-5-2 habitual de la Liga, ya que cuando las cosas funcionan bien, y el pasado lunes vaya si funcionaron bien, no hay que tocar nada. El golpe que tenía Boateng no le ha impedido subirse al avión, mientras que Postigo sigue lesionado y se le espera en la próxima jornada.

Los que vuelven a quedarse fuera de la convocatoria son los dos fichajes más caros de la historia, Dwamena y Vukcevic. Un total de 15 millones de euros descartados. «No se quedan porque su rendimiento no fuera bueno ni malo ante el Lugo, pero yo tengo que decidir lo que creo que es mejor en función de las características del rival y el partido, se han quedado ellos, y yo como entrenador no me fijo en lo que han costado, son todos iguales», señaló ayer Paco López.

Una de las armas del Eibar son sus centros laterales al área, donde más sufre el Levante. Y el técnico de Silla lo tiene estudiado: «Es algo que intentan explotar, estamos preparados ante todas las situaciones, sabemos cuáles son los automatismos de Mendilibar, así que intentaremos que aparezacan más nuestras señas de identidad y no las de ellos, va a ser un partido igualado, debemos jugar con nuestras virtudes».

Fueron ocho pero podían haberse visto diez o doce goles ayer en Ipurua. Y a nadie le hubiera extrañado, en medio del festival de ocasiones que hubo en las dos porterías. Un partido absolutamente loco, en el que el desorden campó a sus anchas y donde el Levante, tras remontar primero y ver cómo le remontaban después, logró un empate a la heroica con el tanto de Mayoral en el último instante que sabe a victoria.Los granotas hicieron un extraño vaivén. Tan pronto desaparecían mentalmente del partido durante unos minutos como después daban un acelerón que ponía otra vez las cosas en su sitio. La sensación es que con más ambición de los de Paco López y un mayor rigor defensivo el Levante se hubiera llevado la victoria casi hasta con comodidad. Pero no fue así, imperaron los errores tanto en el centro del campo como en la defensa y el duelo se convirtió en un puro intercambio de golpes del que nadie salió vencedor.

El Eibar llevó el encuentro a su terreno y supo hacer sufrir a los azulgranas. Había ensayado con especial atención Paco López cómo defender los centros laterales, ya que es una de las principales armas del equipo vasco. Pero al primero que tuvieron, los locales marcaron, con un envío de Cote que peinó Charles y remató Enrich a la red. Ambos se adelantaron a los centrales granotas, demostrando que aún falta mucho que mejorar en esas acciones. Pero por suerte el disgusto apenas duró un minuto. El tiempo que le llevó a Campaña recuperar un error de Riesgo para que Bardhi con un toque sutil dejara solo a Morales, que estableció el empate. Una ocasión de cada equipo y 1-1 en diez minutos. Preludio de lo que vendría.

Los de Mendilibar dominaban, con un Enrich que aparecía por todas partes y era un peligro constante, y la profundidad de Cucurella, una de las revelaciones de la Liga. El Levante se mantenía aguantando las llegadas del rival y sufría con cada centro lateral, su talón de Aquiles. Les costaba entrar en juego a los granotas, incómodos ante el empuje de los guipuzcoanos, que llegaron a hacer un 68% de posesión en la primera parte. Sólo vivían de algún contragolpe para la velocidad de Morales. Pero con eso bastaba para hacer mucho daño. El Comandante se conoce este campo como nadie y se luce cada vez que regresa a la que fue su casa. Rozó el segundo gol, solo en el área, pero Riesgo lo impidió con una gran parada.

El partido tenía más movimiento peligroso en las áreas que juego en el centro del campo. Era eléctrico, sin pausa. Y en uno de esos toma y daca, el Levante golpeó con acierto para hacer el 1-2. Tras un duro remate de Rochina repelido por la defensa, Jason puso un buen centro hacia Rober Pier, que sorprendió al Eibar y marcó el tanto de la remontada granota.El duelo era una auténtica ruleta rusa, con ocasiones claras en una portería, y en la jugada siguiente en la otra. Enrich, que había rematado de espuela fuera, desperdició un gran pase de Orellana y en el posterior contragolpe, Roger disparó cerca del poste tras una veloz galopada de Morales. El madrileño marcaba diferencias. Con su explosividad resultaba imparable. Un auténtico lujo para el Levante. Cada ataque pasaba por sus botas, y con bien poco el equipo valenciano se pudo ir al descanso con una ventaja más amplia.El 1-2 agudizó el empuje del Eibar en la segunda parte. Enrich tuvo dos ocasiones muy claras, pero no finalizaba con acierto las acciones de Cucurella y Orellana, ante los que la defensa granota tenía que multiplicarse, con la solidaridad de todo el equipo, que vivía prácticamente en el área de Oier, salvo Morales, a la espera de algún balonazo para correr. Pero el madrileño desapareció en la segunda mitad, bien marcado por la defensa. El centro del campo era con claridad para el exgranota Diop y Escalante. Campaña, Rochina y Bardhi estaban fuera de sitio, superados, no creaban juego y les costaba achicar agua y frenar el vendaval. No podían con ellos. La presión estaba siendo brutal. Los armeros no dejaban de golpear y golpear el muro granota. Hasta que lograron hacer un agujero. Y allí se coló Escalante para empatar de cabeza el encuentro. Otra vez tras un centro lateral. El gol hacía justicia, pero en ese momento todo se desmoronó.

El Levante se ahogó ante esa presión incesante del Eibar. Se vino abajo tras el descanso inexplicablemente. En un visto y no visto pasó del 1-2 al 4-2. Tras el empate llegó un penalti de Campaña sobre Charles (muy discutido, porque el sevillano da al balón y al jugador al despejar) que el brasileño transformó en gol y de nuevo el delantero cazó un rechace de Oier cuatro minutos después para marcar el cuarto tanto.

La enorme diferencia de intensidad con la que ambos equipos salieron tras el descanso fue clave. Mientras el Eibar se comió el césped, los granotas mostraron excesivo conservadurismo. Pero aún quedaba partido. Y Paco López buscó la reacción con la entrada de Mayoral por un casi inédito Roger y Coke por Cabaco. El entrenador cambió el sistema a un 4-4-2 y de inmediato Toño, tras un rebote en Oliveira, marcó el 4-3. El partido se abría de nuevo, con 15 minutos por delante. Y después sacó a Boateng en busca del gol, en lugar de Toño, así que retrasó a Morales al lateral.

Fue un partido loco, y como tal tenía que acabar. El Levante aún iba a decir su última palabra. Este equipo nunca se rinde, y ayer lo demostró. Rochina colgó una falta y Mayoral apareció al segundo palo para hacer el definitivo 4-4 y rescatar un valioso punto. Desde luego para el espectador neutral fue una delicia de encuentro, pero para los granotas resultaba difícil de entender esa bajada de brazos para dejar escapar el triunfo. Al menos se evitó la derrota y el punto fue lo más justo.