Qatar convoca una cumbre regional para dar una respuesta conjunta al bombardeo de Israel
Las autoridades de Doha exigen que Netanyahu «sea llevado ante la justicia» el mismo día en que se han celebrado los funerales de las seis víctimas mortales del ataque
Doha celebró los funerales de las seis víctimas mortales del bombardeo israelí del martes contra la cúpula política de Hamás. El emir de Qatar presidió ... una ceremonia en la que no se vio a ninguno de los altos cargos del movimiento islamista, que luego sí aparecieron en el cementerio. El pequeño reino del Golfo sigue en estado de shock y el primer ministro, Mohammed Bin Abdulrahman Al Thani, pidió que Benjamín Netanyahu «sea llevado ante la justicia» por «terrorismo de Estado». Dejando atrás rencillas del pasado, los países del Golfo cerraron filas en torno a Doha, que el domingo y lunes acogerá una cumbre árabe-islámica para discutir el ataque de Israel y los siguientes pasos a dar.
Al Thani señaló que han abierto consultas con sus aliados regionales para aunar esfuerzos. Los medios árabes apuntaron la posibilidad de adoptar «acciones legales y otra serie de medidas», pero no especificaron las opciones que están sobre la mesa, y parecen limitadas. El primer ministro considera que «debería darse una respuesta colectiva en la región. Esperamos algo significativo que disuada a Israel de continuar con este acoso».
Emiratos Árabes Unidos, que hace cinco años normalizó relaciones con el Estado judío, ha endurecido su postura y el asesor político del presidente, Afra al-Hameli, declaró que lo sucedido en Qatar fue «un ataque al sistema de seguridad conjunto del Golfo». La primera medida adoptada por los emiratíes fue prohibir a las empresas de defensa israelíes participar en la feria de seguridad en Dubái.
El golpe sorpresa de los israelíes no gustó a Donald Trump porque Qatar es un país aliado que alberga la mayor base de Estados Unidos en la región, pero su respuesta ha sido tibia para la gravedad del caso. La leve crítica desde la Casa Blanca hizo que Netanyahu amenazara a Qatar y «a todas las naciones que albergan terroristas» y difundió un video mensaje para decirles que o «expulsan» a la cúpula de Hamás o «la llevan ante la justicia, o lo haremos nosotros».
«Amenaza explícita»
Los cataríes calificaron estos comentarios de «islamófobos» e «imprudentes» y los recibieron como una «amenaza explícita de futuras violaciones de la soberanía estatal». El ministerio de Exteriores recordó que ellos acogen a la cúpula política de Hamás desde 2012 por petición de Estados Unidos, que vieron la posibilidad de establecer allí un punto de referencia para los procesos de mediación en las crisis de Gaza.
El portal Axios, con buenas conexiones con la Casa Blanca, publicó que Doha está reevaluando su acuerdo de seguridad con Estados Unidos, pero la Oficina Internacional de Medios de Qatar desmintió la información y aseguró que la alianza de los dos países «en materia de seguridad y defensa es más sólida que nunca y continúa creciendo (…) seguiremos trabajando juntos para promover la paz y la estabilidad mundiales». Esta rotundidad contrasta con el hecho de que Qatar ha sido atacado en apenas 3 meses por Irán, que disparó misiles contra la base estadounidense, e Israel y en ambos casos no han recibido apoyo de Washington.
Dudas sobre la cúpula de Hamás
Se mantiene la incógnita sobre el estado de salud de altos cargos de Hamás como Khalil Al Hayya, Zaher Jabarin o Khaled Mashal, aunque los medios israelíes ya hablan abiertamente de «fracaso» al referirse a la operación y lo atribuyen a un uso insuficiente de explosivo. Terminado el funeral en la mezquita Sheikh Mohammed bin Abdul Wahhab de Doha, la comitiva se dirigió al cementerio de Mesaimeer y allí aparecieron Izzat Al Risheq, Osama Hamdan y Husam Badran, tres altos cargos del movimiento.
Fawzi Barhoum, portavoz islamista, dijo que el intento de asesinato del equipo negociador se debió «al fracaso de Israel en alcanzar sus objetivos» después de 23 meses de guerra en Gaza. Barhoum reveló que el ataque tuvo como objetivo la vivienda privada de Khalil Al Hayya, jefe de la delegación negociadora, que perdió a un hijo y su esposa resultó herida.
Qatar se convierte en un nuevo frente para un Netanyahu que ultima los detalles del plan de invasión terrestre de Ciudad de Gaza y espera la llegada del secretario de Estado, Marco Rubio, para avanzar en el plan de expulsión de los palestinos de la Franja. El enclave vivió una nueva jornada sangrienta con al menos 60 muertos y los gazatíes siguieron un día más ignorando la orden de evacuación. El ejército calcula que más de 800.000 personas permanecen en Ciudad de Gaza a las puertas de la invasión.
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