El mal tiempo obliga de nuevo a regresar a Barcelona a la flotilla con ayuda para Gaza
Varias de las embarcaciones de la misión se han visto obligadas a dar media vuelta dos días seguidos por las tormentas aunque los activistas aseguran seguir «firmes» en su objetivo de llegar a la Franja
La flotilla humanitaria que zarpó el domingo de Barcelona con destino a Gaza se ha visto obligada a alterar su plan de viaje por segundo ... día consecutivo por el mal tiempo. Cinco barcos que integran la misión que pretende llevar comida y medicamentos hasta la Franja tuvieron que volver el lunes por la tarde a puerto debido a las «condiciones meteorológicas extremas» que se encontraron en alta mar. La tripulación de las embarcaciones más pequeñas decidió regresar por motivos de seguridad. «No está siendo un buen comienzo», ha admitido Yusuf Omar, uno de los participantes en la iniciativa, que ya el primer día por la noche tuvo que dar media vuelta por una tormenta.
La Global Sumud Flotilla salió el fin de semana del Moll de la Fusta con una veintena de naves -de entre doce y veinte metros de eslora- y unas trescientas personas a bordo, y se espera que a lo largo de esta semana se sumen otras embarcaciones desde puertos de Túnez, Grecia e Italia. Los primeros días de la expedición, sin embargo, no han resultado como se esperaba debido al mal tiempo. El domingo, apenas unas horas después de zarpar, tuvo que regresar una parte de los barcos a Barcelona por una tormenta. Y cinco de los que el lunes volvieron a retomar la ruta corrieron la misma suerte y de madrugada volvieron a Barcelona.
«Cuando pequeñas embarcaciones civiles deben realizar el trabajo que los gobiernos no han hecho, navegando para romper el asedio y poner fin al genocidio, los desafíos como estos son comunes», han criticado los impulsores de la flotilla, que insisten en que la misión continúa adelante. Algunas de las naves, sin embargo, no se encuentran en el mejor estado para poner rumbo de nuevo hacia Gaza, ya que «han perdido la radio e internet». Omar explica que el contacto que tienen ahora con las embarcaciones afectadas es sólo visual. Aun así, los activistas se muestran «firmes» en unirse en cuanto puedan a quienes saldrán en los próximos días desde otros puertos mediterráneos.
Algunas de las naves han perdido la radio e internet y el resto de integrantes de la expedición sólo pueden mantener contacto con ellas de manera visual
Además de enfrentarse a una meteorología adversa, la Global Sumud Flotilla sabe que tiene también al Gobierno de Israel en contra. El ministro hebreo de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, considera a los integrantes de la expedición terroristas al entender que tratan de socavar la soberanía del país y apoyan a Hamás. Como les ha ocurrido a anteriores misiones -a finales de julio, la más reciente-, los activistas corren el riesgo de ser detenidos por las fuerzas israelíes y que sus embarcaciones queden retenidas.
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