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El periodista Jamal Khashoggi. Reuters
La Fiscalía turca pide la detención de dos colaboradores del heredero saudí por el asesinato de Khashoggi

La Fiscalía turca pide la detención de dos colaboradores del heredero saudí por el asesinato de Khashoggi

Los sospechos son un asesor del heredero de Arabia Saudí y el número dos de la inteligencia en el exterior del país

Anje Ribera

Miércoles, 5 de diciembre 2018, 11:05

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La Justicia turca ha dado el primer paso para procesar a los presuntos autores del asesinato del periodista disidente saudí Jamal Khashoggi en el Consulado del país árabe en Estambul. La Fiscalía acaba de dictar una orden de arresto contra dos altos cargos saudíes, según informa la televisión pública otomana TRT.

Las mismas fuentes aseguran que los acusados pertenecen al círculo íntimo del príncipe saudí, Mohamed bin Salman, Se trataría de Saud al-Qahtani, un destacado asesor del heredero, y el general Ahmed al-Asiri, número dos de la agencia de inteligencia en el exterior del reino.

La oficina del fiscal asegura que ha llegado a la conclusión de que hay una «fuerte sospecha» de que Al-Qahtani y Al-Asiri, quienes fueron apartados de sus cargos el pasado octubre, estuvieron entre quienes planificiaron el crimen. Este paso judicial vendría al parecer motivado por el convencimiento de que las autoridades saudíes no emprenderán acciones formales contra estas personas.

Tras negar inicialmente la muerte del periodista, crítico con la casa real saudí, finalmente Riad terminó reconociendo que murió durante una operación encaminada para convencerle de que volviera a Arabia Saudí, ya que llevaba más de un año viviendo en el exilio en Estados Unidos.

Las circunstancias exactas de la muerte han ido variando con el paso del tiempo, pero se cree que habría sido descuartizado tras ser ahogado con una bolsa de plástico y Riad asegura que entregó sus restos a un colaborador local. Por ahora, el cuerpo no ha sido hallado pese a los esfuerzos en su investigación de las autoridades turcas.

El asesinato ha puesto en el punto de mira al príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, quien gobierna de facto el país y que se da por hecho que estaba al tanto de lo que ocurría en el interior del Consulado en Estambul, pese a que Riad insiste en que ni él ni el rey sabían nada de la operación.

Precisamente ayer, la pasada madrugada en España, cargos pesados del Partido Republicano en el Congreso estadounidense acusaron al príncipe heredero de estar detrás del brutal asesinato del periodista tras recibir información de primera mano de la directora de la CIA, Gina Haspel. «De presentarse ante un jurado en un tribunal», señaló el senador Bob Corker, Salmán «estaría condenado en treinta minutos». «Hay que estar ciego», opinó su colega Lindsey Graham, para no ver que el príncipe saudí «está totalmente involucrado».

Estas acusaciones muestran una fractura total con la Administración de Donald Trump, que insiste en exculpar a Riad, gran socio económico de Estados Unidos. Tanto el presidente como su secretario de Estado, Mike Pompeo, insisten en que no hay pruebas concluyentes y que es imposible acusar al régimen del reino.

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