Zelenski cesa a su mano derecha y negociador del acuerdo de paz por sospechas de corrupción

El caso se movía este viernes en el terreno de los indicios. El exjefe de gabinete, de hecho, no había sido imputado rodavía de delito alguno por el juez. Algunos medios señalaban que las sospechas sobre él no estarían directamente conectadas a las mordidas sino a una derivada; a intereses inmobiliarios que habrían aflorado durante una conversación grabada a uno de los principales cabecillas de la red corrupta. Yermak desconocía que figuraba entre los vigilados por la agencia. Cuando la «organización criminal» comenzó a desmoronarse a principios de noviembre, la Fiscalía avisó de que habría nuevos implicados, pero nadie apuntó en dirección al asesor principal del presidente.

El mandatario iniciará este sábado consultas para designar a un nuevo hombre fuerte de su gabinete. El golpe ha sido especialmente duro. En sus primeras declaraciones tras los registros, el presidente ha evitado las referencias a la red de mordidas y ha preferido centrarse en hacer un llamamiento a cerrar filas ante la invasión rusa. «Ante un desafío externo como la guerra, debemos ser fuertes internamente. Centraremos toda nuestra fuerza en la defensa de Ucrania. Todos debemos actuar así, en beneficio de nuestro Estado, y defenderlo. Este es un principio inmutable», ha señalado antes de anunciar que «próximamente se celebrarán reuniones con la parte estadounidense», las mismas que hasta ahora lideraba su cesado jefe de gabinete.

El registro de la oficina y la vivienda de Yermak ha conmocionado a los ucranianos y extiende su impacto a la comunidad internacional como las ondas de un estanque. Las dos principales agencias contra el fraude, la Oficina Nacional Anticorrupción (NABU) y la Fiscalía Anticorrupción (SAP) han entrado este viernes en la sede de la Presidencia e inspeccionado las dependencias que ocupa el asesor. Yermak, acompañado en todo momento por su abogado, afirma haber colaborado con los agentes y se encuentra pendiente de los resultados de la investigación, que determinará si es acusado formalmente de algún delito.

Las pesquisas le relacionan con la trama corrupta de altos cargos políticos y administrativos que cobraban sobornos de los contratistas de la empresa pública de energía nuclear en medio de la guerra, mientras los ciudadanos sufrían graves apagones bajo las bombas rusas. Estas personas, poseedoras de información privilegiada, se llevaban mordidas del 10% al 15% de los socios de la compañía Energoatom, por un valor que superaría centenares de millones de dólares.

El impacto resulta más que notable. Yermak dirige la oficina de Zelenski y es un hombre de su máxima confianza. Lidera además las conversaciones sobre el plan de paz en un momento esencialmente crítico. Hace escasos días regresó de Ginebra (Suiza), donde se reunió con el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, para modificar el proyecto de Donald Trump e introducir diversas condiciones antes de presentárselo al presidente ruso, Vladímir Putin. Se comenta que el caso de las mordidas está siendo ampliamente discutido en Washington y el FBI ha abierto una investigación propia sobre posible lavado de dinero negro. Todo ello podría dejar a Zelenski de nuevo en un estado de enorme debilidad frente a la Casa Blanca.

Finalmente, este último escándalo de corrupción, el más importante de toda la presidencia de Zelenski en guerra pero no el único, se produce cuando la Unión Europea abre más los brazos a Kiev. En el prolongado viaje de Ucrania hacia la UE, la principal reticencia de Bruselas para la adhesión ha sido siempre la corrupción sistémica en el aparato gubernamental de la exrepública. Cuando la URSS se disolvió y el país obtuvo la condición de Estado, los militares rápidamente vendieron gran parte del arsenal soviético almacenado en su territorio a terceros países, sobre todo africanos. La Unión ha puesto innumerables deberes a Zelenski para arreglar esta situación, pero algunos medios señalan ya que el nuevo y grandioso episodio de corruptela puede hacerle retroceder cerca de la casilla de salida.

Unos diez agentes han sido grabados este viernes por los medios de comunicación cuando entraban en el barrio de Kiev donde se encuentran las sedes del Gobierno. Las agencias anticorrupción se ahorran de momento todo detalle sobre la operación. Pero los medios nacionales aseguran que se encuentra supuestamente vinculada al reciente descubrimiento de la red de cobro de sobornos en el sector energético con la implicación de antiguos altos cargos gubernamentales.

La Oficina Nacional Anticorrupción se limitó a certificar la existencia de «acciones de investigación al frente de la oficina del presidente de Ucrania». Yermak, por su parte, aseveró en un comunicado que «los investigadores no tienen ningún obstáculo» y existe plena colaboración con la Justicia, «Se les dio pleno acceso al apartamento; mis abogados están en el lugar, interactuando con las fuerzas del orden. Por mi parte, cuentan con toda mi cooperación», ha precisado.

La trama corrupta salió a la luz a principios de noviembre, pero estaba bajo el radar de Anticorrupción desde tiempo atrás. De hecho, los agentes habían grabado más de mil horas de conversaciones entre los sospechosos. En alguna de ellas, uno de los acusados se lamentaba de gastar dinero en infraestructuras eléctricas que Rusia seguramente destruiría cuando podía ser robado. Otro individuo, apellidado Fursenko y que pudiera tratarse de un contable de la red, llegó a ufanarse durante un viaje a Bermudas que «llevar 1,6 millones de dólares es un placer», según parece desprenderse de las pesquisas.

La trama estaría compuesta entre otros por exministros y altos cargos políticos, ligados en algunos casos al círculo del presidente. Destaca la figura de Timur Mindich, magnate, amigo personal de Zelenski y copropietario de Kvartal 95, la productora de televisión que lanzó al estrellato al mandatario kievita. El 10 de noviembre, decenas de agentes de la NABU allanaron media docena de oficinas y apartamentos que el financiero posee en un lujoso edificio de la capital. En uno de esos apartamentos Zelenski celebró su cumpleaños en 2021. Eran otros tiempos.

Mindich es uno de los desaparecidos en esta operación. Horas antes de que los funcionarios entraran en sus propiedades, él ya cruzaba la frontera de Polonia. No es el único caso. Una alto cargo del Departamento de Energía se marchó de su casa justo unos minutos antes de la llegada de los agentes. Otros dos implicados decidieron quedarse en Israel, donde había ido en viaje de asueto. En uno de los registros se encontraron documentos que probaban una vigilancia al jefe de la investigación en la agencia anticorrupción. Muchos medios consideran que las filtraciones han sido notorias.

Derive o no en una acusación formal contra Yermak, el hecho de que se registren sus propiedades vuelve a poner este viernes el escándalo sobre la mesa. Zelenski denunció la trama corrupta y despidió a dos de sus ministros al poco de conocerse. Sin embargo, no ha disipado las dudas sobre si conocía la existencia de fraudes o irregularidades dado el número de implicados y su cercanía a ellos, como en el caso de Mindich o el exministro de Energía Herman Galushchenko.

Los registros suponen un duro golpe dentro de un enorme escándalo que ya deja secuelas Las consecuencias, de hecho, no han tardado en llegar al presidente, cuyos índices de popularidad han caído sensiblemente mientras se refuerza la oposición política. Nunca antes la corrupción se ha asomado tan cerca del jefe del Estado, a quien se le abre otro crudo frente de combate, pero en esta ocasión en su propio Gobierno.