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EFE
Los militares, la columna vertebral de Maduro

Los militares, la columna vertebral de Maduro

De los 32 ministros, nueve son de procedencia castrense, uniformados que dirigen la petrolera y la inteligencia estatal

COLPISA/AFP

Caracas

Jueves, 10 de enero 2019, 16:03

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El gobierno de Nicolás Maduro es un fenómeno telúrico continuo, pero el mandatario sigue en pie. Este jueves asume un nuevo período de seis años al que no habría llegado sin su principal sostén: los militares. No cesa de agradecerles «tanta lealtad y disciplina», que premia con vasto poder en el gobierno y la economía.

Hoy, el presidente navega con sus generales en la misma balsa, y su investidura será reconocida por la Fuerza Armada en un acto especial este jueves. La cuota militar en el Ejecutivo fue de 25% en tiempos del fallecido líder y teniente coronel Hugo Chávez (1999-2013). Con Maduro llegó a 43,7% en 2017 y hoy se ubica en 26,4%, según la ONG Control Ciudadano.

De 32 ministros, nueve son militares y dirigen carteras como Defensa, Interior, Agricultura y Alimentación, además de la petrolera PDVSA -que aporta 96% de los ingresos del país- y el servicio de inteligencia.

«Los ministerios ya no representan fuentes de riqueza como antes. Los militares prefieren manejar» la importación y venta de alimentos subsidiados, dijo a AFP Rocío San Miguel, presidenta de Control Ciudadano, sobre la merma en el gabinete.

Un cadena de televisión, un banco, una ensambladora de vehículos, una constructora y una compañía minera, petrolífera y gasífera refuerzan la influencia de los militares, que según analistas creció a medida que Maduro se hacía más impopular. No en vano el mandatario considera a la Fuerza Armada la «columna vertebral» del país, que pasó de ser uno de los más prósperos de América Latina a padecer la peor crisis económica de su historia moderna. Venezuela tiene 365.315 efectivos y 1,6 millones de milicianos civiles.

Además del respaldo militar, Maduro cuenta con amplio control político. El Parlamento es el único poder que el oficialismo no domina, pero fue sustituido en la práctica por una Asamblea Constituyente 100% chavista.

A la gratitud de Maduro, la cúpula militar -que pomposamente se declara «chavista, nacionalista y antiimperialista»- responde con frecuentes declaraciones de «lealtad».

En vísperas de la investidura, ignorando el llamado del Legislativo a respaldar un «gobierno de transición», el alto mando expresó su «irrestricto apoyo» al presidente, considerado ilegítimo por Estados Unidos, la Unión Europea y varios gobiernos latinoamericanos. «Maduro se apoya en los militares, y estos, en Maduro, para beneficiarse económicamente y evitar ser objeto de medidas judiciales posteriores a una derrota del régimen», comentó a AFP el politólogo Luis Salamanca.

Otros especialistas como Benigno Alarcón creen que el empoderamiento a los uniformados opera como un «chantaje» para hacerlos corresponsables de la crisis y vulnerables a juicios por corrupción y violaciones de derechos humanos.

«El diablo en los cuarteles»

Pese al empeño por mostrar una Fuerza Armada monolítica, el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino, admite que el «diablo» ronda los cuarteles. Dos generales figuran entre los 25 detenidos por un presunto atentado contra el mandatario el pasado 4 de agosto, cuando dos drones cargados de explosivos estallaron cerca de una tarima donde encabezaba un acto militar.

Unos 180 efectivos fueron detenidos en 2018 acusados de conspirar contra el gobierno, según San Miguel. «El gobierno venezolano ha arremetido brutalmente contra militares acusados de conspiración», denunció José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch.

En septiembre último, 'The New York Times' reveló que diplomáticos estadounidenses se reunieron con militares que tramaban un golpe de Estado finalmente abortado. Posterior a ello, el presidente Donald Trump dijo que si los uniformados quisieran podrían derrocar a Maduro, quien denuncia que la Casa Blanca tiene listos 120 millones de dólares para «comprar» oficiales.

Asegurando que ya existen «fracturas», el exiliado expresidente del Parlamento, Julio Borges, considera que la Fuerza Armada es «el último eslabón» para lograr la caída de Maduro. «No se equivoquen», suele responder Padrino a esos planteamientos.

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