Instalan vallas en un punto de baño prohibido en el canal de Picassent para prevenir accidentes
La Policía Local extrema la vigilancia en verano para evitar que naden en el cauce por motivos de seguridad
Ada Dasí
Horta
Viernes, 12 de agosto 2022, 16:54
Los baños en zonas no habilitadas y peligrosas se cobran varias vidas a lo largo del año y aunque hay cartelería de advertencia los más osados siguen lanzándose al agua sin prever las consecuencias. Uno de estos puntos negros es La Presa de Manises, donde el jueves se ahogó un padre que trataba de salvar a su hija.
En esta misma situación en la comarca de l'Horta está el canal Júcar-Turia a su paso por las localidades de Torrent y Picassent, donde es frecuente ver a grupos de adolescentes refrescándose en sus aguas a pesar del peligro que entraña.
No obstante parece ser que la temeridad de darse un chapuzón en estas zonas ha ido decreciendo y según la Policía Local de Picassent este año no han registrado ninguna incidencia de este tipo. También ha ayudado a ello, el vallado que ha instalado la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) en una de las zonas más propensas para estos baños en el paso del canal por la urbanización del Alter, coincidiendo con una rampa de acceso para el paso de vehículos que trabajan en el cauce.
El cuerpo local incrementa la vigilancia en verano para evitar accidentes y la forma de actuar de los agentes es ordenarles que salgan del agua y proceder a la identificación d ellos infractores. Después, se envían sus datos a la CHJ para que actúe en consecuencia, como medida disuasoria.
Nadar en ríos y canales
El director de formación de la Federación de Salvamento y Socorrismo de la Comunitat Valenciana, Salvador Perelló advierte de la peligrosidad que existe en los canales y en los ríos. En los primeros "la paredes están inclinadas y con musgo lo que dificulta poder salir del agua".
En cuanto a los ríos, la cosa se complica mucho más. "Los fondos son irregulares, hay vegetación y azudes en los que se forman remolinos y la corriente entre las piedras provoca un efecto de succión", alerta. De hecho, el hombre que se ahogó en la Presa de Manises hace unos días se tiró a salvar a su hija junto a María, una joven que estaba presente en esos momentos. Ambos llegaron hasta donde estaba la niña pero como explicó María, "tuve que soltarla porque no podía avanzar y me ahogaba".
Perelló insiste en que en estas situaciones se "debe esperar a los servicios de emergencia" porque se han producido muertes de personas que se han lanzado al rescate y no han podido conseguirlo. "Lo que recomiendan los monitores de rafting es tumbarse de espaldas y utilizar las manos para esquivar los obstáculos o cogerse a alguna roca", añade.
El experto en salvamento y socorrismo apela a la "concienciación" porque son espacios de riesgo, independientemente de que se sepa nadar o no, y añade que los carteles de advertencia "no son suficientes", aunque la competencia de la seguridad en estas zonas se quedan en un vacío legal.
Accidentes
Los accidentes más cercanos en el tiempo en la comarca son de hace menos de una década. En agosto de 2016, un hombre de 71 años falleció ahogado en una zona prohibida para el baño en la depuradora de la presa de Manises-Ribarroja en el Parque Natural del Turia. En este mismo lugar pereció un joven de 26 años, vecino de Xirivella y de origen africano, en 2010, arrastrado por la corriente, que se tiró a salvar al hijo de una amigo.
En el año 2015, otro suceso en el Assut de la Sèquia de Mislata no llegó a acabar en tragedia porque un hombre de 52 años logró sacar del agua a un joven que se tiró para salvar a su perro.
