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J. V.
Lunes, 1 de mayo 2023, 11:52
Unos 800 vecinos se manifestaron el domingo de forma pacífica por las calles de Meliana contra del sistema de recogida de basura puerta a puerta que el Ayuntamiento ha implantado en el municipio. La acumulación de residuos en algunas calles de la localidad ha indignado y ha sacado otra vez a la calle a los afectados.
Los vecinos comenzaron a concentrarse sobre las seis de la tarde del domingo en la ermita en la avenida de Santa María y recorrieron las calles del pueblo, con pancartas y coreando mensajes contra la acumulación de basura en las aceras, hasta llegar a la plaza Mayor, delante de la Casa Consistorial, donde leyeron un comunicado.
El Partido Popular se sumó a la manifestación para mostrar su apoyo a los vecinos afectados y el rechazo a un servicio municipal que causa un gran malestar en el pueblo. Según los organizadores de la manifestación, cerca de un millar de personas se unieron a la protesta.
Los vecinos y comerciantes se quejan de los problemas que conlleva este servicio al tener que quedarse la basura en casa los días que no hay recogida debido al limitado horario para sacarla a la calle. Además, las personas mayores con problemas movilidad y una vecina invidente tienen dificultades para cargar los cubos o sortear las basura en las aceras.
La mayoría de vecinos está a favor del reciclaje, pero rechazan el modelo implantado por el Ayuntamiento de Meliana. «Desde el viernes no han pasado a recoger la basura en algunas calles, y esto se está convirtiendo ya en un problema de salud pública. El sistema no funciona y prueba de ello es como se acumulan los residuos en las aceras», afirma indignado un vecino.
«Los pañales de bebés y de las personas ancianas tampoco se recogen todos los días y tenemos que tener esos residuos en casa», señala otra vecina. Los cubos están identificados con un código de barras que corresponde al domicilio, y «no estamos de acuerdo porque se vulnera el derecho a la intimidad», añade la mujer.
Como ya informó LAS PROVINCIAS, los vecinos se enfrentan a diario a un sudoku para atinar el día que toca bajar cada tipo de residuos en los cubos que se han repartido entre la población e incluso hay días en algunas de las tres zonas en las que se ha dividido el municipio en los que no pasan los camiones de la recogida.
El problema es que las bolsas que se bajan sin depósito se quedan en la vía pública, colgadas en los totems o sobre las aceras, ya que no es posible identificar a qué fracción corresponden.
La asociación de comerciantes también está en contra de este sistema de recogida de basura por el problema que representa tener los totems a las puertas de los establecimientos.
La implantación de este sistema se llevó a cabo tras la aprobación de plan de residuos municipal en diciembre de 2021 en el que se establecía el puerta a puerta como el más adecuado para el municipio, por la recogida separativa en origen.
Desde el consistorio advierten de que en 2023 entra en vigor el impuesto estatal que grava mucho más el vertido. Además se han fijado objetivos muy exigentes del 55% de recogida separada en el origen.
El Partido Popular acusó al equipo de gobierno de Compromís en el pleno de «falsear a su favor» los datos en cuanto al supuesto aumento del nivel de reciclaje en el municipio.
«No entendemos cómo los políticos y los poderes públicos permiten el empeño del alcalde en imponer un sistema ineficaz, costoso y que incita a dejar de reciclar porque es muy complicado. Además, el alcalde miente de forma descarada en las cifras de recogida y selección basura», asegura otro de los vecinos que acudió a la manifestación.
«Tampoco entendemos cómo no toman medidas otras instituciones públicas. Esto ya es un problema de salud publica cuando se acumula la basura en la calle», añade el manifestante.
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