Elisabetta Canalis enseña un pezón en el Baile de la Ópera de Viena
El espectacular y escotado vestido rojo de la ex de George Clooney le jugó una mala pasada y acabó enseñando los pezones durante su baile con el octogenario constructor vienés Richard Lugner
agencias
Viernes, 13 de febrero 2015, 18:47
La actriz italiana Elisabetta Canalis y la modelo británica Naomi Campbell han protagonizado el Baile de la Ópera de Viena, el clímax del carnaval austríaco que cada año atrae a miles de personalidades del mundo del arte, la política, el deporte y la economía para bailar valses y polcas. Pero sin embargo, una brilló más que la otra. O al menos captó más flashes. Esa fue la ex de George Clooney.
Canalis, que fue invitada al baile por el anfitrión, el octogenario constructor vienés Richard Lugner -que cada año paga a una famosa para que lo acompañe al elegante y elitista baile-, sufrió un percance que la prensa local vienesa no duda en tildar de montaje.
El escotado vestido rojo de la actriz le jugó una mala pasada dejando al aire sus pezones durante un momento del baile, concretamente a ritmo de Stauss. La prensa asegura que el incidente estaba completamente ensayado ya que, curiosamente, había un grupo de fotógrafos cerca de ellos en ese momento.
Naomi Campbell, con un vestido largo y abrigo de piel blancos, fue la otra sorpresa de la noche, pues anunció tan solo dos horas antes del inicio del baile (22.00 hora local) su participación, cuando a las 20.00 hora local tuiteó que había aterrizado en Viena para ir a la gran fiesta. La modelo fue la invitada de Kathrin Glock, la esposa del fabricante de armas Gaston Glock (creador de las pistolas Glock).
Otras personalidades conocidas
Otra de las conocidas personalidades en esta edición número 59 del evento fue el actor austríaco Helmut Berger, conocido sobre todo por su participación en varias películas de Luchino Visconti. Debido a una rotura del tobillo, Berger llegó en silla de ruedas, con las uñas de los pies de su pierna herida al aire, pintadas de rojo.
Después de la clásica entrada de los jóvenes debutantes, cantantes líricos y bailarines protagonizaron el espectáculo de inauguración. Aquí, la estrella internacional fue el barítono español Carlos Álvarez con el aria 'Finch'han dal vino, calda la testa', conocida más como 'Aria de Champán', de la ópera Don Giovanni de Wolfgang Amadeus Mozart.
El Ballet Estatal de Viena actuó en blanco brillante y plata, y, entre otros, danzó al son del 'Kaiserwalzer' (El vals del emperador) de Johann Strauss hijo, en una coreografía en la que la solista, Ketevan Papava, encarnó a la princesa Elisabeth, Sisi. Precisamente fue el marido de Sisi, el entonces joven emperador Francisco José, el iniciador de este evento, pues en 1854 dictaminó que el nuevo teatro lírico de la avenida del Ring, no se usara únicamente para óperas y ballet, sino también para bailes. La tradición, aunque con interrupciones, se ha mantenido hasta hoy y ahora es el presidente de la república alpina, Heinz Fischer, quien inaugura lo que ha calificado como "la fiesta más austríaca de las fiestas".
El baile de todos los bailes
Tras escuchar la esperada llamada del "alles walzer" (todos al vals), cientos de parejas inundaron el patio de butacas convertido en una pista de baile para moverse juntos al compás de la música ligera del siglo XIX. Criticado por algunos como anacrónico, "el baile de todos los bailes", como también se le conoce, sigue siendo un acontecimiento clave para la alta sociedad y todo el que es algo, o pretende serlo, en Austria.
Pero no es lo adecuado para las personas castigadas por la crisis: este año la entrada más barata (sin asiento) fue de 250 euros, y por el palco más caro, con capacidad para ocho a diez personas, se pagaron 18.500 euros. Pese a estos precios, todas las entradas se vendieron con antelación y un total de 5.150 personas, de obligatorio frac los hombres y vestido largo las mujeres, acudieron a la casa lírica de la avenida del Ring.