Polos gourmet, el penúltimo éxito de Glasol
La fábrica valenciana de helados artesanales suma a sus propuestas de este verano polos de hielo o de cremas
No hay buen verano sin refrescarse de cuando en cuando con un helado y si se trata de polos ya saben, es el genial invento de hacer un helado portátil con el sencillo sistema de que este los sostenga un simple palo, el palo del polo. Pues bien, Glasol, la histórica fábrica valenciana de helados artesanales han sacado una gama completísima de polos que están causando furor y con un común denominador, la calidad por encima de todo. Si son polos de frutas las hay de macedonina, fresas, mango y maracuyá o incluso de mojito (sin alcohol); las cremas heladas en polo son originales: flan, banana split, tarta de queso, dulce de leche, pistacho con chocolate blanco y la popular de chocolate Dubai.
El invento del chocolate Dubai
El chocolate Dubai es una exquisita barra de chocolate con leche rellena de sedosa crema de pistacho, tahini terroso y crujientes trocitos de masa knafeh, una suerte de fideos. Este fue creado en 2022 por FIX Dessert Chocolatier, con sede en Dubái cuando su fundadora, Sarah Hamouda, sintió la necesidad de crear algo único para satisfacer sus antojos de knafeh y pistacho durante el embarazo. El invento fue una genialidad y de ahí su fama corrió como la pólvora. El genio de Glasol ha sido ahora el de crear un helado con él y además convertirlo en polo.
Sí, Glasol se ha visto coronado siempre por el éxito desde 1999, cuando levantó su persiana en la Avenida del Reino de Valencia de la ciudad del Turia. Con ellos , con ella llegó un nuevo tiempo para las heladerías de Valencia, ya que los nuevos estilos y procesos, la calidad de sus ingredientes, darían un vuelco a la percepción que el público valenciano tenía de lo que es disfrutar de un helado artesano. Ana Pérez Greco había aterrizado algunos años antes en Valencia desde su Argentina natal y siendo conocedora del negocio, su hermano Marcelo ya triunfaba en su patria como maestro heladero, lo convenció para que cruzara el charco y emprendiera junto a ella en España.
Y es que la tradición heladera italiana, a través de la inmigración, arraigó en Argentina desde mediados del siglo XIX; se convirtió en una cuestión cultural, y esto ha llevó a que la heladería se convierta en una parte integral de la tradición argentina, con heladerías en cada esquina y una amplia variedad de sabores basados en la utilización de frutas frescas e ingredientes selectos y sobretodo en la técnica de cocinado que las convierte en cremas heladas de calidad.
Glasol replicó la fórmula, usando materias primas artesanales, frutas y añadiéndole un toque valenciano, de hecho sus helado gozan del marchamo de Artesanía Comunitat Valenciana. Con el tiempo, fueron abriendo otros locales en Valencia y su área metropolitana, incluso franquiciando la marca, llegan ya a la quincena entre unas y otras. El obrador heladero de Torrefiel que montaron para dar servicio a todas las heladerías se quedó pequeño y tuvieron que ampliar, construyendo una moderna fábrica de helados en la Pobla de Farnals, donde se prepara también su oferta pastelera, como alfajores argentinos, pasta frola, tarta de chocolate, de merengue o limón, fartons hojaldrados y también las populares empanadas argentinas.
Helados de éxito y horchata valenciana
Hay hasta 50 variedades de helados en su oferta, pero para que no se mareen cuando vayan a Glasol a disfrutar de ellos les recomendamos el ramillete de la fama: Dulce de leche, Luciana (leche entera, crema americana o nata vainillada, azúcar, dulce de leche y cookies), el helado de merengada o el de banana split.
Glasol también elabora su propia horchata de chufas con denominación de origen, obviamente con chufa DO Chufa de Valencia, y tanto para sus propias heladerías como a demanda de la hostelería, como sucede con los granizados de café, limón, mango y fresa.
La segunda generación de los Pérez Greco ya se ha incorporado a la empresa y están preparando celebrar su aniversario no más concluya el verano.