La cadena de restaurantes valenciana que da el salto internacional
Gonzalo Calvo comenzó en el mundo de la hostelería después de un fracaso empresarial en el sector inmobiliario y ha encontrado la clave del éxito
En una entrevista hace dos años, Gonzalo Calvo recordaba aquella complicada época en que la inmobiliaria de la que era propietario, Casas del Mediterráneo, tuvo ... que cerrar sus puertas. Fue una etapa muy dura, porque en aquel momento Gonzalo tenía 47 años, y surgió la pregunta: «¿Y ahora qué?». Más de quince años después, este empresario ha logrado, de nuevo, el éxito, y lo ha hecho a lo grande, a punto de dar un salto internacional bajo el paraguas de Saona, ese hijo que nació bajo dos premisas: ofrecer comida mediterránea a buen precio y en un ambiente estéticamente bonito.
Saona ha explicado en un comunicado que «acelera» en su expansión nacional e internacional a través del modelo de franquicias, después de haber abierto decenas de restaurantes en todo el territorio nacional gracias a sus cocinas centrales, que permiten estandarizar el producto que ofrecen. Así, el grupo de restauración liderado por Gonzalo Calvo «consolida su hoja de ruta hacia la internacionalización y para ello ha apostado por asociarse con grupos de franquiciados de sólida trayectoria y conocimiento local», detallan en el comunicado.
De hecho, sólo en lo que va de año, Saona ya tiene más de 65 restuarantes operativos y tiene en previsión que antes de acabar 2025 puedan estar abiertos más de 75. Y lo hará por medio de franquicias, «que garantizan la escalabilidad del modelo y la consistencia en la experiencia de marca».
Entre las últimas aperturas, destaca en la Comunitat Valenciana la inauguración del primer Saona en Heron City, en Paterna, y está previsto que se instale otro local en Alfafar. Además, el pasado 18 de abril abrió sus puertas en el centro comercial Aqua, mientras que en San Sebastián se abrió también en el mes de abril el tercer restaurante Saona y está pendiente otra apertura en Pamplona. Murcia y Madrid también han ampliado el número de restaurantes de la cadena valenciana con el modelo de franquicia, y las conversaciones para el salto internacional están avanzadas. De hecho, el pasado año ya anunciaron que estaban en conversaciones con grupos de Francia, Andorra y Portugal.
Va en el ADN de Gonzalo Calvo crecer, y lo decía en aquella entrevista en la que aseguraba incluso que ese era su hobby, reinvertir para hacer más grande un sueño que comenzó en 2013 con 30.000 euros, un pequeño local y un nombre, el de Saona, la cala de Formentera donde conoció a su mujer y donde le han pasado muchas cosas buenas, según explicaba él mismo.
De hecho, desde 2019 la compañía cuenta con el respaldo del fondo de inversión Miura Partners, especializado en escalar compañías con alto potencial de crecimiento.
Ahora, Gonzalo y el equipo de Saona quiere dar un paso más a la hora de ofrecer experiencias. «Más que un servicio, Saona busca construir vínculos emocionales con sus clientes. Que cada visita sea un acto de conexión con el estilo de vida Saona». Habla además de la importancia del equipo, de crear un modelo de restaurante y de cocina escalable con una optimización de márgenes y un avance en la digitalización para tomar decisiones apoyadas en datos y así atraer a franquiciados que puedan hacer crecer la marca Saona.
Sus hijos le han seguido los pasos y andan también metidos en el mundo de la restauración con proyectos como Voltereta o Begin, donde la estética del local vuelve a ser uno de los puntales del negocio, así como dar de comer producto local a buenos precios.
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