El bocadillo con torreznos de Soria que derrotó al covid y la dana
El bar Casa Nova de Albal combina bocadillos gourmet con producto de extrema calidad, tapas de sabor contundente como la oreja o la tortilla de patatas, y un cremaet que ya es parada obligatoria para muchos clientes
Nacho Roca
Albal
Viernes, 12 de septiembre 2025, 09:01
El Bar Restaurante Casa Nova, situado en la calle 9 d'Octubre número 82 de Albal, se ha consolidado como un referente de la cultura ... del almuerzo en la comarca. Un local donde se almuerza de verdad, con raciones generosas, atención cercana y una carta capaz de sorprender incluso al paladar más exigente. Borja Gimeno, su propietario, lleva al frente del bar desde hace seis años. «Cuando vino la pandemia no llevábamos ni un año abiertos. Fue muy complicado, pero nos obligó a replantear el negocio. Pasamos de una vitrina con menús más tradicionales a introducir la carta, y de ahí nació lo que somos ahora», recuerda. Esa apuesta derivó en catorce bocadillos premium, elaborados con mimo y con materia prima de primera.
Uno de los más recordados es el Casanova, que aún hoy conserva su tirón: jamón ibérico de bellota, queso curado, cebolla pochada y mayonesa de trufa. «Antes era el que más se vendía, ahora ha pasado a un segundo plano porque hemos ido creando más opciones, pero sigue siendo especial», admite Borja. El proceso de creación suele ser compartido «entre mi cuñada, mi mujer y yo, probamos distintas combinaciones y votamos. Así nació también el bocadillo ganador del Boniato d'Or, con torreznos de Soria».
La clave del éxito, explica, está en no bajar nunca la calidad. «Intentamos poner siempre los procesos más elevados; si es ibérico, que sea de bellota, si es potro, que sea entrecot». Esa filosofía se refleja en las opiniones de los clientes, tales como «bocadillos muy bien equilibrados, ideados con mucho cariño y con un producto de extrema calidad» o «este local entiende a la perfección la cultura del almuerzo y la lleva a un nivel superior».
La carta se ha convertido en el gran reclamo del local, con propuestas que van más allá de lo habitual. Entre los bocadillos más solicitados destacan el Sepia del Mediterráneo, con sepia y salsa verde; el Casa Potro, con entrecot, ajos tiernos y patatas; el Casa Trufada, con papada de cerdo a la plancha, pimientos, cebolla pochada y mayonesa de trufa; el Casa Burgos, con morcilla, queso de cabra a la plancha, cebolla pochada y tomate; el Casa Albal, de sobrasada, cebolla, beicon, queso y huevo; el Casa Campaña, con paté a la plancha, queso manchego, bacon y huevo; el Casa Ibérica, con jamón; el Casa Angus o el Casa Bravero, con pinchos de pollo. Opciones variadas que permiten elegir entre bocados clásicos y otros más innovadores, siempre con el sello de calidad de Casa Nova.
El bar abre de lunes a sábado, desde las siete de la mañana hasta las 13:00, y el ambiente es siempre madrugador. «Tenemos clientes de empresas cercanas que llegan a las seis y media para almorzar antes de entrar al trabajo», comenta Borja. La plantilla actual es pequeña pero suficiente para mantener la esencia de un servicio atento y familiar.
El paso de la dana de octubre de 2024 también afectó a Casa Nova, que tuvo que cerrar diez días por falta de suministro de gas. El local no sufrió daños directos, ya que el agua no alcanzó la calle con la fuerza de otras vías de la localidad, aunque sí se vio perjudicado por la interrupción del servicio. «Solicité la ayuda que salió y con eso pudimos volver a arrancar», recuerda el propietario, agradecido de que la clientela fiel regresara de inmediato.
Hoy Casa Nova es sinónimo de bocadillos contundentes, de una tortilla de patatas imprescindible, de tapas sabrosas y de un cremaet que ya se ha ganado fama propia. Un bar de barrio que ha sabido reinventarse sin perder la esencia, con producto de calidad, cercanía y pasión por el almuerzo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión