Estos son los cinco bocadillos que aspiran al título de mejor almuerzo

La cita, que forma parte de los Premis Cacau d'Or, ha contado con la presencia de figuras destacadas de la hostelería y la gastronomía valenciana. El jurado, compuesto por Juanjo Rausell, presidente del Gremio de Panaderos y Pasteleros de Valencia; Nuria Sanz, presidenta de la Asociación Valenciana de Empresarios de Restaurantes Federados; Paco Ahedo, responsable de Eventos de HEINEKEN España en Levante; y Paco Alonso, representante de la comunidad digital #LaCulturadelAlmuerzo, ha evaluado las propuestas en una cata a ciegas. Aunque el ganador se revelará el próximo 14 de diciembre, los cinco finalistas ya han recibido un diploma que reconoce su excelencia.

El camino hasta la final no ha sido fácil: más de 200 locales de toda la Comunitat Valenciana participaron en las fases iniciales del concurso, presentando sus propuestas para hacerse con el título del mejor almuerzo.

Bar Magallanes (C/Magallanes, 5, Denia) ha captado la atención con una propuesta que pone en valor los sabores tradicionales de la Marina Alta, elaborando un bocadillo que exalta los ingredientes locales y la sencillez bien ejecutada. Su receta destaca por el uso de figatells, un embutido fresco típico de la zona, que aporta una jugosidad y un carácter inconfundible al conjunto.

Este sabor tan característico se combina con berenjena y cebolla a la plancha, dos elementos que aportan textura y dulzura natural, mientras que la salsa de mostaza y miel se encarga de armonizar los sabores con un toque de suavidad y contraste. Es un bocadillo que representa la riqueza culinaria de Alicante, donde tradición e ingenio van de la mano.

Casa Baldo (C/ de Ribera, 5. Valencia) ha apostado por una propuesta más atrevida. Lo cierto es que su bocadillo combina ingredientes que evocan sabores conocidos pero con un giro inesperado: pollo campero como base principal, que aporta una textura tierna y sabrosa, y una tortilla de sobrasada ibérica, cuya intensidad se equilibra con la suavidad del queso brie.

El conjunto se remata con una mayonesa de miel de azahar, que añade un toque floral y delicado, sorprendiendo al paladar con cada bocado. Este equilibrio de lo rústico y lo refinado refleja el carácter gastronómico de Casa Baldo, apostando por una experiencia que trasciende lo cotidiano.

Desde Pelayo Gastro Trinquet (C/ de Pelai, 6, Valencia), han defendido una receta que combina tradición y creatividad, aprovechando ingredientes frescos de la huerta valenciana. Su bocadillo resalta por la berenjena rebozada, que aporta una textura crujiente, y los pimientos verdes confitados al romero, que añaden un toque herbáceo y aromático.

La panceta glaseada, jugosa y llena de sabor, se convierte en el elemento protagonista, contrastando con una mayonesa de ajo asado que intensifica los matices del conjunto. Es una elaboración que reivindica los sabores mediterráneos a través de una ejecución moderna, ofreciendo una experiencia gastronómica completa y más que satisfactoria.

Horchatería Cal Carrero (Camí Nou de Picanya, 41) ha sorprendido con una propuesta que aúna tradición y originalidad, destacando por su contundencia y equilibrio en los sabores. Su bocadillo combina la carne de potro guisada, que aporta intensidad y profundidad al conjunto, con el crujiente de las patatas paja fritas. A esta base se suma la sofisticación de una yema curada en soja, que añade un toque moderno y refuerza los sabores umami del conjunto.

Para equilibrar la contundencia de estos elementos, las cebollitas en vinagre aportan una frescura y acidez que aligeran el bocado, ofreciendo una experiencia completa y llena de matices que se disfruta hasta el último bocado.

Ca Rakel (C/ del Dr. Lluch, 9, Valencia), ganadora de la edición anterior, ha vuelto a demostrar por qué su cocina sigue siendo referente en la cultura del almuerzo valenciano. Su propuesta combina la intensidad de la carne de caballo con el dulzor delicado de la cebolla caramelizada en horchata, un guiño a los sabores más icónicos de la Comunitat Valenciana.

Este bocadillo se completa con una crema especial de queso, que añade suavidad y redondea el conjunto, creando una experiencia equilibrada y llena de sabor. La elección de ingredientes y su cuidada preparación reflejan el compromiso de Ca Rakel con la tradición local, reinterpretada con sutileza y creatividad.