

Secciones
Servicios
Destacamos
El altar de piedra, unos cuantos bancos amontonados llenos de polvo, el órgano y parte del retablo roto. Esto es lo que se conserva en ... el templo de la parroquia Nuestra Señora del Pilar de Catarroja, la más afectada por la dana del pasado mes de octubre. Seis meses después del desastre unos trabajadores colocan una de las puertas metálicas que el agua destrozó. La puerta principal y gran parte de las ventanas siguen pendientes de reparación.
En esta iglesia hay muchos espacios vacíos por la riada que se han llenado de esperanza y solidaridad. Y es que la catástrofe vivida en esta población ha servido para reafirmar la fe de muchos vecinos que se han volcado en ayudarse unos a otros y tanto Nuestra Señora del Pilar como María Madre, la otra iglesia de la localidad, han sido lugar de encuentro.
«Es muy emocionante recordar cómo llegaba la gente para ayudar dentro de todo este caos», comenta el párroco de Catarroja, José Vicente Alberola.
«Nos ha servido para valorar lo importante porque después de la dana no teníamos nada. Lo material es caduco y se necesita algo más, un apoyo en lo que es eterno y no perece, para mí Jesucristo. También he aprendido que necesitamos relacionarnos con el resto de personas», destaca Rosa, una de las feligresas de Nuestra Señora del Pilar.
Noticia relacionada
Entre la multitud de pérdidas materiales en esta iglesia, las principales la de las imágenes de la Virgen del Pilar y del Cristo que también fueron arrastrados por el agua y el barro y que no han podido ser recuperadas. «Al principio no sabíamos ni qué era lo que faltaba porque estaba todo por el suelo y entre el barro», explica el párroco que se sorprendió al ver que el torrente de agua también había sacado de la iglesia un gran armario donde se guardaba muchos elementos del día a día, entre otras cosas, la réplica del Santo Cáliz. Albentosa resta importancia a estas pérdidas «no dejan de ser imágenes, nos preocupaban más las personas». Y es que el agua alcanzó en el templo los 2,4 metros de altura, muestra de la catástrofe vivida en Catarroja.
La riada ha provocado que el suelo se hunda aún más ya que desde hacía tiempo estaba dañado al estar construido encima de la rambla por lo que el templo está clausurado hasta que se ejecute el proyecto de reconstrucción que ya está presentado.
Pese a todas estas adversidades esta iglesia no ha parado su actividad habilitando los espacios disponibles. De esta forma, las eucaristías se han trasladado a una sala al aire libre en la planta baja ya que al no funcionar el ascensor algunos feligreses no podían subir a la planta superior para acudir a misa. «Hemos pasado frío pero tenemos iglesia», comenta Encarna, una de las fieles de esta parroquia que ha sido adecentada gracias a la colaboración de los propios feligreses.
Después de seis meses, el párroco y un grupo de feligreses se ríen recordando anécdotas de aquellos días en los que no tenían nada y tuvieron que celebrar la primera misa cubriendo el altar con una colcha de una cama.
Aunque faltan muchos elementos ya tienen una pequeña imagen de la Virgen del Pilar, regalo de la Guardia Civil, que guardan con cuidado mientras no se está celebrando la eucaristía. Cuando el templo esté reconstruido recuperarán la imagen más grande de su Virgen ya que el Arzobispado de Zaragoza prometió que se les entregaría una copia, con columna, como la que esta parroquia custodiaba.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Destacados
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.