La incertidumbre
CARLOS PAJUELO
Martes, 26 de agosto 2025, 23:21
Miro al cielo. Me fijo en las nubes. No me fío de las estrellas y los horóscopos me resultan una especie de influencers antiguos con ... la ventaja de no querer venderte nada, salvo la creencia de que esa semana te va a pasar algo bueno, que la fortuna te sonreirá.
Se sabe que muchos dirigentes políticos consultan las cartas, creen en las adivinadoras y enfocan decisiones en función de esas lecturas. Y creo que así nos va. Recuerdo que en la Segunda Guerra Mundial el M16 británico consiguió 'colocar' a un agente como consultor astrológico de Hitler. Algunas 'adivinaciones' eran señuelos facilitados por el propio servicio secreto.
Ahora no estamos todavía en guerra, pero estamos sitiados por la propia Naturaleza y las decisiones de muchos de los que mandan, mejor sería que hablaran menos, y sirvieran para dotar de más recursos a quienes se juegan la vida por 1.200 euros, rodeados por el fuego arrasador.
Miro al cielo porque repentinamente cae granizo, agua a chorros y en quince minutos se acaba la fiesta. Tras la experiencia mortal de la dana, ha surgido el fuego y la casa sin barrer -me refiero a que nos coge con mucha declaración y algunas obras inacabadas-. Me invade la incertidumbre. ¿Qué es la incertidumbre? «La incertidumbre es la falta de seguridad, de confianza o de certeza sobre algo. Aparece en situaciones en las que no tenemos control total, en las que nos faltan respuestas e información, y nos puede generar inquietud, inseguridad, estrés, ansiedad e incluso miedo.»
En ocasiones he visto procesiones con la Virgen o el Santo del lugar rezando, implorando que llueva porque los campos necesitaban ese regalo suave del cielo para poder sembrar y cosechar para que coman los 'urbanitas'.
Se sabe que la fruta, el arroz, los piensos para los animales no nacen en los almacenes de Mercadona o Consum o en La Mareta de Lanzarote por mucho que vayamos a ver como va la cosa u ofrecer un Pacto de Estado que está bien, pero antes. Hay que ir a la Cheperudeta y poner allí velas y al tiempo acelerar las obras. ¿No?
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión