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El economía circular es un cruce de caminos entre los intereses ambientales, económicos y sociales. LP
Economía circular, con viento en popa a toda vela

Economía circular, con viento en popa a toda vela

El nuevo modelo se basa en el reciclaje y en maximizar el valor de los materiales cuando se acercan al final de su vida útil

Rafa Honrubia.

Jueves, 26 de septiembre 2019, 01:33

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Dar la vuelta al mundo puede ser lo que hizo Ellen MacArthur en 2005. Navegar 71 días seguidos para establecer el récord de navegación en solitario, sin asistencia y sin escalas. Superó en un día y ocho horas al francés Francis Joyon -aunque en 2008 recuperó el récord-. Moby es el nombre del multicasco de 23 metros de eslora con el que zarpó el 28 de noviembre de 2004 y con el que navegó 27.354 millas náuticas -50.660 kilómetros-. Hay que sumar muchas agallas para que el miedo no te paralice cuando olas de 20 metros se estampan contra tu embarcación, cuando los vientos inclementes de los cabos de Hornos y de Buena Esperanza no te dejan maniobrar, cuando te sientes atenazado por el frío extremo o cuando la soledad aparece sin comodín de la llamada. «Cuando recorría el océano austral, por debajo de Australia, las personas más cercanas estaban en la Estación Espacial Europea. Uno está en el mismo centro de la nada», recuerda la navegante británica.

MacArthur completó su hazaña el 7 de febrero de 2005. Pisó tierra 71 días, 14 horas, 18 minutos y 31 segundos después de haber partido en la isla francesa de Ouessant, en el Canal de la Mancha. «Ninguna experiencia en mi vida podría haberme dado una mejor comprensión de la definición de la palabra finito», asegura. El globo terráqueo se cerró sobre sí mismo tras ese viaje que MacArthur ya había acometido varias veces, aunque sin lograr el récord de velocidad. Pero esta vez el círculo se formó con una sensación nueva para ella. Durante aquellos días, la regatista tuvo que gestionar sus recursos de forma eficaz en un escenario hostil. Sin paradas para cargar nuevos productos, la reutilización se convirtió en su mantra.

Dar la vuelta al mundo puede ser lo que hizo Ellen MacArthur en 2010. Una vez dejó el deporte de alta competición se centró en un reto todavía más complejo. Inspirada en sus peripecias navales, pensó que gestionar la economía mundial, en realidad, no podía ser muy diferente de gestionar los recursos de un catamarán durante un viaje alrededor del mundo. «Es totalmente dependiente de materiales finitos que solo tenemos una vez en la historia de la humanidad», señala. Sumida en esta reflexión, la yatista dedicó los siguientes años a estudiar la economía actual y a entrevistarse con algunos de sus principales actores. Con esta información, diseñó un nuevo modelo, la economía circular, basado en el reciclaje y en maximizar el valor de los materiales cuando se acercan al final de su vida útil. La naturaleza no genera residuos y la economía debería aprender de ello para evolucionar hacia un sistema regenerativo.

Ese mismo año echó a andar la Fundación Ellen MacArthur, la precursora y mayor promotora mundial de la economía circular. Google, Ikea, Danone, Renault o Phillips son algunas de las grandes marcas que se han sumado al proyecto de la exregatista, que ahora dedica su vida a alertar sobre los problemas del consumo irresponsable y sobre la necesidad de apostar por modelos sostenibles que, entre otras cosas, ayuden a vaciar de plástico los océanos que durante años se dedicó a surcar.

La epopeya posee, como 'Moby Dick', el relato del que toma nombre la embarcación de MacArthur, un profundo simbolismo. El libro de Melville se publicó en 1851 pero la historia adquiere en estos días una rabiosa actualidad. Es un viaje hacia el abismo donde revolotea la metáfora del poder y de la ecología. El barco del capitán Ahab es una representación de la humanidad con marineros de todas las nacionalidades. La sordera de Ahab no es trivial, no quiere escuchar, no le importa cuántas vidas pueda costarle matar al gran cachalote blanco ni si la cacería conducirá el barco hacia el abismo. Ellen MacArthur eligió un nombre perfecto para su barco, aunque no lo supiera en ese momento.

mínimos residuos

La economía circular es un ciclo perfecto en el que los recursos vuelven a la vida infinitas veces. Un cruce de caminos entre intereses ambientales, económicos y sociales, un concepto relacionado con la sostenibilidad que intenta mantener recursos y materiales en la economía durante el mayor tiempo posible para generar los mínimos residuos posibles. «Se trata de implementar una nueva economía basada en el principio de cerrar el ciclo de vida de los productos, los servicios, los residuos, los materiales, el agua y la energía», dice la Fundación para la Economía Circular.

Estamos en un momento de transición hacia este nuevo postulado económico, tal y como reconoce el propio Gobierno de España, quien en estos momentos ultima la Estrategia Española de Economía Circular. Desde la Revolución Industrial el modelo que ha sustentado el crecimiento económico se ha basado en la utilización de recursos ambientales tras su paso por una cadena de producción y un consumidor que lo transforma en residuo, cuyo destino es, en el mejor de los casos, el vertedero. A esta forma de extraer, producir y consumir se le conoce como economía lineal, y va más allá de los residuos, también hace referencia al consumo desenfrenado, a la obsolescencia, etcétera. De la rapidez con que la sociedad afronte esta transición entre ambos modelos depende en buena medida nuestro futuro.

El informe 'Linear Risks', publicado por el Consejo Mundial Empresarial para el Desarrollo Sostenible, pretende servir como guía para que las empresas valoren los riesgos potenciales a los que se enfrentan si siguen empleando una estrategia lineal. Algunas de estas amenazas tienen procedencias complejas de descifrar, ya que no se refieren únicamente al agotamiento de los recursos, pueden surgir por los cambios en la demanda o en las normativas.

Muchas de estas amenazas ya están entre nosotros, el nacimiento de nuevos modelos de negocio puede afectar a las ventas de automóvil. La consultora PriceWaterhouseCoopers estima que en 2030 Europa contará con 80 millones de vehículos menos debido al acelerado desarrollo tecnológico y al auge del coche compartido. La incapacidad para adaptarse se hace palpable en el caso de algunas incineradoras, que ahora se ven obligadas a importar basura de otros países para amortizar sus costes. El incremento del reciclaje abre unos negocios y cierra otros. La transición de una economía lineal a una circular requiere de una actividad coordinada entre todos los actores: administraciones, sectores productivos y el conjunto de la sociedad. De lo contrario el fracaso puede ser estrepitoso. Hay que tener en cuenta que con las cifras de población estimadas para 2050 -10.000 millones, según el Fondo de Población de las Naciones Unidas- harían falta los recursos naturales de dos planetas más para satisfacer los modos de vida actuales. La cadena de suministros puede romperse en cualquier momento.

Nos hemos cansado de escuchar que las crisis son generadoras de oportunidades y, como los viejos refranes, esta frase esconde cierta verdad. Los escenarios que estudia la Agencia Europea de Medioambiente vaticinan que en 2030 la economía circular puede generar un beneficio de 1,8 billones de euros en toda la Unión Europea, lo que supone 0,9 billones más que el actual modelo. Es decir, que la instauración de la circularidad no solo tendrá beneficios ambientales asociados a la correcta gestión de los residuos, a la protección del suelo, de las aguas, del aire o del clima, sino que también proporcionará beneficios económicos y sociales.

Pero… ¿cuáles son los mandamientos de este modelo? ¿qué cambios implicaría? Aquí van: los residuos se eliminan de raíz, desde el diseño; la economía circular confía en la diversidad para mantener el equilibrio y la solidez, igual que los sistemas vivos; las fuentes de energía serán, cómo no, renovables; es necesario pensar en sistemas para una adecuada transición y para un funcionamiento adecuado; los precios deben reflejar los costes reales.

crecimiento económico

Según el documento 'Hacia una economía circular: motivos económicos para una transición acelerada', publicado por la Fundación Ellen MacArthur, el crecimiento económico, definido por el PIB, llegaría a partir de la actividades emergentes relacionadas con el nuevo modelo. En una senda de desarrollo económico circular el PIB europeo podría crecer hasta un 11% para 2030 y un 27% para 2050, comparado con los porcentajes del 4% y el 15% del escenario de desarrollo actual.

Pero las ventajas van más allá. La Fundación afirma que «los estudios actuales señalan los efectos positivos en el empleo en caso de que se adoptase la economía circular». El empleo crecería gracias, sobre todo, al aumento del gasto por una bajada de los precios -más ajustados a costes- y a la nueva mano de obra requerida por la industria del reciclaje de alta calidad. «A largo plazo, el empleo guarda correlación con la innovación y la competitividad, lo que debería fortalecer el escenario circular», apunta el informe. Entre las virtudes de una economía más innovadora también se incluyen mayor desarrollo tecnológico.

Para el medioambiente las ventajas parecen obvias y las cifras lo corroboran. Una senda de desarrollo económico circular podría reducir a la mitad las emisiones de dióxido de carbono de aquí a 2030 desde los niveles actuales. El informe habla de una reducción del 48% de las emisiones de dióxido de carbono para 2030 en movilidad, sistemas de alimentación y el entorno construido, o el 83% para 2050. Asimismo, reduciría el consumo de materias primas un 32% de aquí a 2030 y un 53% de aquí a 2050 con respecto a la actualidad. Por último, la reducción de residuos en la cadena de valor de la alimentación y la vuelta de los nutrientes al suelo incrementará el valor de la tierra.

Por su parte, las empresas podrían reducir los costes y aprovechar una nueva demanda de servicios, mientras que los ciudadanos mejorarán su renta y, además, se beneficiarán de unos precios más ajustados, de productos más útiles y menos obsolescentes y de una atmósfera más limpia. Aunque parece un sistema con muchas ventajas, un cambio de modelo nunca es sencillo. La circularidad ya se ha abierto camino en la economía lineal y ha ido más allá del concepto, muchas empresas y gobiernos la están testando, ahora solo hace falta cambiar la escala.

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