Los desafíos del vino en la zona de Requena
El presidente de la Cooperativa El Progreso de San Antonio advierte sobre la falta de relevo generacional y la necesidad de unir esfuerzos
María Agulló
Miércoles, 15 de octubre 2025, 06:00
La Cooperativa de Viticultores El Progreso de San Antonio (Requena) agrupa a más de 1.500 socios organizados en distintas secciones, siendo la bodega la más destacada. También dispone de otras áreas como la almazara, que se utiliza prácticamente para el autoconsumo de los miembros; la sección de crédito; y la de servicios, que permite a sus socios acceder a recursos que serían difíciles de conseguir de manera individual en un municipio con menos de 2.000 habitantes.
Integrada en la Denominación de Origen Utiel-Requena, donde la variedad Bobal es la más representativa, la entidad elabora vinos base que comercializa a otras empresas y embotella parte de su producción a través de Coviñas, la cooperativa de segundo grado a la que pertenece. El presidente de la cooperativa de San Antonio, Vicente Pérez, explica: «somos elaboradores y embotelladores, pero no de toda la producción. El vino que embotellamos lo comercializa Coviñas».
Retos del sector
Este año, la campaña se ha visto condicionada por las altas temperaturas, los efectos de la dana y el granizo caído en julio, lo que ha provocado una merma de entre el 15% y el 20% respecto a una cosecha normal. En total, se han recogido 14,5 millones de kilos de uva, frente a los 20 millones habituales. A pesar de la reducción, Pérez destaca la excelente calidad de la uva. «No recuerdo un año con unas uvas tan sanas», asegura.
El responsable de la cooperativa advierte que la principal preocupación del sector vitivinícola en la zona es la ausencia de relevo generacional. «Por desgracia, hace mucha falta el relevo generacional en el campo», lamenta Pérez. La escasa incorporación de nuevas generaciones amenaza, según explica, la continuidad de muchas explotaciones y de las propias cooperativas, que deben competir en un mercado cada vez más exigente.
En este sentido, Pérez plantea que el reto es unir fuerzas y concentrar bodegas. «Hace falta que las cooperativas seamos más competitivas para poder hacer frente a los gastos. Hoy en día, la exigencia del mercado requiere profesionales, buena maquinaria, servicios modernos y sistemas de elaboración avanzados», afirma. Desde su punto de vista, la fusión entre cooperativas permitiría ganar volumen, reducir costes y garantizar la rentabilidad de las bodegas de la comarca.
Otro de los ejes que marca el futuro del sector es reforzar la promoción de la DO Utiel-Requena y apostar por el embotellado como vía para aportar mayor valor añadido a los vinos locales. Esta estrategia, explica Pérez, permite ganar presencia en el mercado y competir en mejores condiciones con otras zonas productoras de gran volumen, como la DO La Mancha.
A nivel interno, el presidente destaca que el reto de la cooperativa es seguir desarrollando vinos y no perder capacidad de producción. «Tenemos que desarrollar más embotellado y ventas a través de Coviñas, ahí está nuestro futuro. Tener nuestro propio vino y, así, seguir avanzando», explica Pérez. También remarca la necesidad de continuar adaptándose al mercado con la máxima calidad: «Los tipos de vino que se consumen ahora no tienen nada que ver con los de antes».