Arqueología vegetal en Viver: el renacer de las uvas olvidadas
La Cooperativa de Viver recupera variedades Pampolat y Morenillo de vid en una apuesta por el paisaje, la identidad y el futuro del vino valenciano

Sandra Paniagua
Miércoles, 21 de mayo 2025
En los bancales soleados del Alto Palancia, en Viver, donde los almendros y los olivos custodian la historia rural de Castellón, hay una cepa que brota con raíces ancestrales. No se trata de una variedad comercial al uso, de esas que llenan los catálogos de los viveros industriales. Esta cepa, modesta y tenaz, es un testigo del pasado: una vid autóctona, olvidada durante décadas, que vuelve a aflorar gracias a la voluntad de una cooperativa y al empeño de una comarca por reencontrarse con su identidad vitivinícola.
La Cooperativa de Viver, situada en un pueblo de poco más de mil habitantes, puso en marcha en 2018 una de las iniciativas más sugerentes del nuevo ruralismo valenciano: la recuperación de variedades tradicionales de vid, muchas de ellas casi desaparecidas, adaptadas al clima mediterráneo y al terreno calizo de la zona. Se trata de una apuesta que combina la sostenibilidad, el patrimonio agrícola y la economía circular del territorio. «El proyecto de recuperación surge de nuestro compromiso con el territorio. Siempre hemos apostado por el origen, por recuperar lo que nos era propio y, por tanto, con lo que aquí se cultivaba antiguamente antes de que la filoxera arrasara con la viticultura de la zona. Además, buscábamos recuperar la biodiversidad genética y contribuir a la recuperación del patrimonio varietal vitícola español», señala Cati Corell, directora de Producto y Agroturismo de la Cooperativa de Viver.
En este empeño y arduo trabajo no han estado solos, tal y como comenta Corell. Empezaron primero consultando la bibliografía existente, principalmente de anuarios estadísticos del Ministerio de Agricultura, y publicaciones especializadas de la época entre 1889 y 1971, así como contactando con centros oficiales como Sanidad Vegetal de la Conselleria de Agricultura (IVIA), el Jardín Botánico de Valencia y Centro de Ampelografía, Viticultura y Banco de Germoplasma de Vid 'El Encín' de la Comunidad Autónoma de Madrid. «Asimismo hemos contado con la certificación genética mediante análisis de ADN del COMAV de la Universitat Politècnica de València. Esta última parte ha sido muy importante, puesto que queremos no solo recuperar el patrimonio vitivinícola, sino estar seguros de que lo que decimos es correcto. Como puede apreciarse, ha sido un trabajo muy intenso y por eso en nuestras botellas lo hemos denominado 'Arqueología vegetal'», apunta.
«Fruto de este trabajo nació 'Ochenta y siete cubos' en sus variedades Pampolat y Morenillo. Con estas ponemos en valor el trabajo de recuperación y el uso de los antiguos cubos de elaboración de vino en Viver. Se trata de unos vinos muy delicados donde tanto la fruta como la mineralidad están muy presentes».
Detrás de cada vid rescatada hay una historia. A veces, es la historia de una finca heredada que parecía inservible. O la de una familia que dejó el campo hace generaciones y regresa ahora, con otros ojos. También es la historia de un territorio que quiere seguir siendo él mismo sin renunciar al futuro.
El conocimiento del territorio logra revitalizar la comarca. Conscientes de ello, desde la Cooperativa de Viver se lleva años realizando una fuerte apuesta por el agroturismo. «La parte del agroturismo se puede resumir para nosotros en una frase: 'Lo que se conoce se puede valorar y defender'. Por eso para la cooperativa de Viver ha sido tan importante abrir las puertas de su casa para dar a conocer el proyecto y poner rostro a una iniciativa que busca defender lo autóctono, el origen, un territorio y una forma de trabajo. Buscamos poner el foco en que sea una visita lúdica además de didáctica, abierta a todos los públicos», apunta Corell.
En Viver, cada vid rescatada es también una puerta abierta al visitante: una invitación a conocer, valorar y brindar por un territorio que se fortalece al reencontrarse con sus raíces.
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