El hombre que terminó de hundir el 'sí se puede'
Héctor Illueca ·
El vicepresidente segundo pone fin a su corta carrera política
Héctor Illueca se despide de su corta carrera política como el piloto que terminó de hundir un barco con el nombre de 'sí se puede', ... que ya llevaba años tocado. El cabeza de lista de Unidas Podemos, cuyo discurso siempre ha recordado más a la clásica Izquierda Unida (IU) que a Podemos pese a ser la cara visible del segundo partido, ni tan siquiera ha conseguido un grupo parlamentario que recordase a los peores momentos del antiguo Partido Comunista de España (PCE).
Illueca, de 48 años, se despide tras poco más de dos años al frente de la Vicepresidencia Segunda y la Conselleria de Vivienda. Una cartera que asumió tras la marcha de Rubén Martínez Dalmau, el que fue candidato morado en 2019 que abandonó el cargo por sus diferencias con la líder del partido en la Comunitat Valenciana, Pilar Lima.
Cuando tuvo lugar esa crisis interna, Illueca estaba en el Ministerio de Trabajo junto a la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, como director general de Inspección de Trabajo. Un puesto para el que fue designado tras ser elegido diputado en las dos elecciones generales de 2019. Una materia que conoce bien y a la que se presume que volverá junto a la docencia.
Porque Illueca, de gesto templado e ideas que beben de la izquierda más clásica y académica, pertenece a esa rama de Unidas Podemos de vertiente universitaria y con formación superior. Tras estudiar Derecho en la Universitat de València se doctoró en la misma y comenzó a ejercer de profesor. Un trabajo que compatibilizó con su puesto en la Inspección de Trabajo.
De forma paralela estuvo vinculado durante años a Izquierda Unida a través de la organización Frente Cívico impulsada por el histórico dirigente comunista Julio Anguita. Una serie de círculos en los que conoció a Pablo Iglesias, con quien mantiene una relación incluso mejor que con Yolanda Díaz. Ambos se implicaron en su campaña con actos de importancia en Valencia y Alicante para tratar de impulsar la imagen del candidato más desconocido de la izquierda valenciana. Por lo que esta dolorosa derrota, en parte, también es suya y de toda la dirección actual de Unidas Podemos.
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