Fervor mariano también en otoño
La apoteósica coronación de la Virgen de la Asunción pone el broche a las representaciones del Misteri
GÓMEZ ORTS
Domingo, 2 de noviembre 2014, 00:04
Una vez más la Basílica de Santa María, incluyendo las numerosas personas que agolpaban en los accesos por las puertas laterales y Mayor del templo, que se extendían a la calle y plazas, vibró ayer tarde de entusiasmo, entre gritos de «¡viva!» y lágrimas, al producirse el momento culminante en que la Virgen de la Asunción es coronada en su entrada en el Cielo. Culminaban así las representaciones extraordinarias del Misteri de otoño, que tienen lugar en estas fechas en los años pares.
Y como siempre, en jornada de puertas abiertas, el templo estaba a rebosar, incluidos los lugares sin visibilidad, y la gente agolpándose en el exterior intentando vislumbrar el transcurso de la representación, algunos detalles o simplemente escuchando los preciosos cantos.
Representación que discurrió por los mismos parámetros de los días precedentes, pero naturalmente con un mayor grado de emoción, habida cuenta que se incluía la emotiva y apoteótica Coronación. En esta ocasión, el papel de San Juan lo interpretó Juanjo Hernández, en la misma línea que sus predecesores, es decir, de forma sobresaliente. El Ternari lo cantaron Guinot, Fernández y Cremades, estupendamente, y el reverendo Fernando Brotóns volvió a interpretar el papel de San Pedro, tanto por la mañana como por la tarde. El 'Par-Nos' corrió a cargo de Hernández, Román y Alvaro; el Cuarteto, con Orts, Espinosa, Caballero y Cremades; el 'Pro Hómens', por Guinot, Guilabert y Cremades, y Santo Tomás, como el primer día e igualmente de forma extraordinaria, Samuel Fernández.
Igualmente, tanto el Apostolado como la Judiada -esta capitaneada como Gran Rabino por el recuperado Francisco Adsuar-, realmente destacables, evidenciando el estupendo momento que atraviesa la Capella.
Vespra y procesión
Por la mañana, en la Vespra se despidieron los niños, volviendo Chinchilla a cantar el Ángel y Abad la María, con absoluta propiedad y gusto. Mientras que el Araceli fue interpretado en el primer acto por los niños Joan Navarro y Pablo Sánchez y los adultos Salvador Cotes y Luis Antón, y por la tarde, Manuel Abad, Salvador López, Luis Maestre y Antonio Esteve. Por último, la Coronación a cargo de los niños Javier Chinchilla y Pablo Sánchez y el reverendo Ramón V. Cano.
Tras el primer acto, se procedió a realizar la Procesión-Entierro con la Virgen yacente, por la calles del centro de la ciudad, con el mismo itinerario de costumbre, y entre lo cantos del 'In exitu Israel d'Egipto'.
Una atronadora cohetada recibió a la Mare de Déu al llegar al arco del Ayuntamiento, mientras las calles, desde el mismo inicio de la Basílica, se encontraban totalmente abarrotadas de público en ambas aceras.