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El presidente de la Federación Alemana de Organizaciones de Consumidores (VZBV), Klans Müller, posa en el Tribunal regional de Braunschweig, Alemania. EFE
Volkswagen afronta la primera demanda judicial colectiva en Alemania por el 'dieselgate'

Volkswagen afronta la primera demanda judicial colectiva en Alemania por el 'dieselgate'

El fabricante de vehículos asegura que la denuncia presentada por los consumidores es «infundada»

COLPISA/AFP

Madrid

Jueves, 1 de noviembre 2018, 14:03

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El fabricante de automóviles Volkswagen afronta a partir de este jueves la primera acción judicial impulsada por un grupo de clientes alemanes, a través de un procedimiento creado específicamente tras el 'dieselgate', el escándalo por los motores diésel 'trucados' del gigante alemán.

La Federación Alemana de Organizaciones de Consumidores (VZBV) ha informado que este miércoles ha presentado un escrito al tribunal de Brunswick, una localidad del centro de Alemania situada a unos pocos kilómetros de la sede de Volkswagen en Wolfsburgo. Los consumidores acusan al fabricante alemán de haber perjudicado de forma deliberada a sus clientes con la instalación de un programa informático que hacía que los vehículos parecieran menos contaminantes de lo que eran en realidad. «Volkswagen hizo trampa y debe recompensar a sus clientes», ha considerado Müller, presidente de VZBV.

Esta acción judicial se produce el mismo día en el que entra en vigor una ley que permite este tipo de recursos judiciales y dos meses antes de que prescriban ante la justicia germana los hechos relacionados con el 'dieselgate', una manipulación reconocida en 2015 por el mismo fabricante alemán. «Hasta dos millones de consumidores podrían beneficiarse» de esta acción colectiva alemana, consideró este miércoles la ministra alemana de Justicia, Katarina Barley, en una entrevista para el diario 'Handelsblatt', en la que se refirió únicamente a los clientes de Volkswagen.

No obstante, el gigante alemán insistió en que esta denuncia es «infundada». «Todos nuestros vehículos son técnicamente seguros y están autorizados a circular sin restricciones», ha considerado Volkswagen, que no tuvo que indemnizar a sus clientes, al menos de momento.

«Nos toman por imbéciles», ha asegurado indignado a la AFP Christian Säfken, propietario de un vehículo con el motor 'trucado' y que prevé «unirse a la demanda colectiva para mostrar que los consumidores no nos dejamos engañar».

Hasta que no se destapó el 'dieselgate', la legislación alemana no contemplaba acciones judiciales conjuntas de los consumidores. «Se trata de un avance importante», ha explicado Ralf Stoll, abogada de VZBV, ya que hasta ahora «muchos clientes tenían miedo del coste de un proceso judicial».

Precedente en EE UU

Este nuevo procedimiento judicial alemán no es comparable con las demandas colectivas que son habituales en Estados Unidos, pero permiten dar una sola respuesta a varios litigios. En concreto, si el juez acepta la demanda, los clientes podrán unirse gratuitamente al pleito interpuesto por los consumidores antes de que el tribunal de Brunswick se pronuncie sobre la responsabilidad jurídica de Volkswagen.

En el caso en que haya una sentencia condenatoria contra el gigante alemán, entonces los clientes deberán hacer valer sus derechos de forma individual. «Si hay un primer juicio en el que se diga que (Volkswagen) debe pagar (...) sería una locura que hubieran juicios individuales para cada uno de los denunciantes», ha declarado la ministra de Justicia en la televisión pública alemana.

El abogado de los consumidores prevé que «varias decenas de miles de personas» recurran a este procedimiento, mientras que en Alemania ya hubo 26.000 denuncias individuales por el 'dieselgate'.

Desde septiembre de 2015, este escándalo ha tenido un coste superior a los 28.000 millones de euros (31.800 millones dólares) para el gigante alemán, que reconoció haber 'trucado' once millones de vehículos. Solo en Estados Unidos, Volkswagen pagó medio millón de euros a sus clientes.

En cambio, la multinacional solo ha tenido que pagar dos multas en Alemania, valoradas en 1.800 millones de euros (2047 millones de dólares), y se ha negado a hacer grandes reparaciones o devoluciones a sus clientes. Según critican las asociaciones de consumidores, el Gobierno alemán se esforzó excesivamente en proteger los intereses de una empresa estratégica. Pero esta situación ahora está cambiando.

«Volkswagen recordará el 1 de noviembre como el día en que los guantes de boxeo de los consumidores se impusieron a los guantes de terciopelo de los políticos», ha destacado Klaus Müller, en declaraciones a la agencia DPA

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