El transporte valenciano pide soluciones para el colapso de las ITV: volver a privatizarlas o pasar las revisiones en el taller
La falta de conductores se consolida como principal problema para un sector que se sintió «ninguneado» por la administración durante la dana
El sector del transporte y la logística en la Comunitat Valenciana rema a contracorriente para salir adelante de la compleja situación que dejó la ... dana, en la que más de un millar de camiones se vieron afectados. De hecho, según las encuentas realizadas por la Federación Valenciana de Empresarios del Transporte y la Logística (FVET) entre las empresas del sector un 45% todavía no han podido recuperar la normalidad. La tardanza en los pagos por parte del Consorcio de Compensación de Seguros o la inacción por parte del Ministerio de Transportes para encontrar soluciones a la situación de los transportistas valencianos han lastrado una recuperación, que, sin embargo no lidera la lista de preocupaciones del sector en la Comunitat. La falta de conductores profesionales, el incremento de los costes y cada vez más el colapso de las ITV son los problemas que más afectan a las empresas valencianas del transporte.
De hecho, en la rueda de prensa de presentación de resultados de su encuesta anual, los transportistas han exigido soluciones urgentes para la problemática de las ITV en la Comunitat, que se ha convertido en «un problema muy gordo de los últimos años». La falta de personal en las estaciones valencianas obliga a las empresas de transporte a buscar alternativas para conseguir pasar la revisión en provincias vecinas, como Cuenca, Murcia o Teruel.
Las dificultades a las que deben enfrentarse los conductores particulares para conseguir la pegatina que permite circular con el permiso técnico en vigor se multiplican en el caso de los titulares de vehículos industriales, que no pueden presentarse al examen sin cita previa y apenas disponen de fechas disponibles en la mayoría de estaciones de la Comunitat.
Juan Francisco Ortega, vicepresidente de la patronal, considera que el problema de las ITV es «un problema de fondo», por lo que propone un cambio de sistema total. El representante de los transportistas ha utilizado los ejemplos de Yecla o de La Granja de Iniesta, donde conviven varias estaciones de ITV al estar liberalizado el servicio, para explicar que la reversión del sistema ha resultado ser un fracaso en el caso valenciano.
Ortega no sólo ha incidido en las complicaciones que afectan a los transportistas, sino que también ha asegurado que la administración autonómica está dejando de ingresar una buena cantidad económica debido a la marcha de camiones a otras autonomías para pasar la inspección técnica.
Desde la patronal aseguran que existen un contacto directo con la conselleria de Industria, de la que depende el servicio, aunque también advierten que ninguna de las propuestas ofrecidas por el departamento que dirige Marián Cano ha terminado de ser del agrado de las empresas del sector. En esa línea, el vicepresidente de la patronal ha mostrado su voluntad de ejecutar un cambio de raíz en el sistema de ITV: «O cambiamos el sistema y nos vamos a una liberalizacion o esto no tiene una solución rápida».
Además de la privatización -Ortega no ha aclarado si total o parcial- del servicio, los transportistas han recordado que en los últimos meses han propuesto diversas alternativas al Consell, entre las que destacan una mayor presencia de los talleres oficiales o particulares a la hora de realizar las revisiones. «Les hemos llegado a proponer que pasen las ITV los talleres», ha confesado el vicepresidente de FVET.
La falta de entendimiento con la administración es evidente, y se viene prolongando desde la dana. Sin embargo, tras la riada los transportistas encontraron un mayor apoyo por parte del gobierno valenciano, pese a no haber concretado qué medidas del recién presentado Plan Endavant pueden beneficiar al sector, que por parte del Ejecutivo central. Carlos Prades, presidente de la patronal, ha asegurado que el sector del transporte valenciano se ha sentido «ninguneado» por parte del Gobierno de Pedro Sánchez en los meses posteriores a la catástrofe.
«Después de 7 meses han empezado a llegar ayudas de la administración. Son ayudas, pero no son lo suficiente para un sector que siempre está el primero cuando toca recuperarse de una catástrofe», ha lamentado Prades, quien también se ha mostrado crítico con la forma de actuar del Consorcio: «El 45% de los afectados dice no haber recibido las indemnizaciones. Ha habido que contratar peritos externos para rebatir valoraciones que ha hecho el Consorcio».
Pese a ello, buena parte de la actividad se ha mantenido en las empresas del sector. En torno a un 47% de los encuestados dicen haber mantenido la actividad en lo que va de año a pesar de la dana y de las múltiples dificultades adicionales a las que deben enfrentarse las compañías. La mortalidad de pequeñas empresas y de negocios de autónomos que se vieron afectados por la dana avanza a un ritmo similar al de la integración de compañías, que empieza a avanzar a un ritmo más tímido del que le agradaría al presidente de la patronal. Pese a ello, las previsiones para el próximo semestre son positivas. «El último semestre del año pasado fue complicado por la dana, pero la previsión es razonablemente positiva. Los transportistas confían en que la evolución en lo que queda de año pueda ser mejor», ha indicado Carlos García, secretario general de FVET.
Más allá de la dana, las empresas del sector vuelven a hacer hincapié en cuestiones que ya consideraban prioritarias el año pasado, como son la falta de conductores profesionales, la inexistencia de una estrategia concreta para llevar a cabo la descarbonización o el aumento de costes.
La preocupación por la falta de mano de obra, que no es una cuestión exclusiva del sector, aumenta año tras año. El 80% de los transportistas lo considera el principal problema para sus empresas, lo que supone un incremento de trienta puntos porcentuales respecto a las encuestas del año pasado. El incremento de los costes alarma a la mitad de los profesionales , al igual que los bajos precios que se pagan para adquirir los servicios de las compañías. En esta línea, desde la patronal han explicado que debería haber «un escenario con cierta estabilidad o con tendencia a mantenerse», pero han lamentado que siegu existiendo «una debilidad estructural generada por nosotros mismos».
Entre las peticiones del sector a la administración toma cada vez más peso la reclamación de medidas concretas que ayuden a las empresas a caminar hacia la descarbonización, como ha explicado Carlos Prades: «Si quieren un transporte competitivo, que camine hacia la descarbonización, que genere empleo de calidad, evidentemente necesitamos ayudas. tienen que aportar las medidas necesarias para que nosotros podamos hacer nuestros trabajo»
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