Un abogado laboralista, sobre las condiciones de los trabajadores de hostelería: «Es una auténtica vergüenza»

El sector de la hostelería es uno de los más duros. De hecho, los empleados del sector representan un 12,16% de las bajas por deperesión o ansiedad que se cogen en España. Los que trabajan en él saben que las jornadas son interminables en muchas ocasiones, que no siempre se respeta el convenio colectivo y del Estatuto de los Trabajadores y que las horas extras no siempre son remuneradas. A todo esto hay que sumar otros factores como el pago del jornal en dinero negro o la categorización inadecuada de los trabajadores para reducir su salario. De este último punto ha hablado el abogado laboralista Víctor Arpa en sus redes sociales.

Ha expuesto el caso de una clienta de Tarragona. Esta mujer ejercía funciones de cocinera en un negocio hostelero, pero le estaban pagando como ayudante de cocina. «Le adeudan 4.200 euros por diferencias salariales», explica el abogado. La empresa la contrató en una categoría inferior para ahorrar dinero. Arpa asegura que es una práctica habitual en el sector: «Un restaurante con nueve trabajadores y todos ellos con contratos de ayudante. ¿Quién se explica esto? «¿A quién ayuda esta señora si todos son ayudantes de cocina?».

El abogado ha seguido exponiendo detalles del caso. Afirma que, durante el juicio, un testigo de 50 años declaró que llevaba trabajando desde los 15 en la hostelería, pero en su contrato figuraba como «ayudante de camarero». Para Víctor Arpa la penalización que sufren estos empleados es doble. Primero porque no se les paga en función de sus responsabilidades y también porque afecta a sus cotizaciones y, por tanto, a las futuras pensiones, prestaciones por desempleo y derecho sociales.

Al final del vídeo el letrado muestra su hartazgo con la sitaucón actual: «Ya está bien de horas extras, de jornadas maratonianas sin respetar descansos y sin respetar categorías». Por último, reclama a los tribunales que no se queden de brazos cruzados y devuelvan «la dignidad» a los trabajadores del sector. «Merecen el salario que les toca. Si un trabajador es camarero, el salario de camarero. Y si es cocinero, el salario de cocinero», concluye.

Desde el Gobierno se está negociando la reducción de la jornada laboral a 37'5 horas semanales. Hay que recalcar que se quiere dar cierto margen y se calcularán en cómputo anual. Esto significa que e puede ajustar, por ejemplo, a los momentos de más o menos carga de trabajo si se cumple con la legislación laboral, es decir, respetando los descansos. Trabajo cree que los trabajadores de la hostelería serán unos de los grandes beneficiados de este acuerdo. El Gobierno calcula que, si para todos los sectores supondrá un recorte de entorno al 2% de la jornada, en la hostelería será más del doble: casi del 5%.

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