Statkraft desvanece su alianza con agricultores para invertir en instalaciones de energía solar

Con este párrafo, comunicado a la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), la empresa estatal noruega Statkraft ha puesto fin a un largo proceso de más de dos años en los que varios pozos de riego asociados a la organización agraria AVA, así como ésta misma, mantuvieron la esperanza de participar en las inversiones de plantas fotovoltaicas proyectadas en Turís-Alborache, conforme les prometió la compañía escandinava.

En concreto se trata de los proyectos de 'Los Predios' y 'Los Hierros', ahora suspendidos por decisión propia de Statkraft, pese a contar con la preceptiva DIA (Declaración de Impacto Ambiental) favorable. Al parecer, las condiciones paisajísticas requeridas han sido las gotas que han colmado el vaso de lo inviable o poco factible, cuando además venía arreciando la oposición local de agricultores y cooperativas agrarias.

La relación Statkraft-AVA-pozos de riego comenzó a raíz de que se dispararan las tarifas eléctricas como consecuencia del encarecimiento del gas, tras la invasión rusa de Ucrania, hasta el punto de que regar con aguas bombeadas comenzó a plantearse como casi inviable si duraba aquella situación adversa.

Para tratar de superar tamaña dificultad, comunidades de regantes y otras agrupaciones de riego, sobre todo entidades que extraen agua subterránea o precisan fuertes bombeos para alimentar redes presurizadas de riego a goteo, comenzaron a plantearse de forma acelerada la conveniencia de invertir en plantas fotovoltaicas propias. Si lo que te venden sale demasiado caro, intenta hacerlo tú mismo.

Sin embargo, aparecieron a continuación problemas derivados de las limitaciones de la compleja legislación eléctrica, así como dificultades urbanísticas en la mayoría de los ayuntamientos para aceptar estas plantas solares en el campo, aunque fueran para autoconsumo. La evidencia mostraba que lo que era intención política general, fomentar el uso de energías renovables, en la práctica se volvía imposible por unas normas u otras, o por la falta de normas actualizadas.

En una asamblea de la asociación de pozos de riego de AVA, el presidente de ésta, Cristóbal Aguado, informó de que la Federación de Comunidades de Regantes de la Comunitat Valenciana (Fecoreva) sopesaba juntar iniciativas fotovoltaicas para montar una gran planta fuera de tierras valencianas, donde había terreno libre y facilidades.

Tras contar LAS PROVINCIAS esta opción, Statkraft se puso en contacto con AVA para ofrecer la suya: vender a las entidades de regantes interesadas parte de sus proyectos hasta potencias equivalentes en cada caso a las de sus propios bombeos. En conjunto ofrecía una participación hasta un 3% de la potencia que iba a instalar. Luego subieron el umbral al 5%. La financiación de la inversión era lo más atractivo. Los regantes no deberían desembolsar nada. Statktraft les vendería su parte en escritura pública y aplazaría los cobros durante 25 años, restando las cuantías de los beneficios que cada ejercicio repartiría a cada pozo o agrupación de riegos. Los ejemplos que mostró a todos en AVA eran rentables y atractivos.

Startkraft y AVA-Asaja firmaron un convenio de colaboración que daba más respaldo formal a todo. En la finca experimental de Synyent, de AVA, en Polinyà del Xúquer, se ensayarían combinaciones agrovoltaicas (cultivos intercalados con paneles solares, aprovechando el suelo al máximo) y los bombeos de la propia explotación también participarían en los proyectos de Turís-Alborache. Más tarde, Statkraft-España comunicó que, por indicación de su matriz noruega, la financiación se haría con préstamos con cajas rurales locales, que élla misma avalaría.

Los sucesivos retrasos se achacaban a la lentitud de las tramitaciones oficiales, mientras Statkraft informó repetidamente de sus acuerdos con los agricultores de AVA para mostrar su decidido compromiso con la agricultura y el territorio valenciano.

Finalmente, la compañía estatal noruega, líder en electricidad de fuentes renovables, ha desistido de seguir con sus proyectos de Turís-Alborache, con lo que se desvanecen aquellas buenas intenciones que ilusionaron a los regantes comprometidos.