Las startups valencianas que combaten la sequía

Aunque España ha sufrido distintos períodos de sequía a lo largo del tiempo, el cambio climático hace que la incidencia y duración de estos períodos sea cada vez mayor. Ante este panorama, surgen soluciones innovadoras que tratan de combatir el problema de la sequía y ofrecer alternativas para mejorar la gestión del agua. Es el caso de Fibsen, Magtech y AquaReturn, tres startups ubicadas en la Comunitat que tienen en común su preocupación por el ahorro de agua. Cada una de ellas, con su propia estrategia.

Fibsen sigue su expansión con su sistema de detección de fugas

España es uno de los países de la Unión Europea que más pérdidas tiene en su red de suministro de agua. Aproximadamente 700 hm3/año, que es el equivalente al abastecimiento anual de las ciudades de Madrid, Barcelona y Valencia juntas. Así lo explican desde Fibsen, quiénes señalan que «en un país como el nuestro, donde la escasez de agua se incrementa cada año, es necesario trabajar con estrategias de optimización del agua que eviten estas pérdidas».

Es así como esta startup valenciana, acelerada en Col.lab, comenzó como una pequeña empresa para ofrecer un servicio de detección de fugas de agua en tiempo real mediante sensores de fibra óptica. Hoy, la empresa está creciendo, y su solución se está diversificando, ofreciendo un sistema multiservicio capaz de aportar diversas soluciones, como la protección de la red de agua o el control de presión, a través de una única plataforma. Su sistema recaba información a través de un cable de fibra óptica implantado en el interior de las tuberías de agua de la ciudad. «Con ello conseguimos obtener un perfil detallado de la red en tiempo real, indicándonos el estado en que se encuentran los parámetros que deseamos monitorizar (temperatura, presencia de fugas, inicio de roturas, etc) en cada punto de la tubería», explica David Salces, cofundador y COO de Fibsen. Añade que esto implica una importante reducción de los «altos niveles de pérdidas de agua» a través de las redes de distribución que en la actualidad alcanzan el 30% del total suministrado. «Un consumo de agua desperdiciado que afecta tanto al bolsillo de los ciudadanos como a su disponibilidad para otras actividades como el riego, la biodiversidad, los humedales, espacios verdes en la ciudad y a la calidad del agua», expone.

En esta línea, el COO de Fibsen indica que a pesar de la situación crítica que viven algunas ciudades españolas donde se preparan para un verano con restricciones de suministro, «no percibimos que exista una voluntad suficientemente fuerte por parte de algunas instituciones para minimizar estos efectos». A su vez, apunta a la reticencia de ciertas empresas a adoptar tecnologías «tan disruptivas como el empleo de sensores de fibra óptica al estar poco familiarizados con ellas y desconocer sus beneficios potenciales. Esto provoca que pocos se adelanten al cambio».

Pese a ello, recalca Salces la labor de concienciación que realiza Fibsen y señala que están «demostrando la importancia de la tecnología como herramienta clave en la lucha contra la escasez de agua». De la mano de partners como Global Omnium y DEYAPH, la empresa está presente en la zona de Levante y el norte de Grecia. «Ya estamos trabajando en la implementación de nuevas regiones de España que este año están siendo castigadas por la escasez de agua», explica David Salces.

Magtech, cultivo hidropónico de algodón

Otro de los sectores cuya renovación es clave en la lucha contra la sequía es la industria textil, una de las que más agua consumen en sus procesos de producción. Con esto en mente, David René fundó en 2020 la startup Magtech, empresa que ofrece una alternativa más sostenible al cultivo tradicional de algodón. Esta empresa emergente, que entró en el programa de aceleración de Lanzadera, utiliza la técnica del cultivo hidropónico para la producción de algodón. Este sistema consiste en prescindir totalmente de la tierra para el cultivo de plantas. Como explica René, CEO de Magtech, este tipo de cultivo tiene un mayor rendimiento, pudiendo obtener entre 3 y 10 veces más cantidad de algodón que la agricultura convencional. Además, las plantas necesitan menos tiempo para crecer, no se necesitan herbicidas ni pesticidas para su producción y se puede desestacionalizar el cultivo.

Una de sus mayores bondades es el ahorro de agua que permite el cultivo hidropónico. «Estamos consiguiendo un algodón de máxima calidad con un 80% de ahorro en agua comparado con el cultivo en campo», explica René. Magtech ha sido la primera empresa española dedicada al cultivo de fibras textiles naturales de algodón mediante un proceso de hidroponía. Además, René incide en la mayor calidad del algodón cultivado en hidroponía que el algodón orgánico. «Estamos cultivando algodón verde y algodón marrón focalizándonos en el segmento de gran lujo ya que nuestro algodón es de mayor calidad», expone y añade que Magtech se encuentra en fase preindustrial, negociando con clientes del sector de la moda. Apunta, a su vez, que esa mayor calidad va unida a mayores costes de producción ya que es necesario cultivar en invernadero. Señala que la tecnología ha avanzado y que se han abaratado los costes y por ello incide en la necesidad de una mayor cooperación entre las empresas dedicadas al cultivo hidropónico con el fin de establecerse como una alternativa de peso al cultivo tradicional, lo que supondría un avance en materia de sostenibilidad.

Actualmente, Magtech para escalar la producción y lograr en 2024 cultivar 1.000 metros cuadrados de algodón. «Estamos planteando un proyecto de cultivo aquí en el Levante, principalmente en la provincia de Valencia. Estamos trabajando para aumentar a tres o cuatro cosechas al año. Ofrecemos un algodón cultivado en la Unión Europea, un algodón de la máxima calidad y un algodón extremadamente trazable», concluye David René.

AquaReturn, diez años favoreciendo el ahorro de agua

Desde los hogares también podemos contribuir al ahorro de agua con nuevas soluciones tecnológicas. Es el caso del electrodoméstico comercializado por la empresa alicantina AquaReturn. Como explica su CEO y fundador, Alfonso Cuervo-Arango, se trata de un pequeño electrodoméstico que se coloca sin obra entre las llaves de corte que tenemos todos debajo del lavabo y que se activa al abrir y cerrar el grifo para evitar que malgastemos el agua que cae mientras esperamos a que se caliente.

El dispositivo, una vez abrimos el grifo de agua caliente, comienza a recircular el agua por las tuberías e impide su salida hasta alcanzar la temperatura deseada. Es entonces cuando el electrodoméstico, que recibe el mismo nombre que la empresa AquaReturn, avisa mediante un sonido al usuario de que ya puede disfrutar del agua caliente en todas las salidas del hogar. Este dispositivo, que ha sido certificado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), permite un ahorro medio por persona de más de 10.000 litros de agua al año. «Solo en la Comunitat Valenciana serían más de 50 hectómetros, agua suficiente para que un millón de personas no tuviesen que estar consumiendo agua de la red», expone Cuervo-Arang. «Estamos derramando continuamente el 20% del agua que entra a la vivienda porque no está a la temperatura adecuada», señala.

En esta línea, apunta el CEO de AquaReturn a la necesidad de concienciar a la ciudadanía sobre el derroche de agua en los hogares y reforzar actuaciones en materia de gestión de agua. «¿Cómo vamos enseñar a las generaciones futuras sobre el ahorro y el respeto por un recurso tan esencial como es el agua si nos ven malgastándola diariamente?», plantea Cuervo-Arango. Tras diez años desde su nacimiento, la empresa sigue su expansión internacional estando presente en países como México, Bélgica o Australia. Este mismo mes han lanzado un nuevo producto, AquaReturn ICE, que además de mantener las funcionalidades antes descritas, también detecta cuando las tuberías están en riesgo de congelación y activa la recirculación de agua caliente para aumentar la temperatura.