El pulso de Volkswagen con el Gobierno

Desde el sector apuntan a que las posibilidades de que la multinacional anule sus planes para electrificar su negocio en España son escasos. No levantar la planta de la Comunitat Valenciana comprometería también el futuro de sus fábricas en Barcelona y Navarra y eso trastocaría los planes de su negocio.

Además, se pondría en cuestión su imagen como marca ya que todo el proyecto ha sido presentado de forma oficial en los mismos terrenos donde se levantará y hay un sinfín de trámites en ejecución por parte de la Generalitat, que tiene hasta los terrenos preparados y todo a punto para intervenir en ellos.

Actores vinculados al proceso señalan que este pulso solo tiene un objetivo, captar más fondos de los que se les ha asignado de forma provisional. El Gobierno ha otorgado a Volkswagen un total de 167,31 millones euros de los 362 que solicitó. De ellos, 72 correspondían a un préstamo con buenas condiciones y 95 a una subvención directa.

Y esta cantidad sabe a poco en la empresa, que recuerda que va a invertir 10.000 millones en todo el proceso de electrificación. Es una realidad que Volkswagen es la multinacional de la automoción que más fondos recibe, aunque también que cuenta con uno de los planes más ambiciosos porque implica levantar desde cero una infraestructura.

Por ello, esperan que tras la fase de alegaciones se suba su puntuación -que fue la menor con una nota de 62,20- y reciban más subvenciones. Hasta entonces, evitan confirmar sus planes. «Una vez sea pública la resolución definitiva el grupo y los 60 socios analizarán esta resolución y tomarán una decisión sobre los diferentes proyectos», destacan en la empresa.

Pero aunque las posibilidades de que un movimiento así termine siendo real son escasas, hay mucho en juego. Ximo Puig, presidente de la Generalitat, ha exhibido desde el primer momento la llegada de Volkswagen como uno de los logros de la legislatura. Puig lo presenta como argumento frente al PP, que insiste en que su gestión y socios como Compromís y Podemos ahuyentan inversiones.

Además, siempre se ha puesto en valor que la opción valenciana no estaba encima de la mesa en un primer momento y que fue el mismo Consell el que consiguió que se valorase y, finalmente, se impusiese a otras regiones como Aragón o Extremadura. Desde entonces han allanado el camino lo máximo posible con expropiaciones en tiempo récord y hasta un plan para levantar un centro de formación para suministrar mano de obra.

La renuncia de Volkswagen también significaría un gran fracaso para el Gobierno ya que la gigafactoría es la mayor materialización de los anunciados fondos europeos del Covid. Además, sería una forma de confirmar que el Perte del vehículo eléctrico, el más esperado, ha sido un fracaso. Y el mismo ya está tocado ya que, por el momento, solo se han asignado 700 millones de los casi 3.000 disponibles.