El PSOE quiere más caudal ecológico en los ríos y que se recorte el agua de los pozos
El partido en el Gobierno propone en el Congreso de los Diputados que se endurezca la política hidráulica, sobre todo en los usos agrarios
V. LLADRÓ
VALENCIA.
Domingo, 25 de mayo 2025
Por si alguien mantiene dudas sobre el devenir de las políticas del agua en España y perviven esperanzas de cambios respecto a los crecientes ... controles y recortes en los usos agrarios, el Gobierno prepara nuevas pautas de endurecimiento. En unos casos ya se viene notando más rigor en el día a día de las confederaciones hidrográficas, por la vía de la aplicación administrativa de hechos consumados; en otros se ven venir más exigencias que ya se van anunciando y seguramente se plasmarán pronto en normativas más rígidas.
En esta línea, el PSOE ha presentado en el Congreso de los Diputados una Proposición No de Ley, para su debate en el Pleno, en la que insta al Gobierno a continuar impulsando una «gestión más eficiente» del agua en todos los frentes. Y si el grupo parlamentario socialista emprende tal iniciativa es de más suponer que se trata del paso previo para lo que vendrá a continuación, siguiendo las directrices de las altas instancias del partido en el Gobierno, sobre todo por la parte del Ministerio de Transición Ecológica. Por lo que respecta al Ministerio de Agricultura, silencio total, como acostumbra en estos casos, a pesar de la evidencia de que en este tipo de situaciones serán los usos agrarios los que más van a padecer las consecuencias de más restricciones en el agua.
Porque lo que está de camino en este asunto son nuevos recortes. Y los diputados del PSOE responsables de esta iniciativa no se cortan en decirlo, sabedores además de que atienden sobre todo demandas políticas en tal sentido que hoy son bien recibidas en la mayoritaria sociedad urbana, mientras que las de signo contrario que emanan de ámbitos agrarios y rurales van pesando menos.
La iniciativa socialista defiende que los acuíferos subterráneos sean reservas estratégicas
En concreto, la propuesta parlamentaria insta a «continuar disminuyendo la extracción de agua de acuíferos (pozos), ríos y humedales». De paso insiste en «acabar con todos los pozos ilegales y el robo del agua», con lo que se aprovecha para trasladar una vez más la sensación de que ese tipo de situaciones son más numerosas de lo que realmente puedan ser, cuando la inmensa mayoría de los casos de aprovechamientos de agua subterráneas son perfectamente legales y es, por otro lado, donde menos agua se malgasta o despilfarra, por la propia exigencia de sus costes de energía e instalaciones, que obligan a mantenimientos rígidos constantes que eviten pérdidas.
Es de notar que insistiendo en lo de los pozos ilegales y robos de agua se contribuye a extender un clima de sospecha general del que alguien pueda malinterpretar que la mera existencia de un pozo ya pueda implicar alguna situación irregular, cuando eso no es cierto en absoluto. Desde las asociaciones de usuarios de aguas subterráneas se viene advirtiendo que si hay casos de irregularidad, que se persigan, pero que no se mezcle a unos (la inmensa mayoría) con unos pocos.
Otro punto inquietante de la proposición socialista es el que pide que se siga fomentando la gestión de los acuíferos (subterráneos) como «reservas estratégicas de agua», promoviendo políticas de ahorro efectivo en el uso de agua doméstica, industrial y para regadío. De esto pueden derivarse más dificultades para poder obtener permisos de perforación de pozos, incluso cuando se trate de sustituir explotaciones averiadas.
En cuanto al agua superficial, la propuesta incide en «la necesidad de seguir favoreciendo la visión de que los ríos son ecosistemas vivos que deben llevar suficiente agua incluso en momentos de sequía, ya que son fuente de biodiversidad en sus cauces y riberas».
Es decir, si se imponen más garantías de caudales ecológicos, eso se traduce en menos cantidad de agua que se pueda utilizar, y como la agricultura es la mayor demandante, es evidente que será la que va a sufrir más. Más recortes por todos lados, menos recursos hídricos disponibles.
Para que no quede la mínima duda, el PSOE señala en esta proposición el camino a seguir: fomentar el máximo ahorro no solo a base de «concienciar a la ciudadanía sobre la escasez de recurso y la importancia de cuidar del agua», sino a través de la normativa: «la tramitación de la Planificación Hidrológica de cuenca de cuarto ciclo»; es decir, en los próximos procesos para renovar los planes de las cuencas hidrográficas, con el denominador común de más control, más recortes, más caudales ecológicos, menos pozos, guardar el agua subterránea... Regar, producir alimentos, asegurar la despensa y la soberanía alimentaria, garantizar la vida en el medio rural..., eso importa poco.
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