La nueva propuesta para reducir la jornada laboral en España

Hablaron el 1 julio, el 24 septiembre y ahora han planificado otra reunión para el 11 de octubre. Gobierno, sindicatos y patronal negocian desde el principio del verano la reducción de la jornada laboral que Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, y Jorge Pérez Rey, secretario de Estado, llevan perfilando con el objetivo de conseguir que las 40 horas laborales de la actualidad se reduzcan a 37'5 en menos de dos años. Sin embargo la CEOE se muestra reacia a negociar y UGT y CCOO apremian para que la iniciativa no quede en el limbo de la legislatura.

La propuesta inicial se ha ido limando desde su presentación, con novedades que se van conociendo poco a poco. Pérez Rey ha explicado que el Gobierno ha delimitado en la última reunión «con mayor precisión» los elementos que forman parte de esta negociación, que son cuatro: rebajar la jornada a 37,5 horas semanales, regular el derecho a la desconexión digital, el registro horario telemático y un plan de acompañamiento para pymes.

El aspecto que más ríos de tinta está generando es el que hace referencia a la reducción de la jornada laboral, que tendría dos fases, según el acuerdo presentado por el Gobierno: 38,5 horas en 2024 y 37,5 horas en 2025.

Pérez Rey precisó que las empresas pueden actualmente distribuir irregularmente hasta un 10% de la jornada anual. Lo que propone Trabajo ahora es que ese 10% quede referido a la jornada que tuvieran las empresas a la entrada en vigor de la norma y no a la nueva jornada reducida. «Eso da un mayor margen en las jornadas irregulares que entendemos que pueden ser útiles para que las empresas puedan ir cuanto antes al módulo nuevo de las 37 horas y media», apuntó Pérez Rey.

Este mecanismo podría beneficiar a aquellos sectores con ciclos productivos inconstantes a lo largo del año, como la agricultura o algunas actividades relacionadas con la hostelería, donde hay una mayor carga de trabajo en verano o en el momento en que hay que recoger los frutos.

Dicho plan contempla bonificaciones al empleo fijo que generen las pequeñas y medianas empresas como consecuencia de la reducción de jornada. La idea, bautizada como 'Plan Pyme 375', es ofrecerlas pero no de forma generalizada, sino con limitaciones: será solo para las pequeñas empresas de menos de diez trabajadores y para los contratos que hagan para cubrir esos huecos que se quedan vacantes tras ajustar los horarios de sus trabajadores, siempre y cuando estos contratos sean de carácter indefinido, según se apuntó a principios de septiembre.

El plan incluye una serie de beneficios y apoyos destinados a asegurar una transición suave para las pymes, como asesoramiento integral. Así, se ofrecerá a las pymes un programa de acompañamiento que incluirá formación específica, asistencia técnica y apoyo logístico para facilitar la adaptación al nuevo esquema de trabajo.

En concreto, quieren poner en marcha mecanismos de asesoramiento para implantar los nuevos sistemas de registro horario -una vez que el Gobierno les obligará ahora a que sean digitales, fiables y no manipulables- y hacerlos «fáciles, económicos, sin grandes inversiones ni complicaciones», según explicó en su día Pérez Rey, que hizo hincapié en que no se trata de un plan «cerrado».

El Plan refuerza el derecho de los trabajadores a la desconexión digital, alineándose con lo establecido en la Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPDGDD). Esto garantiza que los empleados no se vean obligados a estar disponibles fuera de su jornada laboral.

La próxima reunión de la mesa de reducción de jornada tendrá lugar el próximo 11 de octubre, y pese a las dificultades encontradas en la negociación no hay fecha tope fijada, aunque los sindicatos aseguran que no pueden durar «sine die». «En la próxima reunión tiene que haber avances considerables para que podamos pensar que hay posibilidades de avanzar», ha declarado la secretaria de Acción Sindical y Empleo de CCOO, Mari Cruz Vicente.

Vicente cree que que la tramitación parlamentaria del proyecto hará que la reducción de jornada a 37,5 horas semanales se aplique ya para el año 2026, mientras que el tramo previo, el recorte desde las 40 horas actuales a las 38,5 horas, llegará para el año 2025, lo que supondría retrar un año los planes del Gobierno, algo que ha negado Pérez Rey.

Los sindicatos han pedido el compromiso de la CEOE para alcanzar un acuerdo que es bueno para el mercado laboral y los trabajadores.

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