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e. rodríguez
Martes, 5 de noviembre 2019, 00:27
Las nuevas tendencias de la industria del automóvil son la esperanza para que la factoría de Ford en Almussafes pueda amortiguar el golpe proteccionista de Estados Unidos, cuyos aranceles han llevado a la compañía del óvalo a trasladar a Norteamérica el 90% de la producción de motores realizada por la planta valenciana con el objetivo de ahorrar costes logísticos.
Ante esta situación, los proveedores de la factoría ponen su confianza en la futura planta de híbridos. En concreto, la Asociación Valenciana de Industrias de la Automoción (AVIA) manifestó ayer que la planta de Ford Almussafes «siempre ha sido flexible» para adaptarse a cada situación y espera que la multinacional la tenga en cuenta para otros modelos de la marca.
La asociación señaló que confía en las gestiones de la administración por hacer «atractiva» la Comunitat Valenciana, y destacó que es «una buena señal» el anuncio de Ford de ensamblar baterías para los nuevos Kuga enchufables e híbridos en la planta valenciana, en unas instalaciones de montaje que se crearán para tal fin. Además, indicó que ya se están fabricando en Almussafes unidades del nuevo Kuga, que se lanzará en breve desde Valencia, por lo que hay carga de trabajo.
Cabe recordar que la firma anunció la semana pasada el traslado de la producción de motores Ecoboost 2.0 y 2.3 de Valencia a Norteamérica a partir de 2022, para acercarla a las operaciones de ensamblaje de los vehículos. El objetivo de la compañía es haber concluido el traslado en 2024.
Por otro lado, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, volvió a reivindicar la fábrica de baterías anunciada por Ford para Valencia como una oportunidad en una coyuntura donde el futuro pasa por el coche eléctrico. «Tenemos esperanza en que Ford en Europa hable valenciano», afirmó Puig durante su visita a la feria World Travel Market de Londres, donde defendió la planta valenciana como «la mejor» de Europa.
Además, argumentó que la decisión de trasladar la producción «no se ha adoptado» en función de la competitividad de la planta sino que responde a «un entorno de política proteccionista de Trump», que está haciendo «mucho daño» al comercio internacional.
Por otro lado, la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, opinó ayer también Puig debería estar negociando con Ford para ver qué soluciones hay ante el traslado de la producción de motores Ecoboost. «Está muy bien irse a las ferias de turismo pero hoy debería estar negociando con Ford para ver qué soluciones se pueden plantear», sentenció.
Además, criticó que la Generalitat haya reducido a la mitad las ayudas a la factoría valenciana al pasar de 23 millones de euros a 12 millones en los presupuestos recientemente aprobados.
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