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GRUPO LA PLANA | 'POR ELLOS, POR TODOS' | SOSTENIBILIDAD

José Gamiz: «Con cada compra que realizamos, votamos por un modelo de mundo: el de la igualdad y las cero emisiones o el contrario»

Grupo La Plana lleva dos generaciones adelantándose a las necesidades del planeta. Hablamos con José Gamiz, su director de sostenibilidad, sobre cómo las empresas deben enfrentar la crisis climática

Lunes, 15 de septiembre 2025, 01:23

La sostenibilidad está ya en la hoja de ruta de la mayoría de empresas. Antes, allá por los años 90, era un concepto que los empresarios abordaban desde la filantropía, las donaciones y, en cierta medida, desde el lavado de imagen. Sin embargo, la sostenibilidad ya no se entiende de esa manera, sino que ahora sirve a la productividad de la empresa y aporta beneficios económicos.

Es lo que comenta José Gamiz, director de Sostenibilidad del Grupo La Plana, un grupo empresarial familiar que lleva dos generaciones adelantándose a las necesidades del planeta. Allí se dedican, fundamentalmente, a la fabricación de packaging de cartón. Llevan 50 años en el sector y a día de hoy cuentan con seis plantas de producción, dos oficinas comerciales y dieciséis centros de montaje. Un par de datos: casi el 100% de sus residuos se recuperan transformados en productos útiles, materias primas o fuentes de energía. Y el 96% de la electricidad que consumen proviene de fuentes limpias.

Hablamos con Gamiz sobre el caso de éxito de Grupo La Plana: ¿cómo se consigue armar una empresa con impacto positivo sobre el medio ambiente? ¿Cómo luchar contra el negacionismo climático? ¿Estamos abocados al fracaso como especie o quedan esperanzas?

-¿Ha cambiado mucho la manera de integrar la sostenibilidad de las empresas en las últimas décadas?

-Pues sí. No tiene nada que ver con la realidad de hace veinte años. Antes, la sostenibilidad estaba muy enfocada en la acción social, la donación y la filantropía. Sin embargo, ahora la sostenibilidad está en el otro lado del balance, enfocada en cómo haces para obtener beneficio. Está en el core del negocio. Creo que esa es la principal evolución que ha tenido la sostenibilidad en los últimos años.

Productos de Grupo La Plana

-¿Qué datos o hitos destacaría que respalden su compromiso con la sostenibilidad?

-Destacaría nuestro Plan Director de Sostenibilidad. En 2023 formalizamos nuestra hoja de ruta hasta 2027. Estamos dando un salto cualitativo a nivel de gestión de sostenibilidad gracias a algunos planes: nuestro sistema de respeto y protección de derechos humanos, por el que estamos homologando con criterios sociales a nuestras empresas proveedoras; nuestro plan de acción climática, ya definido y que publicaremos en octubre bajo el compromiso de ser neutros en carbono en 2040; y el sistema de gestión integral de la ética. Y si hablamos de datos concretos, el 99,7% de nuestros residuos se valorizan. El 96% de la electricidad que consumimos proviene de fuentes limpias y renovables y queremos llegar al 100% el próximo año. El 15% de esa electricidad procede de nuestras propias plantas fotovoltaicas de autoconsumo. Y bueno, en 2024 obtuvimos el galardón de la medalla platino del rating internacional Ecovadis, que nos sitúa dentro del 1% de empresas mejor valoradas.

-Sectores de la sociedad niegan la importancia de la sostenibilidad y hablan de «ecopostureo». Es una tendencia que, quizás, se ve cada vez más. ¿Qué opina?

-Creo que este negacionismo es una herencia de los 90 y principios de los 2000, cuando había poca regulación en materia de sostenibilidad y las empresas podían decir que sus productos eran los más sostenibles sin ningún tipo de verificación. La sostenibilidad en aquella época se enfocaba más en la acción social, la donación y el mecenazgo, no como ahora, que se busca la obtención de beneficios de forma responsable. Se intentaban maquillar más los impactos al medio ambiente. Las empresas que hacemos las cosas bien somos perjudicadas indirectamente de este tipo de praxis. La Unión Europea ha empezado a perseguir esas malas praxis a nivel marketiniano y de comunicación.

-Si miramos el momento actual, ¿diría que vuestra gestión es un caso de éxito? ¿Qué factores clave lo explican?

-Destacaría principalmente la resiliencia. En estos 52 años hemos pasado por momentos muy difíciles. Un papel muy importante lo han jugado las personas, nuestro principal activo y aval para afrontar con optimismo los retos y desafíos. Y también hay una serie de factores muy característicos de La Plana que a lo largo de los años han estado presentes en la esencia de La Plana. Por un lado, siempre hemos querido permanecer a la vanguardia tecnológica del sector con una reinversión constante del beneficio. Por otro lado, siempre hemos intentado crecer junto a nuestros clientes, trabajando con estándares de calidad muy elevados. Y también la ética. Hemos tratado de trabajar de forma ejemplar, íntegra y responsable con todos nuestros grupos de interés. Y algo que a mí me enamoró y fue determinante para que yo estuviese en La Plana: siempre se ha trabajado desde el respeto a las personas y al medio ambiente. Incluso al principio, cuando el concepto «sostenibilidad» no se usaba, ya se hablaba de desarrollar un modelo de negocio con un impacto positivo y regenerativo para la sociedad y el entorno.

Grupo La Plana

-Hay mucha gente que dice que el esfuerzo individual de reciclar es insignificante en comparación con el problema real, que es de dimensiones estratosféricas. ¿Qué tiene que decir ante esto?

-Hay una frase de Eduardo Galeano que contesta perfectamente esta cuestión: «Mucha gente pequeña en lugares pequeños haciendo pequeñas cosas pueden cambiar el mundo». La gran mayoría de problemas ambientales son de grandes dimensiones: el reciclaje, el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la desertificación… Pero que tengan esa gran magnitud no justifica que eludamos nuestra responsabilidad. El hecho de que, por ejemplo, reciclemos, no lo podemos medir por el impacto directo que tiene, sino por el efecto multiplicador que va a tener. Es decir, si yo reciclo la basura en mi casa, estoy incorporando hábitos y criterios ambientales que además heredarán mis hijos, sus hijos y así sucesivamente, y cada vez tendrá una mayor magnitud. Estos pequeños gestos nos hacen incorporar hábitos para que seamos cada vez unos ciudadanos más conscientes. Cada día, con cada compra que realizamos de comida o de tecnología, estamos votando por un modelo de mundo. Si realmente queremos cambiar las cosas, tenemos que ser conscientes de que cada euro que gastamos es un voto. Puedes votar por un mundo sin desigualdades, sin trabajo infantil, con menos emisiones… O puedes votar por todo lo contrario. Tenemos más poder del que pensamos.

-¿Cuál es el día a día de la empresa?

-Gran parte del trabajo en sostenibilidad no consiste en que el departamento haga algo en sí, sino en que el resto de departamentos trabajen según unos criterios, con unos sistemas de gestión. Intentamos ser creativos para integrar sistemas en el día a día y concienciar a la gente. Es un trabajo muy variado y poco repetitivo, aunque también un trabajo de estar en la sombra, como si fueras una especie de Pepito Grillo que busca que todo funcione correctamente.

-A nivel de productos y servicios, ¿cómo se están adaptando a las exigencias del mercado para que cada vez sean más sostenibles?

-Podría comentarte que el 100% de nuestro papel de fibra virgen o reciclado está debidamente certificado. O que el 99,2% de las materias primas o auxiliares que utilizamos son de origen renovable. En este sentido, La Plana quiso dar un paso adelante haciendo cada vez productos más sostenibles y más adaptados a las exigencias presentes y futuras del mercado, asumiendo un rol más proactivo. Con este espíritu nació el InLab, nuestro centro de innovación, situado en la planta de Onda. Es un espacio de más de 500 m² dedicado al desarrollo de soluciones innovadoras de envase y embalaje. Cuenta con la más avanzada tecnología. Se pueden hacer simulaciones 'in situ', pruebas, prototipados... Es un espacio pensado sobre todo para la cocreación o la innovación abierta, que tiene el foco en hacer el packaging del futuro de La Plana, es decir, un packaging sostenible, inteligente y atractivo.

Planta de Grupo La Plana en Betxí

-Habéis publicado vuestro último Reporte ESG. ¿Qué destacaría de este documento y por qué tiene tanta importancia para ustedes?

-Destacaría que Grupo La Plana viene reportando este informe desde antes de la obligatoriedad de tener que hacerlo y de manera voluntaria. En el año 2022, pasamos de tener una memoria de cumplimiento a una donde incorporamos diferentes estándares internacionalmente reconocidos. En 2023, publicamos una videomemoria, que es un resumen ejecutivo de apenas un par de minutos donde puedes ver los principales hitos y KPIs. Y este último año hemos integrado el balance del bien común. De esta forma hemos unificado todos los reportes que realiza La Plana en un solo documento. Con lo cual, es un documento muy potente en el sentido de que transmitimos muchísima información sobre nuestros objetivos, nuestras políticas y nuestro desempeño, intentando tener una transparencia muy alta con nuestros grupos de interés. No intentamos ir al cumplimiento de la legalidad, queremos ir más allá. Y creo que también es un ejercicio de fiabilidad y rigor. El hecho de que un tercero independiente verifique significa que no es un KPI creativo, sino un dato fiable.

-Hay una frase al principio de vuestro reporte de 2024, de Einstein, que dice: No podemos resolver problemas pensando de la misma manera que cuando los creamos. ¿Hemos cambiado como sociedad o estamos abocados al fracaso climático?

-Creo que actualmente no estamos en una época de cambio, sino en un cambio de época. Hemos mejorado mucho, pero la duda es si ese ritmo va a ser suficiente para alcanzar los objetivos establecidos en la Agenda 2030, es decir, no incrementar la temperatura del planeta más de 1,5 grados para 2100. Actualmente, con los avances tecnológicos que conocemos y el grado de concienciación y sensibilización que hay en la sociedad, no vamos a llegar a estos objetivos, que son muy ambiciosos, pero a la vez también muy necesarios. Un factor importante es que parte de toda esa hoja de ruta de Europa está basada en avances tecnológicos que hoy en día aún no están ni se han democratizado, con lo cual no se pueden incorporar al tejido empresarial.

-En 2024 invertisteis en innovación y tecnología. ¿Qué «juguete» tecnológico nuevo os ha sorprendido más dentro de vuestras plantas?

-Si tuviera que destacar uno, sería la adquisición en nuestra planta de Onda de una impresora híbrida. Es una máquina que combina la impresión flexográfica y digital. Es la primera impresora híbrida que se ha instalado a nivel mundial. Lo que hace exactamente es que en una sola impresora imprime de manera flexográfica y digital. La impresión flexográfica, por simplificarlo mucho, puede hacer una capa de tinta en todo el cartón, mientras que la digital tiene una nitidez mucho más elevada. Esta tecnología híbrida nos permite un mundo de posibilidades para nuestros clientes en cuanto a personalización. Podemos fabricar lotes de alta calidad y baja cuantía, con una resolución y unos acabados muy llamativos y muy buenos. Además, reducen coses energéticos, de tintas y de útiles.

Impresora híbrida de Grupo La Plana pionera internacionalmente

-En un mundo saturado de informes y sellos ecológicos, ¿qué le diría a un consumidor escéptico que piensa que todo esto es puro marketing verde?

-Lo primero que le diría es que no todos los enunciados e imágenes que aparecen en los productos son realmente certificaciones, aunque lo parezcan. Esto es un claro ejemplo de greenwashing. La Unión Europea ya tiene una lista negra de palabras que no pueden aparecer en los productos, como «ecofriendly» o «100% natural» o «green». Porque, ¿qué significa realmente green? ¿Quién lo certifica? Esta directiva está persiguiendo y sancionando este tipo de prácticas. Y luego hay otro problema: hoy en día hay demasiadas certificaciones, que son incomprensibles para el consumidor. Es un caos. Deberían sintetizarse y unificarse. Y hay muchas formas de hacer una compra responsable, escaneando los códigos de barras, por ejemplo. Hay quien me dice: no voy a estar escaneando todo lo que compre. Y yo digo: con que lo escanees una vez, la próxima ya no te hará falta hacerlo.

-¿Eres optimista con respecto al futuro del planeta?

-Sí, mucho. Nunca he perdido la fe en el ser humano. Ser optimista es un lujo que los profesionales de la sostenibilidad no podemos permitirnos perder. De hecho, cuando me preguntan en qué consiste mi trabajo, respondo: me levanto cada día para mantener intactas las esperanzas de que las cosas van a cambiar y mejorar.

«Por ellos, por todos» es un proyecto impulsado por LAS PROVINCIAS con el fin de tratar y dar difusión a temas de interés social mediante artículos y reportajes rigurosos, sensibles y con impacto. Cada tema estará liderado por una entidad experta.

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