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Cadena de montaje. Uno de los vehículos fabricados en la factoría de Ford en Almussafes. LP
Ford Almussafes | La escasez de inversiones complica el futuro de Ford en Almussafes

La escasez de inversiones complica el futuro de Ford en Almussafes

El ERE anunciado esta semana hace saltar las alarmas debido a las apuestas para fabricar coches eléctricos en Alemania y Turquía

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Lunes, 22 de marzo 2021, 00:29

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La situación más difícil a la que se ha enfrentado Ford Almussafes. Así definen entre la plantilla de la factoría de la Comunitat Valenciana los acontecimientos desencadenados esta semana, marcados por el anuncio de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que implicará el despido de 630 de los 7.180 contratados en la actualidad. La decisión, ya de por si grave, coincide con dos recientes informaciones de que la multinacional realizará gigantescas inversiones en sus plantas de Alemania y Turquía para adaptarse a la fabricación de vehículos eléctricos. En Valencia parece que se avanza en la dirección contraria, lo que compromete el futuro de la factoría.

Hace poco más de un mes, Ford comunicaba que a partir de 2030 dejaría de producir coches que no estuvieran electrificados y en este sentido confirmó el desembolso de 1.000 millones de dólares (830 millones de euros) para poner a punto todas las instalaciones de Colonia en los próximos años y fabricar nuevos modelos más sostenibles. Por su parte, la fábrica de Ford en la ciudad turca de Kocaeli se ha llevado esta misma semana la adjudicación de la nueva generación de su modelo Transit Custom, que contará con una variante 100% eléctrica y entrará en producción en la primera mitad de 2023. La apuesta se vislumbraba ya que a finales de diciembre se pusieron sobre la mesa 2.000 millones para avanzar en esta dirección.

¿Y en Almussafes? Pues en la factoría valenciana no hay, ni mucho menos, algún anuncio de esta magnitud sino recortes cada vez más grandes que preocupan mucho a los sindicatos. El nuevo ERE implica que se fabricarán 280 vehículos menos al día hasta la cifra de 1.340. La medida afectará a tres de los cinco modelos con los que cuenta la planta en la actualidad, S-Max, Galaxy y Mondeo, cuyas ventas se han reducido en torno a un 50% en los últimos meses. Además, los sindicatos admiten que los tres están en el ciclo final de su vida y no se espera que se renueven, por lo que en 2023, o como mucho 2024, dejarán de producirse. Antes se perderá la furgoneta Transit, que será sustituida por el nuevo modelo ensamblado en Turquía. A finales de 2022 se dejará de proveer al mercado europeo y unos meses después al americano. Además, están los motores que también se ensamblan en el complejo y que al ser de combustión tienen un futuro más limitado.

Cuatro de los cinco modelos que se fabrican en Almussafes están en su fase final de vida y su producción se recorta

La única apuesta que sí está asegurada a medio plazo es el Kuga, la joya de corona de Ford Almussafes, que asegura el grueso de la producción actual y que no tiene una fecha determinada a diferencia del resto. El modelo cuenta con una versión híbrida que también nace en las instalaciones y por ello tanto dirigentes políticos como empresariales descartan que el cierre total sea una posibilidad a corto plazo.

El recorte de plantilla y producción ha dejado tocado al sector ya que los 630 despidos llegan después de encadenar un sinfín de Expedientes de Regulación temporal de Empleo (ERTE) y otro ERE en 2020 que terminó con la salida de 350 personas. La cercanía a este nuevo proceso antoja una situación difícil y por ello el comité de empresa ha pedido 15 días de receso antes de sentarse a negociar y a la espera de acudir al encuentro de sindicatos de toda Europa con la dirección del próximo 30 de marzo. Sobre la mesa está la posibilidad de impulsar movilizaciones, algo que hasta ahora no se había planteado pero que las salidas traumáticas obligan a valorar pese a que se quiere evitar. Además, tal y como remarcan desde la Asociación Valenciana de la Industria de la Automoción (Avia), el recorte va a tener un efecto dominó que va a comprometer a gran parte de las 116 empresas del mundo de la automoción valenciano.

Nuevos modelos

Ante esta situación, los esfuerzos de todos los actores se centran ahora en reclamar la llegada de uno o más modelos de nueva generación híbridos o eléctricos que puedan sustituir parte de los que tienen una fecha de caducidad próxima. Pese al pesimismo de que el grueso de las inversiones en este ámbito hayan ido por el momento a lugares como Colonia, se tiene esperanza que este sea el inicio de un proceso de crear coches más sostenibles que se extienda por Europa y que implique que a medio plazo llegue una apuesta similar a Almussafes, lo que permitiría mantener puestos de trabajo. Para alcanzar el objetivo se pone encima de la mesa la productividad de la planta y la capacidad de adaptarse a cambios que ha demostrado en los últimos años.

Los despidos anunciados llegan un año después de 350 salidas pactadas y los sindicatos ya abren la puerta a movilizaciones

Lo que sí se tiene claro es que la electrificación es el futuro y por ello desde el Consell también se han concedido ayudas a Almussafes para avanzar en esta sentido. Eso sí, con la pandemia de coronavirus los cambios se han acelerado y el hundimiento de la ventas de coches tradicionales ha sido generalizada en toda Europa. En el caso de la factoría valenciana, en 2020 se ensamblaron 235.400 vehículos frente a los 345.600 de 2019. Mónica Alegre, presidenta de Avia, afirma que la sostenibilidad es el camino a seguir y confía que la diversificación hacia lo eléctrico pueda servir para mantener el sector, aunque ya no toda su apueste se centre en la automoción pura y dura. Por ello, confía en que, pese a la competencia surgida en puntos como Cataluña, el proyecto de Power Electronics de crear una gigafactoría gracias a fondos europeos se materialice y sirva de revulsivo. No sólo para Ford, que se integra en la alianza, sino para decenas de empresas.

Aunque nadie habla de un cierre total de Ford cada vez son más voces las que dan por hecho que tendrá una dimensión más reducida ya que con la reestructuración anunciada de esta semana la dirección deja claro que no es algo coyuntural y más con la eliminación del turno de noche. Si no se producen más salidas se contará con 6.550 empleados, un dato cercano a los de la anterior crisis económica pero aún superior al peor momento, vivido en 2012. En esa etapa se vivió un punto de inflexión que permitió a la factoría pasar de especializarse en vehículos de baja gama a una superior y ahora se trabaja por una transición similar basada en la electrificación.

Carlos Faubel, pte. del comité de empresa de Ford Almussafes

«Necesitamos volver a ganarnos un hueco en Ford Europa»

Carlos Faubel, presidente del comité de empresa de Ford Almussafes y representante de UGT, es claro en afirmar que la situación que vive la planta valenciana es muy complicada y que este ERE va a ser traumático para los empleados. Por ello, reclama esfuerzos para conseguir nuevos proyectos que consigan sustentar la mayor parte de la plantilla.

«El problema de estos despidos es que están demasiado cerca de los anteriores y por eso no nos podemos poner a negociar ya, hace falta tiempo», reconoce Faubel en declaraciones a este diario. Sabe que no hay suficientes personas en edad de prejubilarse y todo apunta a bajas traumáticas.

Faubel considera que la pandemia ha acelerado cambios inevitables ya que estaba claro que los coches tradicionales perderían peso frente a los eléctricos pero no esperaba algo tan doloroso. «Sólo nos queda luchar para que se nos adjudique un nuevo modelo en los próximos meses porque si seguimos sin noticias todo se va a poner mucho más difícil en los próximos años», sentencia.

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