Especialistas en clementinas con hojas
La firma exportadora Tomega, elegida por los agricultores como 'Mejor Comercio Citrícola del Año'
La firma de exportación naranjera Tomega ha sido elegida por los agricultores como mejor 'Comercio Citrícola del Año' en el concurso organizado por 'naranjasyfrutas. ... com', una plataforma comercial en la que convergen productores que ofrecen sus cosechas al mejor postor y compradores que buscan las mejores partidas de su interés.
Tomega está radicada en la Vall d'Uixó y también cuenta con un moderno almacén en Xilxes. Procesa entre 24 y 30 millones de kilos al año de cítricos, la gran mayoría clementinas, de las cuales dos tercios son con hojas, donde son máximos especialistas acreditados en diversos países (Inglaterra, Bélgica, Francia, Alemania...) Exporta la mayoría de la producción, en España sólo tiene un cliente: Mercadona.
El nombre de la empresa es el acrónimo de Tomás Mechó Gabaldá, que fue quien inició el negocio familiar con sus cinco hijos hace medio siglo. Juan Bautista Mechó Segarra, veterano impulsor del desarrollo exportador durante las últimas décadas y hoy retirado de la 'primera fila', adquirió a sus hermanos sus participaciones tras atravesar a finales del siglo pasado diversas dificultades de las que Juan pudo reponerse con ese legendario impulso que atesoraron aquellos pioneros que arriesgaron fuerte para vender en Londres o París, sin saber idiomas, y conquistaron mercados impensables.
Los citricultores premian que se respete el precio, las fechas de recolección y el pronto pago de la fruta
Hoy, al frente de Tomega está desde hace unos años la tercera generación, los hijos de Juan Bautista: Clara, Mª José y Juan Mechó Fenollosa, verdaderos protagonistas directos del Premio al 'Mejor Comercio Citrícola de la campaña 2024/2025', porque su trayectoria de seriedad y cumplimiento a rajatabla es lo que reconocen este galardón quienes votan de forma anónima, agricultores y usuarios de 'naranjasyfrutas.com'. Los puntos básicos son: respeto del precio pactado y fechas de recolección, así como pago de las cosechas cumpliendo lo legislado; y en este caso, según apunta Juan (el padre), «mis hijos siguen siendo máximos cumplidores, pagan enseguida, y por eso tenemos una continuidad indiscutible de agricultores proveedores con fruta de máxima calidad, ya que confían plenamente en Tomega».
Según indica Juan José Bas, responsable de dicha plataforma, han sido miles los agricultores que han participado en la votación, y no solo de la Comunitat Valenciana, aunque agradece la especial colaboración de las organizaciones agrarias AVA-Asaja y La Unió Llauradora.
Al recoger el galardón, Juan Mechó (hijo) reconoció que «es un orgullo para nuestra empresa recibir este reconocimiento directamente de los agricultores», subrayando su compromiso «con los valores heredados para cumplir los acuerdos pactados con los agricultores y mantener las mejores prácticas». Su hermana Clara destacó que el hecho de «que sean los propios agricultores quienes valoren nuestro esfuerzo es sin duda lo más gratificante de este premio».
Años difíciles
Muy atrás quedan aquellos años difíciles, cuando Juan (padre) tenía poco más de veinte años y «nos arruinamos, porque nosotros pagábamos la naranja, pero a nosotros nos pagaban lo que querían, una miseria». La clave estaba en que «enviábamos la fruta en consignación, y ahí, si no están las cosas bien claras, si no hay confianza entre las partes, te destrozan, porque no tienes argumentos, se impone lo que te dicen, los destinos son lejanos, la mercancía es perecedera...» Hubo un momento a finales de la década de los 80 «en que les digo a mis hermanos: perdemos doscientas o trescientas mil pesetas por camión; esto no puede ser, hemos de cortar». Y cortaron. Pero Juan no se arredró. Evoca aquel nuevo intento que hizo en Suiza, «cuando me fui con un camión y sin dinero», y luego a Londres, donde afortunadamente dio en el clavo. Se juntaron dos cosas positivas: «Envié clementinas que eran las mejores y encontré personas serias y formales que además compraban a precio fijo. Así se podía trabajar, y como seguimos eligiendo lo mejor y cumpliendo todos, aquí estamos, creciendo».
Recuerda a Domingo Sánchez, de Murcia, con quien contactó por teléfono en Londres, casi a ciegas, «y cuyos conocimientos y contactos comerciales me abrieron puertas; fue como un antes y después». Como le ocurrió también con los Hermanos Parra, con quienes se inició la gran trayectoria creciente de las clementinas con hojas, donde Tomega afianzó su éxito y es líder indiscutible.
Las clementinas con hojas denotan frescura máxima. Ahí no cabe trampa ni cartón. Ni hay cámaras por medio, salvo para enfriar para el viaje. La hoja es prueba indiscutible de calidad. También exige mucha especialización en la selección y confección en almacén, y más aún en la recolección en campo, donde Tomega cuenta con personal muy cualificado, incluyendo cuadrillas de paquistaníes que acuden cada año.
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