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Trabajador pintando un vehículo en la cadena de montaje. LP

La dirección de Ford Europa comienza a inspeccionar Almussafes para los ajustes

La matriz global rebaja su beneficio un 27% hasta septiembre, mientras los equipos que estudian la situación de los centros están ya sobre el terreno

Á. MOHORTE

VALENCIA.

Jueves, 1 de enero 1970

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Llegaron 'los hombres de negro'. El equipo enviado por Ford Europa para el análisis de las instalaciones y su rendimiento está inspeccionando la planta valenciana de Almussafes. Su cometido es mantener encuentros para conocer con más detalle la situación de la planta, aunque viene con la documentación y las cuentas de las que dispone la central en Colonia bien estudiadas, según fuentes conocedoras de la visita.

En rigor, no es la primera vez que hay movimientos de este tipo en la zona noble de la factoría. De hecho, hace meses que se van produciendo viajes, aterrizajes y reuniones, que ya sirvieron para llegar a la conclusión de que había que tomar medidas en el negocio europeo. Sin embargo, la valenciana no es la única de las instalaciones que se someten a examen, ya que también están recibiendo visitas de inspección las otras repartidas por Inglaterra, Alemania, Turquía y Rumanía.

El próximo 15 de noviembre es cuando está prevista una nueva reunión que permita esclarecer algo más del alcance del cierre de instalaciones y ajustes laborales que trasladó el 9 de octubre al comité de empresa el presidente europeo de la firma, Steven Armstrong. Es resultado de esta incertidumbre que la dirección ha advertido a los sindicatos de Almussafes que no puede dar garantías laborales a partir del 31 de enero, fecha en la que se quiere completar el expediente de regulación de empleo temporal (ERTE), con 13 jornadas de paro en motores y nueve en montaje.

Armstrong advirtió que a la cúpula de la compañía en Michigan «se le agotaba la paciencia» ante la situación europea y ayer se conocía que Ford Motor Company, la cabeza del grupo, registró un beneficio neto atribuido de 3.793 millones de dólares (3.328 millones de euros al cambio actual) en los nueve primeros meses del año, lo que supone una caída del 27,2% en comparación con el mismo período del año anterior, según datos publicados por la empresa.

Las ganancias atribuidas del fabricante de automóviles estadounidense cayeron por el mal rendimiento que experimentó la empresa durante dicho periodo en Europa y China. En lo que va de año, la marca matriculó 1,16 millones de unidades en toda Europa, un 2% menos que en el mismo periodo del año pasado, y 585.171 unidades en el mercado chino, un 30% menos.

Ante esto, Ford ha anunciado que se avecinaban «decisiones duras» en el 'viejo continente' con vistas a reducir costes y que revisaría «planta por planta» para dejar de invertir allá donde no fuera rentable, una decisión que podría repercutir en la producción, el empleo e incluso en el número de instalaciones, según alertan los sindicatos.

A su vez, la firma del óvalo creará una unidad de negocio independiente para China, que capitaneará Anning Chen, nombrado nuevo presidente y consejero delegado de Ford China como parte de la reorganización de los mercados de Asia Pacífico que la compañía está poniendo en marcha.

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