Campo de olivos afectado por la sequía durante el último verano. Jesús Signes

La sequía y la falta de relevo provocan el abandono de 6.000 hectáreas de olivar en la Comunitat

El sector exige a Bruselas una reforma de los planes de ayudas para los pequeños agricultores y pide al Consell un plan de recuperación de campos

Javier Gascó

Valencia

Miércoles, 20 de agosto 2025, 00:18

Detener el abandono de los campos es uno de los desafíos que tienen por delante los agricultores valencianos. La falta de un relevo generacional firme ... y la escasa rentabilidad que vienen reportando ciertos cultivos en los últimos años ha propiciado un aumento considerable de campos abandonados. El olivar es uno de los ejemplos más evidentes de esta práctica.

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A pesar de que las previsiones para la campaña de este año son muy esperanzadoras, la sequía de los dos últimos cursos y la falta de ayudas concretas ha pasado factura. La Unió Llauradora ha denunciado el abandono progresivo de la superficie de cultivo de olivar en la Comunitat Valenciana durante los últimos años con un total de 16.455 hectáreas abandonadas, de las que 6.322 de ellas se han dejado de cultivar en el transcurso de los últimos cinco años.

Según la encuesta de superficies y rendimientos de cultivos del Ministerio de Agricultura para el año 2024, la superficie total de olivar en la Comunitat Valenciana es de 94.782 hectáreas, una cifra prácticamente idéntica a la de hace diez años (+0,28% respecto a 2015). Sin embargo, este dato esconde otra realidad y es la de que de ese total hay 16.455 hectáreas abandonadas.

«Estamos ante un abandono silencioso. La superficie se mantiene, pero cada año más hectáreas dejan de producir, y esto pone en riesgo nuestro paisaje, nuestro entorno rural y nuestra soberanía alimentaria», ha señalado Enric Simó, responsable de la sectorial del aceite de La Unió.

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Este abandono se concentra especialmente en las zonas de secano, donde la falta de rentabilidad y la dificultad de acceso a ayudas europeas adecuadas a las condiciones agroclimáticas valencianas hacen inviable la continuidad de muchas explotaciones

El responsable de la asociación agraria ha asegurado que la escasa producción de los dos últimos años debido a la sequía es uno de los aspectos que influye en la pérdida de parcelas trabajadas, pero ha incidido en que la falta de relevo es la causa principal detrás del abandono de tierras. «Cada vez hay menos gente que se dedica. El relevo generacional es corto y hay una disponibilidad de tierras mayor a las que uno puede trabajar», ha indicado Simó, quien advierte que las tierras «más difíciles de trabajar o que tienen árboles más viejos» son las que más suelen abandonarse.

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A las condiciones cilmatológicas y la falta de herederos capaces de trabajar las tierras se deben añadir otras dificultades que favorecen el abandono, como es la inestabilidad de los precios. Tras dos años difíciles, el cultivo de este año parecía que iba a poder compensar las pérdidas acumuladas. Sin embargo, el sector comienza a temer que el exceso de producción pueda tener una consecuencia negativa en el precio del producto.

Asimismo, la inexistencia de un modelo de ayudas que se adapte al tipo de cultivo de la zona mediterránea impide que los agricultores puedan mantener sus campos. En esa línea, desde la Unió exigen una reforma estructural de las ayudas de la PAC para hacerlas realmente útiles para el olivar valenciano, así como una línea específica de ayuda de la Conselleria de Agricultura para el mantenimiento y recuperación de olivares abandonados.

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