Europa manda inspectores a Sudáfrica para controlar el tratamiento en frío en naranjas
Una delegación se reúne en Valencia con el sector citrícola de la Comunitat para ver in situ las investigaciones para combatir plagas
Tras el malestar expresado por el sector citrícola valenciano en repetidas ocasiones ante las importaciones de Sudáfrica que esquivaron el tratamiento en ... frío tras su entrada en vigor este verano, la Comisión Europea ha tomado cartas en el asunto y ha querido dejar claro que su compromiso con los productores europeos va más allá de las palabras. En concreto, la institución continental ha optado por mandar a un grupo de inspectores al país africano para comprobar que el tratamiento en frío se está aplicando según el nuevo reglamento, en aplicación a partir del 24 de junio de este año.
Esta decisión, que hasta ahora no se había hecho pública a los medios de comunciación, la ha dado a conocer este viernes en Valencia la jefa de unidad de la Dirección General de Salud Vegetal de la Comisión Europea, Dorothee Andree. La profesional se ha desplazado, junto a otros tres representantes europeos, a la capital del Turia para conocer de primera mano la realidad agraria valenciana y sus problemas vinculados con la sanidad vegetal. Además, ha participado en el Foro Citrícola, donde la Generalitat Valenciana y representantes del campo valenciano han trasladado cuestiones prioritarias, entre las que destaca la exigencia de ampliar el tratamiento en frío a mandarinas.
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Además, los responsables de la Conselleria de Agricultura y del sector citrícola han reivindicado la necesidad de «apostar firmemente por la implantación de criterios de reciprocidad» frente a las importaciones de terceros países, como es el caso de Egipto, que se ha convertido ya en el primer exportador de naranjas.
Además, los representantes del Ejecutivo comunitario visitaron la bioplanta de la Generalitat en Caudete de las Fuentes, donde se crían machos estériles para combatir con técnicas de lucha biológica a la mosca del Mediterráneo, y también una explotación de cítricos afectada por el Delottococcus aberie (cotonet), una plaga originaria de Sudáfrica que, precisamente, llegó a la Comunitat Valenciana a través de una importación. La consellera, Isaura Navarro, destacó que la visita de los representantes comunitarios supone «un paso más en el trabajo conjunto que la Generalitat y el sector citrícola» de cara a la consecución de nuevos logros en materia de control para impedir la entrada de plagas agrarias por las fronteras europeas y de conseguir condiciones de reciprocidad en los acuerdos comerciales con terceros países.
Por su parte, el secretario autonómico, Roger Llanes, valoró «la receptividad mostrada estos días» por la delegación. «Es evidente que, tal como les hemos explicado, de las veinte plagas catalogadas como prioritarias por la propia Unión Europea, es decir, como las más peligrosas, ocho afectan directamente a los cítricos y es imprescindible que la Comisión adopte todas las medidas protectoras que sean necesarias para impedir que entren en nuestro territorio», destacó.
La europarlamentaria Inmaculada Rodríguez-Piñero, que también ha estado presente en la visita y en el foro, subrayó «la enorme importancia» que tiene un encuentro sobre el terreno. «Nos ha permitido seguir aportando datos y trabajar con seriedad y codo con codo con la Comisión Europea, porque sin duda ese es el camino a seguir y el que mejores resultados está proporcionado a la citricultura», agregó.
Preguntada sobre los 2.000 contenedores de naranjas procedentes de Sudáfrica que llegaron a Europa sin haber aplicado el tratamiento en frío en el país de origen, Dorothee Andree explicó que los comienzos de una nueva regulación «siempre son caóticos» pero que aquel episodio, que se zanjó finalmente con la aplicación del tratamiento en el destino, es «excepcional» y que no se volverá a repetir.
Cabe recordar que la aprobación por parte de la comisión de este mecanismo de control sanitario supuso una victoria histórica para el campo valenciano, que lleva años reivindicando esta medida para evitar la entrada de la 'falsa polilla'.
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